viernes, 20 de septiembre de 2013

Fermín Salvochea en Alcalá de los Gazules


Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 1995

Gabriel Almagro Montes de Oca 



     Nos consta que los primeros momentos tras el derrocamiento de Isabel II transcurrieron dentro de la normalidad, sin alteraciones en la realidad de la vida cotidiana de los alcalaínos. Baste citar que las Elecciones Generales de 1869 las ganó la candidatura monárquica. Meses después, en Agosto de 1.869 (no olvidemos que en Junio de dicho año se había promulgado una Constitución Monárquica, al amparo de la cual se habría de nombrar monarca a D. Amadeo de Saboya), Fermín Salvochea, Guillén Martínez y Cristóbal Bohórquez, realizan una visita por varios pueblos de la provincia y entre ellos Medina, Paterna y Alcalá, al objeto de realizar una labor propagandística a favor de la República. 

     Creemos conveniente destacar que si bien el objetivo de la visita tenía carácter propagandista, los pueblos a los que se visita no son escogidos al azar. En nuestra zona de la Janda interior, la situación socioeconómica es aún más grave que en el resto de la provincia, Medina y Alcalá tienen como terrenos no agrícolas más del 50 % de su término y con una población de jornaleros que en el primer caso es del 49 % y en el segundo, del 27 %. Y junto a ellos, Paterna, el pueblo con el término más pequeño de la provincia de Cádiz, además de una difícil problemática social, con momentos álgidos en las dos décadas precedentes, y que en el momento a que nos referimos, tenía un 19 % de población jornalera, cifra que debemos considerar como alta en relación a la poca extensión de su término.

Fermín Salvochea
      Pero no sólo eso, sino que además los acompañantes de Salvochea eran conocidos en la zona. Creemos oportuno recordar que Cristóbal Bohórquez (1), era hijo de uno de los republicanos más respetados de Cádiz, Pedro Bohórquez, alias “Pedro el Chivo”, paisano nuestro (2) y persona muy conocida en toda la comarca, aspecto éste que serviría de carta de presentación. 

     Esta labor propagandística viene motivada por la frustración que las clases populares experimentaron respecto a sus reivindicaciones no atendidas por los caudillos de la revolución: abolición de las quintas y del impuesto de consumos. Reivindicaciones que ahora enarbolan los republicanos y con las cuales lograron atraer a su ideario a la masa popular, a resultas de la cual dejaron, importantes núcleos republicanos en nuestros pueblos. 

      Dos meses más tarde, en Octubre, el gobierno y a raíz de la insurrección política en Cuba, decide la supresión de las garantías constitucionales, dando lugar a una serie de levantamientos republicanos de oposición a la política abusiva del gobierno. En este contexto se produce la nueva insurrección de Salvochea en la Janda interior, donde como queda dicho, habían encontrado eco sus ideas. 

     El 2 de Octubre de 1.869 llega a Medina Sidonia acompañado de un escaso número de hombres armados. De allí parte para Paterna, donde le esperaba Cristóbal Bohórquez con 200 voluntarios y desde dicha villa se dirige a Alcalá, población a la que llega en la madrugada del día 3, siendo recibido con vítores de “¡Viva Salvochea!” y repiques de campanas.

Vista desde  el camino de Paterna, por donde entró Salvochea en Alcalá

     El “Diario de Cádiz” del 4 de Octubre de 1869, recoge la información con la siguiente nota: 

     “Fermín Salvochea con los Insurrectos. 

     Fermín Salvochea ha entrado en Alcalá de los Gazules con doscientos insurrectos, según ha informado a don Manuel Somoza, gobernador de Cádiz, el Alcalde de Medina, que a su vez ha sido informado por el Alcalde de Alcalá. Dicen que deben haber expoliado la ciudad, pues se oyeron tiros y repiques de campanas. Dado conocimiento del hecho al Teniente Coronel don Emilio Gurrea, éste ha ordenado que salga una compañía de El Puerto mandada por un jefe superior, para batir a los insurrectos. Don Manuel Somoza ha publicado un bando, intimando la rendición de los insurrectos.” 

     Salvochea instala su cuartel general en la Iglesia y Patio de la Victoria y aprovecha la cercanía de la Alameda de la Cruz, para en aquella mañana pronunciar una arenga, denunciando la conducta arbitraria del gobierno. Así mismo convoca para las 2 de la tarde en el Ayuntamiento, una reunión con los mayores contribuyentes de la población, de quienes obtuvo fondos y raciones de comida para sus fuerzas. Completó la actividad de la mañana nombrando una Junta Revolucionaria que se hiciese cargo del municipio. Mientras tanto, sus hombres se dedicaron a requisar cuantas caballerías y armas encontraron en la población. 

El patio de la Iglesia de la Victoria, cuartel de Salvochea en Alcalá

     Como quiera que el día anterior el diario jerezano “El Progreso”, publicó que el gobernador había ordenado que varias columnas del ejército persiguieran a las huestes de Salvochea, y esta noticia había llegado a Alcalá, y toda vez que ese mismo día había salido también en su persecución una columna de carabineros al mando de Gurrea, que se encontraba cercana a dicha Villa, el líder republicano creyó conveniente salir de la población y dirigirse hacia Algar, al frente de la llamada “Columna Salvochea” a la que en Alcalá se habían sumado 40 o 50 vecinos. 

Salvochea se reúne en el Ayuntamiento
con los mayores contribuyentes

     Sin embargo, antes de partir aún tuvo tiempo Salvochea de redactar y difundir la siguiente proclama: 

“A LOS REPUBLICANOS DE ANDALUCIA: 

     Por segunda vez os doy notorio ejemplo del puesto a que está llamado el verdadero republicano, por segunda vez acudo al peligro para salvar los derechos del hombre, por segunda vez, en fin, me dispongo a combatir contra aquéllos que en mal hora elevamos al poder para que después se erigieran en nuestros tiranos. 

     No hay ejemplo de la historia de más asquerosa traición que la de aquellos hombres, hecha a un pueblo verdaderamente noble y generoso. 

     ¡A las Armas, pues, republicanos andaluces! No juréis vencer o morir, sino simplemente vencer y venceréis. 

     La bandera de la república federal ondea ya en todos los ámbitos de la Península; comarcas enteras no reconocen en estos momentos otra enseña. 

     Ahora bien: ¿Seréis vosotros los últimos en acudir al combate, desconociendo, no sólo vuestros deberes, sino aún hasta los impulsos de vuestros corazones, que os enseña el camino de la salvación de la Patria? Es imposible ¡A LAS ARMAS!, republicanos andaluces. 

      Probemos al país entero lo que son las provincias andaluzas cuando la libertad está a punto de sucumbir. 

     Nuevos espartanos, preferid la muerte a la vergüenza. 

ENVUELTO EN LAS ACLAMACIONES DE 



PASO A LA VERDADERA REVOLUCION, 

PASO A LOS DERECHOS DEL HOMBRE; 

ABAJO LOS TIRANOS. 

VIVA LA REPÚBLICA FEDERAL, 

os envía un abrazo vuestro hermano, 

FERMIN SALVOCHEA. 

Alcalá de los Gazules, 3 de Octubre de I.869.” (3) 

     Aquella misma noche, llega Gurrea a Alcalá, pero la “columna Salvochea” ha marchado ya, por lo que decide pernoctar esa noche en la villa y partir en la mañana siguiente hacia Algar, donde se enfrentaron el mismo día 4, derrotando a Salvochea y los suyos, quienes no obstante, no se dieron por vencidos y deciden seguir ocupando el pueblo, aunque debieron abandonarlo a la mañana siguiente debido a la llegada de las fuerzas del ejército al mando del Teniente Coronel Prado. Los republicanos no tienen otra opción que dispersarse por la Sierra: Ubrique, Cortes, Gaucín, Casares... 

      El resultado, un considerable número de muertos, entre ellos el Diputado Guillén Martínez y el joven Cristóbal Bohórquez, quienes se convertirían en mártires de la Causa Republicana. 

     La tentativa revolucionaria fracasó, pero el ideario de Salvochea sigue calando en la población y así en 1873, tras la dimisión del Rey Amadeo de Saboya, el 11 de febrero, se proclama la República (4). Antes del día 14 se había creado en la localidad una Junta Republicana encargada de implantar los principios revolucionarios (5). El día 20 de dicho mes, la Comisión Permanente de la Diputación Provincial, con el visto bueno del Gobernador Civil nombra un nuevo Ayuntamiento republicano, para Alcalá, que sustituya al monárquico existente. 

     Uno de los primeros problemas que se le planteará a este Ayuntamiento será el del cobro de los impuestos de consumo hasta el extremo que se desistirá de hacerlo, se dejará como imposible. 

      El terreno está abonado para que los revolucionarios alcalaínos proclamen la república Federal antes incluso de que el 11 de Junio se hiciera a nivel nacional.

Alcalá en la  primera década del siglo XX, pocos años después de recibir la visita de Salvochea


     Una vez proclamada la República Federal, en ciertas zonas y por una interpretación radical del federalismo, aparecerá el fenómeno cantonalista. Nuestra capital, donde existe un claro predominio del sector intransigente del Partido Republicano, será una de las primeras en proclamarse “cantón” en el mes de Julio. El 22 de dicho mes Alcalá se adherirá al cantón y pocos días después, tendremos nueva visita de una expedición republicana, integrada fundamentalmente por paterneros. Es el momento en que se constituye en Alcalá, “la Junta de Defensa de la República Federal” de Pi y Margall y el momento lamentable de la quema de abundantes libros y documentación del Archivo Municipal. 

     Esta situación revolucionaria en la que prima tanto el ideal federal-cantonalista como el componente social, (recordemos que la situación existente se caracterizaba por la falta de dinero, el paro y el descontento generalizado) se mantendría hasta el 7 de Agosto, momento en que Alcalá es sometido por una columna del Ejército Nacional dirigida por el Teniente Coronel Don Tomás Bouza, atendiendo a las órdenes del General Patria. El mismo general que meses más tarde, en Enero de 1874, pondría final sistema republicano y durante un año, hasta Enero de 1875, en que se proclama Rey a Alfonso XII, sostiene a Serrano al frente de un nuevo régimen político, ni monárquico ni republicano, al que se ha dado en llamar “La Interinidad”, en el que los partidos políticos tendrán poco protagonismo y en el que se pondrá fuera de la ley a las organizaciones obreristas, que sin embargo seguirán teniendo una gran aceptación en nuestro pueblo, como lo prueba el hecho de que con las libertades de 1876, aparecerá en Alcalá una federación anarquista que estará presente incluso en el Congreso Obrero Regional de Barcelona de 1881. 

     Una federación anarquista que hemos de entender como consecuencia directa de esas visitas propagandísticas de Salvochea antes aludidas. Bien es cierto que el líder gaditano en el momento de su visita a Alcalá no era anarquista (al igual que muchos de sus correligionarios del sector intransigente del partido republicano se consideraba internacionalista), pero con esas visitas logró que, por primera vez, las clases jornaleras alcalaínas tomaran contacto con la lucha política organizada. 

     Además, nos parece sintomático que en todos los pueblos de la Janda interior visitados por las expediciones propagandísticas de Salvochea durante el Sexenio, surjan luego federaciones anarquistas. Cabe, por tanto, preguntarse: ¿Hubo posteriores visitas de Salvochea, a estos pueblos, tras su vuelta del presidio de La Gomera, cuando su decepción por la política le llevó al anarquismo? 



NOTAS 

(1) Cristóbal Bohórquez que entonces contaba 19 años de edad podía presumir de una larga trayectoria política, pues como miembro de la juventud Republicana de Cádiz había sido uno de los principales instigadores del alzamiento de Septiembre del 68, sublevando a distintos municipios de la Bahía, y así mismo había sido uno de los participantes en las Jornadas contra las Quintas en Jerez. 

(2) Pedro Bohórquez en 1873 y de acuerdo a los datos del padrón de vecinos de Cádiz (que recogemos de la obra de Gloria Espigado Tocino, “La Primera República en Cádiz”, son los siguientes: labrador de 72 años, nacido en Alcalá de los Gazules, que reside en el humilde barrio de la Merced en la calle Torno de Santa María n° 27. 

     Pedro Bohórquez llegó a ser Presidente del Comité del Partido Republicano de Cádiz, y se encuadra en la línea denominada “intransigente”, es decir el sector socialmente más avanzado del partido y que hacía unos planteamientos más revolucionarios. Su gestión se caracterizó así mismo por la oposición a toda República Unitaria. 

     En las elecciones de Mayo de 1.873 a Diputados Provinciales, fue elegido Diputado. Y sus intervenciones en la Diputación provincial, según la profesora antes citada, se centrarán en la defensa de la cuestión social, en tanto que partidario de una escuela filosófica y de un sistema de seguros resultados para el porvenir, pero que, como conoce que no es posible desde luego su inmediata realización, propone al menos un ensayo del sistema de Fourier. (Actas de la Diputación Provincial de Cádiz de 14 de Junio de 1873). 

     En definitiva, que con Pedro Bohórquez nos encontramos con un personaje interesante y atractivo. Un alcalaíno en la política gaditana de aquellos años que, dicho sea de paso, no será el único. Dentro del mismo partido republicano, pero en la rama moderada o benevolente tendremos 3 alcalaínos más: Manuel María de fuelles Salas (a quién ya conocemos como personaje destacado en la política local en 1855) que será diputado provincial en la misma Corporación que Bohórquez; Joaquín Eusebio de Puelles, que fue segundo teniente alcalde en el Ayuntamiento gaditano tras la proclamación de la República (y propietario, por un tiempo, del periódico “La Soberanía Nacional”, considerado el diario oficial del Partido Republicano). Así como D. Marín, un empleado de 46 años, viudo, que es elegido concejal en las municipales de Marzo de 1873 por el barrio de la Libertad. 

(3) Cfr. DE FUELLES, Fernando; “Fermín Salvochea, República y Anarquismo”. Ed. del autor, Sevilla, 1984, p. 69-70. 

(4) La Primera República duraría apenas 11 meses, del 11 de Febrero de 1873 al de Enero de 1874 en que el General Pavía y la Guardia Civil entran en el Congreso de los Diputados y dan un golpe de Estado. 

(5) El periódico “La Legalidad” en su número del 15 de Febrero de 1873 habla de la alteración del orden y formación de Juntas en 3 pueblos de la Janda: Alcalá, Medina y Vejer.

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