Ismael Almagro Montes de Oca
Hoy no voy a hablar estrictamente sobre la Historia de Alcalá. Hoy quiero plantear la siguiente pregunta:
¿Merece la pena restaurar el Patrimonio alcalaíno si después no se toman las medidas necesarias para su conservación?
No se hasta qué punto interesa gastar dinero y esfuerzos en restaurar algo si después los responsables de su mantenimiento no se preocupan en tenerlo en perfecto estado, ya sea por dejadez o por desconocimiento. Lo mismo pasa con el ciudadano de a pie, que muchas veces tampoco suele concienciarse del valor que puedan tener los objetos, aunque sólo sea porque ha sobrevivido al paso del tiempo a través de los siglos.
Y para que comprendáis por qué hago esta reflexión, pondré tres claros ejemplos que se pueden observar en Alcalá.
El primero de ellos es la talla restaurada de San Cristóbal que se halla en un altar en el trascoro de la parroquia de San Jorge, frente a la puerta principal del templo. Esta imagen, que fue restaurada a mediados de 2009 por la fundación Forja XXI, presentaba un estado de conservación lamentable, debido principalmente a los arañazos propiciados por las mozas casaderas, en petición de un pretendiente. Lo curioso de esta historia es que al santo a quien se le pide por un novio no es a San Cristóbal sino a San Antonio, al cual, dicho sea de paso, había que coger en una estampita y “castigarlo boca abajo” hasta que concediera la petición realizada, tradición que con el paso del tiempo, en Alcalá ha degenerado en el martirio físico del santo equivocado.
San Cristóbal en abril de 2009 (foto Carmen Arias) |
San Cristóbal en diciembre de 2009 (foto Carmen Arias) |
Tan sólo meses después de restaurado y colocado en su altar, nos encontramos a San Cristóbal nuevamente arañado. Pero lo más grave del caso es que los responsables de su cuidado no ponen el más mínimo interés para salvaguardar esta imagen, que puede que no tenga mucho valor artístico, pero simplemente por el hecho de llevar más de 2 siglos en ese lugar merece un respeto por parte de todos. ¿Cuánto valdría hoy realizar una talla de semejantes características? Posiblemente superaría los 8000 € y encima sería nueva, no tendría ese plus que da la antigüedad.
Quizás la solución pase por volver a colocar la lámina de metacrilato que lo protegía antes de restaurar, solución de la que yo no soy muy partidario o quizás colocar sólo una parte a la altura de su peana para dificultar que la gente la arañe.
Quizás la solución pase por volver a colocar la lámina de metacrilato que lo protegía antes de restaurar, solución de la que yo no soy muy partidario o quizás colocar sólo una parte a la altura de su peana para dificultar que la gente la arañe.
Pero quizás todo sea más sencillo. ¿No sería mejor colocar una lámina o cuadro a sus pies explicando que el santo casamentero es San Antonio y no San Cristóbal?
Cuánto dinero malgasto por no poner: ¡No lo maltrates. San Cristóbal es santo pero no hace milagros!
El siguiente de los ejemplos lo tenemos en el torreón medio restaurado del castillo de Alcalá. ¡Cuánta Historia habrán contemplado sus piedras! Quizás sea el elemento que mejor condense todo el pasado de Alcalá: romano, árabe, cristiano, guerra de la independencia….
Cuando por fin se decide devolverle parte de su esplendor, los trabajos quedan a medias, por falta de dinero, de desinterés político, de lo que sea. Lo que no es lógico es gastar muchísimo dinero en ponerlo en valor para que ahora todo ese dinero y el esfuerzo que se ha hecho sólo sirva para convertirlo en un basurero o una perrera para algún vecino, simplemente por no colocar una protección adecuada a su alrededor.
Y el último ejemplo nos lo encontramos en la virgen anónima que se encuentra en el coro de la iglesia de la Victoria. Estas mismas páginas sirvieron para sacar del olvido (que no del anonimato) esta talla e hizo que muchas miradas se centraran en ella.
Ha pasado muy poco tiempo desde que se dio a conocer esta efigie mariana y ya nos encontramos con que alguien no cualificado ni con los medios necesarios ha metido manos en el asunto y se ha puesto a restaurarla y a tapar grietas y agujeros, sin que nadie haga nada para remediarlo, utilizando productos inadecuados que a la larga perjudicarán más a la imagen.
Yo no dudo de que se haya hecho con buena intención, pero ¿no sería mejor dejar esos trabajos para los profesionales? Bastantes ejemplos tenemos ya de restauraciones desastrosas, algunos de ellos aquí mismo en Alcalá, como para que sigamos cometiendo los mismos errores. O si no, recordemos el Ecce Homo de la localidad zaragozana de Borja…..
Quizás la autoridad competente deba estar más vigilante y cuidar de un patrimonio que pertenece a todo el pueblo, para que imágenes como ésta no acaben convertidas en juguetes, como pasa ahora, ya que incluso se ha desmontado la imagen, separando el cuerpo de su candelero, utilizando la cabeza para colocarle pelucas y vestimentas. (Omitimos las fotografías por considerarlas irreverentes)
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