sábado, 29 de enero de 2022

El Conjunto Urbano de Alcalá de los Gazules (I)



Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 1997-98



María Rosa Navarro Ariza



EVOLUCION Y ETAPAS HISTORICAS EN EL CRECIMIENTO DE LA ESTRUCTURA URBANA

    La Ciudad de Alcalá, representa un esquema claro de conjunto urbano desarrollado a media ladera a partir de la creación del Castillo como fortaleza defensiva, origen del núcleo, y posteriormente del recinto amurallado.

    La estructura urbana fue produciéndose lentamente a medida que sus necesidades de suelo iban ampliándose, con un desarrollo pausado y acorde con las características físicas del terreno sobre el que se asienta. Por ello, aunque el conjunto aparece como un elemento relativamente homogéneo, de acuerdo a este proceso, posee distintas áreas diferenciadas.

    El origen fundacional del núcleo urbano se genera a partir de la fortaleza defensiva, asentada sobre la cima del cerro agudo, ocupando la parte edificable hasta el límite del comienzo de los fuertes desniveles. Envolviendo a ésta y descendiendo en sentido Este y Sur se desarrolla el núcleo primitivo de Alcalá o «intramuros». Este recinto partía desde la Puerta de la Villa recorriendo el talud posterior de la Calle Ildefonso Romero, —"donde todavía se aprecian los torreones perfectamente conservados gracias a estar asentados sobre roca"—, proseguía por la c/ San Francisco, (menos perceptible en la actualidad) hasta la Puerta Nueva, a la que hoy se denomina del «Sol». En el sentido inverso desde la Puerta de la Villa partía el llamado muro de San José (hoy calle de San Juan de Ribera) «donde conserva dos torreones, —desmochados— y restos del paramento».

    El llano de San Vicente por encontrarse al margen de los restos murados, bien pudo tratarse de un arrabal en donde se situaría la Ermita de San Vicente durante la Reconquista. Estaba unido al primitivo sistema defensivo de la Coracha y Castillo. Probablemente existió un postigo en la muralla entre la actual calle de San Vicente y la Plaza de San Jorge como acceso secundario al recinto. El resto del Cerro desde San Vicente y Cementerio actual hasta la fuente Salada "quedaría protegido por la Coracha propiamente dicha y el talud de fuerte pendiente reforzado en trechos por visibles restos de construcciones defensivas y supletorias o reforzadas del talud."

    «Lo mismo desde la Puerta Nueva rodeando el cerro hasta la Salada que por tratarse de la única fuente de la población primitiva debería ser accesible y estar protegida. Por lo que el actual camino que rodea el Cerro comunicaría con la Puerta Nueva y postigo de San Vicente cerrando el recinto. Independientemente podría existir alguna bajada de emergencia excavada en la roca y comunicando directamente con el Castillo como ocurre en otras poblaciones primitivas» según cita Marcos Ramos. (1)

    La Puerta Nueva, que en su origen debió ser postigo, aún conserva el escudo de los Ribera y su construcción está estrechamente ligada a la del Ayuntamiento Viejo erigido en 1.550. Anteriormente se usarían con tal fin los aposentos del Castillo, residencia del Alcaide primero y luego del Corregidor.

    El muro hasta la Puerta Nueva o del «Sol» discurriría por detrás de la calle San Pedro aunque se derrumbó según constaba en el Acta del Cabildo de 17 de Abril de 1.841 en la que se relacionaba su estado y la necesidad de reparación.

Desarrollo urbano

    Hasta bien entrado el S. XIV, Alcalá no estaba constituida propiamente como Villa, ya que, tanto en la época de dominación musulmana como tras la Reconquista, y dada la falta de estabilidad en la zona, únicamente existió población militar.

    A partir de finales del Siglo XV, ya en manos cristianas definitivamente y coincidiendo con una pérdida de la importancia estratégica, se produjo la llegada de colonos atraídos por los Privilegios, Ordenanzas y Transacciones, que levantaron numerosas viviendas colmatando el espacio intramuros. La estabilidad conseguida potenciaba un masivo crecimiento de la población. Cuando el espacio intramuros se hizo insuficiente, se empezó a construir fuera del recinto amurallado que como Ciudad Medieval conformaba la defensa de la misma, a partir del cual se formarían los arrabales.

    Las primeras viviendas extramuros en un principio se adosarían a las murallas siempre condicionadas por la fuerte topografía y limitado el desarrollo por el N.O. por el Barranco que limita el Pº de San Juan de Ribera, N. y N.E. por el Monte de la Coracha. Continuarían desarrollándose en la dirección Sur-Este buscando la orientación más soleada.

    Los primeros ensanches surgen ya en el S. XVI en las proximidades de las Puertas y apoyados en los caminos de acceso o rondas. Así el Barrio Nuevo aparece frente a la Puerta del «Sol» entre 1.550-1.553 tal como aparece mencionado en los diezmos eclesiásticos tras las tres collaciones primitivas que se reparten por igual. En torno a la Puerta de la Villa, único acceso al casco antiguo para Carretas, surgiría la calle Mancebía, al final de la misma se situaba la Cilla Decimal para los diezmos. Del aquí partirían las calles Cruz del Manchego (hoy Cádiz), Cruz del Camino y Camino Real.

    Los Barrios de San Vicente, Castillo y Coracha, son los únicos desarrollos por el Norte hasta los límites de las fuertes pendientes de la ladera.

    La ciudad como ya indicaba Miñano a principios del XIX no tiene espacio urbanizable constreñida como está por los taludes del Cerro de la Coracha y los torrentes naturales del Chorrillo, el Chorrón, Río Verde, el Arroyo y la Veredilla que lo desaguan hacia el SO y SE.

    Hacia 1.820 la comunicación entre los distintos accesos y la Puerta de la Villa condicionan el desarrollo urbano configurando los ejes de crecimiento:

1.- La fuente de la Salada, que coincide con el acceso habitual desde el Prado y zona de Campiña.

2.- El Camino del Valle de donde partía el Camino hacia Vejer y Tarifa frente a las Peñas.

3.- La calzada de San Antonio hacia la Puerta de la Villa por lo que hoy es la calle Diego Centeno.

4.- El Camino del Pozo o de los Pozos hacia la Puerta de la Villa conformando la calle Real (junto con la otra calzada confluente de la Salada).

    Por último, las Iglesias y Ermitas también se implantarán próximas a las vías de acceso. Así los Conventos de Santo Domingo y la Victoria sirven de elemento aglutinador de una nueva edificación surgida en su derredor. Hacia el Oeste, la Ermita de San Antonio generará un pequeño Barrio en la salida al campo, que llevará su nombre. En torno a las Peñas del Corral nace el Barrio del Chorrillo. La antigua Ermita de la Veracruz y la Victoria conforman el espacio que posteriormente será la Alameda.

    En 1.830 se construye la Plaza del Hambre con jornaleros sin trabajo, y otros Barrios como el de San Sebastián en torno a la Ermita del mismo nombre, el Altillo y el Piquillo. En 1.845-48 nace el Barrio de la Salada delimitado por la Plaza de la Cruz y la Fuente del mismo nombre.

    Los arrabales se extendieron progresivamente descendiendo por la ladera sur del monte sobre el que se asentó el núcleo primitivo, hasta unirse a los núcleos de la Victoria y Santo Domingo. La calle Real a mediados del siglo XIX comienza a ostentar las cualidades de Calle Mayor, residencia de las familias que comienzan a ejercer el poder local y foco de la actividad comercial más importante de la Ciudad, que se prolonga en la Plaza de la Cruz, construida en 1.885 y una de cuyas casas será el Nuevo Ayuntamiento a finales del siglo, que traslada su Sede desde la Plaza Alta en 1.930. Es relevante la casa de Pedro Pablo Serri, de finales del XVIII, con reformas posteriores, esquina al cauce de un arroyo denominado Río Verde, hoy arteria principal de acceso.

    En el primer tercio de nuestro siglo esta tendencia se consolida al levantarse el Mercado Público en la plaza de Santo Domingo y el conjunto en torno a las Peñas. El núcleo sigue creciendo hacia el sur de la ladera soleada hasta englobar en el conjunto edificado la Plaza de Toros y constituir un nuevo foco de actividad cívico-comercial en el Paseo de la Playa, antiguo Paseo de Mochales.

    En la década de los cincuenta, el desarrollo económico conlleva una expansión urbanística notable que se materializa en la realización de diversas obras de acondicionamiento y remodelación de la ciudad como el Paseo de la Playa, remodelación de las calles y plazas, la apertura del Paseo de San Juan de Ribera sobre el antiguo camino de San José y la adquisición y adaptación del Convento de Santa Clara para Escuela Profesional.

    Para una mejor administración, el casco urbano se divide en seis secciones urbanas y el campo en cuatro distritos, coincidiendo con las cuatro entradas de la ciudad.

• Barrio Alto o de San Jorge.

• Barrio Nuevo, con centro en la Plaza de Arcipreste Roa.

• Santo Domingo, Chorrillo y Sánchez Flores.

• San José y San Antonio.

• La Salada.

• Alameda-Barrio de San Sebastián.

    «El continuado aumento de población hasta los primeros años sesenta supuso un fuerte crecimiento de las necesidades de vivienda que se resolvieron mal (autoconstrucción, en pésimas condiciones, el Piquillo, el Altillo, el Molino, prolongación de Ntra. Sra. de los Santos, etc... o edificaciones en altura con grave impacto negativo en el ambiente urbano) y a destiempo (Barriada de San Jorge y Grupo de la Caja de Ahorros) cuando la fuerte emigración ya estaba vaciando el núcleo. Estas actuaciones de la Administración en el extrarradio de la ciudad, sin conexión con el núcleo tradicional, han continuado con las dos promociones sobre la Carretera a Paterna (una frente al Colegio Juan Armario y otra más lejos aún entre el Campo de Fútbol y la Piscina) y si no se toman medidas tendentes a repoblar el núcleo histórico acabarán vaciándolo y arruinándolo definitivamente» (tomado textualmente de la memoria de las Normas Subsidiarias).


El espacio Público

El Viario Interior

    El trazado de la trama urbana del recinto intramuros y de los arrabales, en la actualidad, conserva las características de sus orígenes medievales con antecedentes árabes, adaptada a la topografía irregular que la condiciona, de ahí sus características: calles estrechas, irregulares, empinadas y tortuosas que en algunos casos discurren por barrancos y despeñaderos —a deducir por sus nombres—, formando adarves y pasadizos, calles con quiebros para evitar los vientos dominantes, etc... El espacio urbano se nos presenta a escala humana en sus dimensiones.

    El centro de la hoy Ciudad y antaño Villa, era la Plaza de San Jorge. De aquí partían las calles más importantes formando 2 ejes de crecimiento hacia las puertas de la Ciudad. De un lado el eje «San Vicente- Puerta del Sol» y de otro «Plaza San Jorge-Puerta de la Villa», formando un perímetro elíptico que se iba desarrollando concéntricamente, rodeando y envolviendo al núcleo. Así se formaría el recinto amurallado con el tipo de trazado que resultaba más económico y de más fácil defensa.




    A partir de estas premisas fundamentales, el crecimiento de la ciudad era natural y orgánico, no presentando un trazado racional.

    No obstante, presenta una lógica en su adaptación a la naturaleza topográfica del terreno, en la nucleización que promueve sus edificios y en la conversión de sus sendas en calles.

    Esta trama viaria, concebida como peatonal, soporta hoy en día, tráfico rodado.

    La pavimentación característica de la Ciudad es de empedrado en sus diversas formas:

•empedrado con áridos de río.

•empedrado con lajas de piedra natural.

•adoquinados en distintos tamaños.

•mezclas de lajas y áridos de río.

•empedrado y ladrillo macizo (a tabla o a sardinel).

    Es digno de destacar la de la Plaza de San Jorge con un empedrado muy bien realizado incluyendo varios tipos de los arriba mencionados.

    Ya Madoz en su «Diccionario geográfico» en el año 1.845 indicaba que la población dispone de... «calles limpias y regularmente empedradas y tiene de largo desde lo más elevado hasta la calle de los Pozos 1.281 pasos».

    En líneas generales la totalidad de las vías del Casco Histórico se encuentran en buen estado de conservación, ya que se ha mantenido en su totalidad el empedrado, habiéndose en algunas, cubierto con una lechada de mortero para nivelar el empedrado de árido de río.

    Las aceras donde las hay, son pequeñas, y en muchas calles el paramento vertical de las viviendas llega hasta la misma calzada, inicialmente sin zócalo.

Plazas

    Dentro del conjunto urbano de Alcalá distinguimos las siguientes plazas:


•PLAZA DE SAN JORGE

    Bellísimo conjunto, en forma de ele irregular, limitada en uno de sus lados, por el propio recinto amurallado. No olvidemos que en los bajos del edificio del antiguo Ayuntamiento se abre la Puerta Nueva o «Del Sol».

    Concentraba los edificios más característicos de la Organización Ciudadana: la Parroquia, la Casa del Cabildo, Palacios de los Nobles, Casa Rectoral... al tiempo que servía como atrio de la Iglesia Parroquial y a las necesidades del Mercado y socio-recreativas. (Manuel Mª de Puelles y Centeno en «Recuerdos de mi juventud» nos expresa como a mediados del siglo pasado, cercándola con carretas, la Plaza era ocasional plaza de toros). De ella partían todas las primitivas calles y en sus proximidades se encontraban dos conventos el de Santa Clara y la Congregación de Jesús, María y José.

    Madoz, nos indicaba «La Plaza principal, llamada antes de San Jorge y ahora de la Constitución, es cuadrilonga, de 50 varas de largo y 28 de ancho, y en ella se ve la portada de la Iglesia Mayor, la Torre y una grada con mármoles alrededor y las Casas Consistoriales».

«Las otras plazas se denominan, de la Carnicería antes de Blasa, de 34 varas de largo y 14 de ancho: del Marqués, de 14 varas de largo y 8 de ancho, de la Cruz de 80 x 16: de las Cazallas de 6 x 100.»

•PLAZUELA

    Constituye un pequeño ensanchamiento, apenas perceptible, dentro de la calle Real, que permite la confluencia de otras vías de menor importancia.

•COLLADO

    Antes llamada del Marqués, comunica la calle San Vicente con Alonso el Sabio. A principios del XIX congregaba un buen número de edificios de arquitectura culta, hoy desaparecidos.

    De cualquier modo, aún se conserva en ella el único escudo heráldico en fachada y la última portada barroca de la ciudad.

•SANTO DOMINGO.

    Ocupa el espacio del antiguo Compás de Santo Domingo, en cuyo atrio se construyó el actual Mercado.

•ALAMEDA

    Centro neurálgico del Alcalá del siglo XX, concentra el Ayuntamiento, el Centro Parroquial de la Victoria, las Cajas de Ahorros, Correos...

    Es una plaza construida a mediados del XIX, de acuerdo a un esquema formal aprobado por la Academias Provincial de Bellas Artes, realizado por el Arquitecto gaditano D. Manuel García.

•PLAZA DEL HAMBRE

    Construida en 1830, uno de los años más trágicos de Alcalá, por los jornaleros en paro, a los que los pudientes de la población pagaban con alimentos.

•PASEO DE LA PLAYA

    Aunque no constituye propiamente una plaza, cumple como tal por cuanto que es un espacio peatonal de paseo y encuentro, donde se sitúan los servicios de hostelería y terciarios.




NOTAS

María Rosa Navarro Ariza es Arquitecta. Premio Nacional de Arquitectura 1982 (otorgado por el M.O.P.U.). Ha realizado diversos trabajos relacionados con Alcalá: de Planeamiento Urbano; Rehabilitación de Viviendas y la Caracterización, Definición y Delimitación del Conjunto Histórico para la Consejería de Cultura.

(1) Ramos Romero, Marcos; Alcalá de los Gazules, Cádiz (Diputación), 1.984.

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