sábado, 8 de enero de 2022

Una loa al alcalde Manuel María Espinosa



Ismael Almagro Montes de Oca



      En junio de 1876, tenía lugar un hito en la Historia de Alcalá, al concederle el rey el título de ciudad, que muchos entendieron como el colofón perfecto para una serie de proyectos llevados a cabo por el alcalde, Manuel María Espinosa, con los que se pretendía revitalizar a nuestra localidad.

     En nuestras calles se veían con entusiasmo todas las mejoras proyectadas y fruto de este entusiasmo, es el siguiente artículo que apareció publicado en el periódico madrileño “El Popular. Diario Independiente”[1] en el mes de julio en el que se ensalzaba la labor realizada por el regidor alcalaíno:

“Publicamos sin comentarios de ninguna clase por creer no las necesitan administraciones tan solicitas y fecundas en hechos importantes y beneficiosos como los que la nueva ciudad de Alcalá de los Gazules ha tenido la dicha de ver realizados. Merced á la iniciativa y celo de su ayuntamiento, constituido en dicha ciudad bajo la presidencia de D. Manuel María Espinosa á raíz del último cambio político ocurrido en nuestra patria, en tan breve período administrativo se han reedificado la casa Matanzas y lavadero público que estaban completamente destruidos.

      El hospital de Misericordia se ha reparado y abastecido de cuanto más necesario leer, no sin dejar consignado que el dignísimo obispo de Cádiz ha contribuido con sus limosnas á tan piadoso y caritativo objeto.

     Las fuentes públicas han sido reparadas, como sus depósitos y cañerías, aumentando sus aguas, aunque sin grandes resultados, por ser notoria su escasez.

     Se consiguió primero una cartería y después una estafeta, que hace tiempo reclamaban los intereses de aquel vecindario.

     Se formó el proyecto de una línea telegráfica, que enlazando con la de Medina Sidonia ponga á aquella ciudad en comunicación con todos los centros y poblaciones que gozan de aquel beneficio. El referido proyecto se encuentra aprobado por la Dirección general del ramo y todo su material se halla en Cádiz, procedente de París, para su inmediata instalación.

     Mediante al aumento de su vecindario y al desarrollo industrial, se le ha conferido por S. M. el rey el título de ciudad por decreto de 24 de Junio próximo pasado.

     Ha sido anunciada la subasta de su carretera, aprobada desde el año 68, resolución que era sumamente deseada, por considerarse con justa razón que ha de ser la que ha de aumentar la riqueza y vida comercial de aquel aislado vecindario.

      Están terminados por el arquitecto don Juan de la Vega los proyectos del enmadronamiento de sus principales calles, una alameda en una de sus plazas más céntricas, el arrecifado de su entrada por el mercado de su importante y renombrada feria y el de los dos edificios para escuelas públicas, que se pagan con sus fondos municipales.

     El vecindario de Alcalá de los Gazules está de completa enhorabuena con la realización de mejoras tan importantes y recordará siempre con agradecimiento la constancia, actividad y patriotismo de su primera autoridad, don Manuel María Espinosa, y el celo y alta influencia de don Eduardo Garrido Estrada, digno representante en el Congreso de diputados por aquel distrito.

       Nos felicitamos por la terminación de mejoras tan necesarias para Alcalá y felicitamos á la vez á tan culta población, á los individuos de la corporación municipal y á su digno representante, á quien se ha debido la iniciativa de todo.

      Sirva de ejemplo esta patriótica conducta á las demás corporaciones municipales. Si todas ó la generalidad desplegaran el celo y la actividad que la de Alcalá de los Gazules, la faz de España cambiaría por completo y en plazo no lejano; los pueblos profesarían gran respeto y cariño á sus autoridades y el orden marcharía de consuno con la prosperidad y bienandanza.”



    En años posteriores su figura fue minusvalorada, tachándolo de impopular, y eso a pesar de que incluso se rotuló una parte de la actual calle Las Monjas con su nombre. 

     Algunos de estos proyectos se verían torpedeados desde el propio Ayuntamiento, dilatando su ejecución en el tiempo, y curiosamente,  serían llevados a cabo por alguno de aquellos que paralizaron dichos proyectos y que acabaron llevándose la gloria, como la de rotular una plaza con su nombre.




NOTAS

[1] Edición del miércoles 26 de julio de 1876 07 26. Año VIII nº 2143 pág. 1

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