Doña Manuela Moreno Mª del Carmen Mansorla Hermana de Jesús y María Don José Fernández Sánchez Cristóbal Vilches de la Corte Inés Barea Perales Josefa Álvarez Salcedo Antonio Granara Romero Manuel de la Corte Delgado Francisca Macias Pérez Juan Muñoz Ramos María Monroy de Muñoz Domingo Moreno Vicenta Valle Salas Leonor Rio Rodríguez Juan Bosas Barea Rafael Rodríguez Romero Miguel Álvarez Corona Catalina Ballestero de Álvarez Isabel Ortega Jiménez Ana Mª Josefa de Velasco José Domínguez Durán Rafael Bohórquez Díaz Andrés de Peña Gil José Mora García Carmen Moreira de Mora Andrés Morales Escribano José Morales Escribano Antonio Álvarez Pérez Juan Barroso Almagro Juan Asensio Ortega Juan Manuel López Espinosa Diego Gallego y García Gonzalo Romero Blanco Manuel Moreno Carrasco Josefa Ramos de Moreno Antonio Franco Barrera Juan sillero Orta Gonzalo Romero Camacho Pedro Piñero Gómez Rosalía Lozano Mora Ángel Gallego Arnal Fernando Domínguez Illesca José Vázquez García Ana Pérez Monroy Ana Romero Pérez Antonio Sánchez González Dolores Fernández de Sánchez José Delgado Corbacho Rosa Marchante Sánchez José Sánchez Canto Francisca Guillén de Sánchez José López Ruiz Mª Fernández Sánchez Bartolomé Salas Fernández José Recio Juan de la Corte González Juan Rodríguez Romero Vicenta Briones Ponce Francisco Román Granara Isabel Triano Ana Triano Melchor Fernández Espinosa María Morales Moreno Catalina Salcedo Álvarez Antonio Fernández Pérez Jorge de la Jara Rodríguez Joaquina Álvarez de la Jara Juan de la Jara y Álvarez Francisco Toscano García José Camilleri Marchante Dolores del Rio de Camilleri José Fernández Sánchez Ana Trujillo Bázquez Francisco Mancilla Quijada Antonio Pastor y Calvo Ana Rosa Alex de Pastor Domingo de la Jara Álvarez Francisca Pacheco Morales Juan Delgado Gómez María de los Milagros Bauzano José Jiménez Álvarez Leandra Diaz de Jiménez Bríjida Lara de Abajo Juan Antonio Rodríguez José Mª de Puelles y Centeno Clara Puelles de Puelles Francisco Sánchez Díaz Consuelo Puelles de Sánchez Ildefonso Bohórquez Portillo Ana Álvarez de Bohórquez María Bohórquez Portillo Francisco Rodrigue González José Rodríguez Ramos Teresa de Castro Vda de Puelles Francisco Puelles Centeno Juana Puelles de Puelles |
Antonio Romero García Manuel Benítez Ríos Juan Castro Moreno María Úrsula Francisco Puelles Dalmaut Francisca Castro de Puelles Miguel Puelles Centeno José Asensio Pérez Antonio Galán Recio Juan Redondo Lucía Leonor Barbero de Redondo Rafael Pizarro Rodríguez Dionisio Pizarro Rodríguez María Bázquez de Pizarro María Balberde Ríos Antonio Armario Sánchez María de los Stos Carrillo Diego Pérez Cid Juan Rodríguez López Salvador Andrades Álvarez Juan Sánchez y Sánchez José Marín Rey Francisca Mora Moreno Miguel Sánchez Flores Isabel Flores Carretero Andrés Marchante Villalta Juan Pacheco Mora Isabel Meléndez Soria Encarnación Madrid Martin Manuel Delgado de la Corte Juan Delgado Fuentes Juan Carrillo Molla (Presbítero) Manuel Baquero (Presbítero) Joaquín Pizarro Rodríguez Manuel Sandoval García Baldomero Rodríguez Silva Rafaela Pastor de Rodríguez Francisco Moreno Daza Francisco Romero Hidalgo Miguel Jiménez Pino Juan Sánchez Moreno Manuel del Puerto Gómez Pedro Ita Fernández Andrea Benega de Ita Ignacio Tizón Moreno María Moreno del Castillo Roque Hidalgo Benítez Antonio Sánchez Monroy María Marín Ortega Francisco Muñoz de Arenilla Dolores Gutiérrez Fernández Sebastián Sánchez Moreno Miguel Sánchez Barea Catalina Barea López José García Barroso (Presbítero) Doña Antonia Benítez Álvarez Isidoro Reyes Espinosa Franco Roja Ortega Juan Barea Mora José Moreno Bera José Mª Benítez Ramírez Manuel González García Antonio Martínez Delgado Bartolomé Fernández Pérez Ana Fernández Vergara Diego Valle Benítez Manuel Cabrera Roble Franco González Rio Gabriel del Puerto Gómez José Domínguez García Pedro Nieto Torrejón José Sánchez Belmaño Dionicio Moreno Rosado Antonio Gil García Rafael Álvarez Belmaño Juan Corrales Bazquez Manuel Ita Pérez José Rivas Sánchez Cristóbal Benítez Valle Felipe Turrillo Salas María de la Corte Ahumada Francisca Ahumada González Francisca de Velasco García Manuela de Velasco García Jacinta García de Leiva Ildefonso Benítez José Blanco Rengel Francisco Clavijo Salas Juan Romero Revidiego Isabel Gamero Pérez Franco de P. Salas Amalio Sanjuan Arias Idelfonso Barea Mora María Mora Moreno Ildefonso Sánchez Cardoso Macario Blázquez de Juan”[5] |
sábado, 26 de marzo de 2022
La Cofradía del Nazareno a finales del siglo XIX
Ismael ALMAGRO MONTES DE OCA
De las cofradías alcalaínas, la del Nazareno es la que ha tenido una vida más longeva y estable, superando ya los cuatro siglos de existencia. Como todas, ha tenido momentos de gran esplendor junto a otros de decaimiento, pero sin cesar prácticamente nunca su actividad interna, excepciones hechas de la guerra de la Independencia contra la Francia napoleónica, en que perdió toda la documentación existente y el periodo comprendido entre 1976 y 180 en que no hubo nadie que se hiciese cargo de la misma. A pesar de esto, hubo años en que no sacó sus Imágenes a la calle, dependiendo del estado económico de sus arcas o de los acontecimientos políticos y sociales del momento. Recordemos por ejemplo lo ocurrido en 1868, año en que se suspende la procesión “por carecerse de Predicador para el Sermón del Paso o Pasión propio de ella, a la par qe los perjuicios que puedan ocasionarse pr efecto de la calamidad qe desgraciadamte sufre este vecindario”[1]
En 1856, los miembros de la Junta de Gobierno conscientes de la importancia de contar con unas Reglas que sirvieran de base para la organización de la vida cofrade, dieron a la letra sus primeros Estatutos conocidos, que serían actualizados en 1860 y reformados nuevamente en 1890. Precisamente estos últimos, nos ofrecen interesantes datos para conocer mejor cómo era la vida de esta Cofradía a finales del siglo XIX.
Lo primero a destacar es que, a diferencia de en la actualidad, la advocación de la Virgen de los Dolores no se incluía en el Título de la Cofradía. El órgano de gobierno de la misma era la Junta Directiva, al frente de la cual se hallaba el Presidente, un cargo de carácter honorífico que recaía en el Arcipreste de las Iglesias, ostentándolo desde al menos 1864 el Rvdo. P. Francisco de P. Castro y Moreno, que vino a sustituir a Juan José Liñán, que lo era desde 1860. Formaban además parte de esta Junta dos Hermanos Mayores (uno en la actualidad), dos Diputados, un Fiscal, un Tesorero y un Secretario. Todos los cargos tenían una duración de dos años, (cuatro actualmente) aunque podían ser reelegidos. Además, existía la particularidad de que todos los años, el domingo siguiente al de Resurrección se debía renovar la mitad de la Directiva en Junta General de Hermanos. La Junta Directiva debía nombrar a un Capellán para asistir a los actos y funciones religiosas de la Cofradía.
Otro dato curioso es que, en la Junta General, que debía estar presidida por el Arcipreste, los Hermanos cofrades debían ponerse a ambos lados del mismo por orden de antigüedad.
Para ingresar en la Cofradía, había que solicitarlo a los miembros de la Junta Directiva, que eran quienes decidían. Había que tener cumplidos los 16 años y en caso de ser menor, tener permiso paterno o del tutor.
Un aspecto menos conocido de las Cofradías en general y de la del Nazareno en particular, es que funcionaban como compañías de decesos y así, estaban obligadas a costear los funerales de los Hermanos difuntos. Esto explica que, para ingresar en ella, los menores de 60 años debían pagar una cuota inicial de 15 reales y los mayores de dicha edad, 60 reales.
Existía la posibilidad de solicitar ser inscrito en la Cofradía hallándose en peligro de muerte “para alcanzar las gracias e indulgencias de la misma” para lo cual había que pagar los 15 reales iniciales más otros 45 por cada acto que asistiera la Cofradía y gastos de entierro y cera, siendo ésta una práctica bastante habitual. Consta, por ejemplo, que el 29 de abril de 1893, Gil del Puerto Vaca pagó 26,25 reales “por la admisión de hermano en articuli-morti de Gil del Puerto Ramírez”, el 5 de mayo fue María Cote la que pagó 29,75 reales por la admisión de Francisca Sánchez Cote en idéntica situación y el 2 de septiembre Juan Cid Álvarez pagó 26,25 reales para inscribir antes de morir a Sebastiana Álvarez Sánchez. [2]
Cuando un Hermano estaba en sus últimas horas, el resto debía acudir ante el agonizante con velas encendidas para la administración de los Santos Sacramentos y rogar por su alma “hasta dos veces” y tras fallecer, facilitar cera para alumbrar el cadáver, costear un entierro común, acompañándole hasta el sepulcro, aplicando por su alma hasta cuatro misas. La Cofradía aún posee el paño de difuntos que se utilizaba antaño para colocarlo sobre el féretro que lo identificaba como Hermano de la misma.
Otra de las particularidades recogidas en los Estatutos de 1890 es que los Hermanos debían satisfacer una parte de su cuota anual en especie, concretamente una cuartilla de trigo, y otra en dinero, 8 reales, en el mes de agosto tras la recolecta.
La labor asistencial también quedó recogida en estas normas y en caso de que algún Hermano estuviese enfermo y sin recursos, el Hermano Mayor debía nombrar a dos cofrades para visitarlo diariamente y suministrarle durante el tiempo necesario 3 reales diarios y, además, se debía dar limosna de pan a los pobres que lo solicitaran el día de noviembre en que se celebrase la misa por los hermanos difuntos, que solía ser el día 30, festividad de San Andrés.
En las últimas décadas del siglo XIX, la Cofradía del Nazareno se encontraba de facto establecida en la Iglesia de la Soledad, debido al estado ruinoso que presentaba la Iglesia del exconvento de la Victoria. Sin embargo, constan que algunas reuniones de la Junta Directiva seguían celebrándose en dicha Iglesia, aunque la mayoría, incluyendo las Juntas Generales, se celebraban en la Sacristía de la Parroquia de San Jorge.
Solía celebrar además la Cofradía Cultos en Cuaresma. En 1884, por ejemplo, el Hermano Mayor Ildefonso Bohórquez propuso “fuera conducido N. P. J. y Nra. Sra. de los Dolores a la Parroquia para celebrar el Triduo con la solemnidad de vida por no poderse efectuar en la Iglesia de la Victoria por su mal estado”[3]
Otras de las diferencias con la actualidad, es que, en aquella época, la salida procesional no tenía lugar el Jueves, sino en la madrugada del Viernes Santo, estando obligada a solicitar permiso a las autoridades civil y eclesiástica. En los citados Estatutos se hace una breve descripción del cortejo:
“Asistirán todos los cofrades con la mayor compostura y circunspección, con velas encendidas y con buen orden, unos tras otros; precederá el estandarte negro, seguirá la Cruz encarnada, sucesivamente: a proporcionada distancia la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, San Juan, la Verónica y Nuestro Padre Jesús Nazareno.”
Cabe señalar que no figuran aquí ni la Bandera ni el Estandarte, pues dichos enseres fueron bordados en 1892 por las monjas del Convento de Santa Clara de la localidad.
Del igual modo, el recorrido de la procesión tampoco coincidía con el actual, quedando constancia del itinerario por “calle de la Salada calle de contrabandista barrio de S. Sebastián calle de Sagasta Plaza de la Bera Cruz Real Plaza de Blaza Villa Abajo puerta de la Villa Plaza de Collado y Plaza Alta” recogiéndose en la Parroquia.[4]
Para terminar, debemos reseñar que se conserva un censo de Hermanos de 1893, contabilizándose un total de 193 Hermanos, en el que figuran lo más granado de la sociedad alcalaína de la época, figurando entre ellos 3 presbíteros y algunos personajes cuya memoria ha quedado perpetuada en el callejero:
“Relación nominal de los hermanos que existen en el presente año en la espresada Cofradía
NOTAS
[1] Archivo de la Cofradía del Nazareno de Alcalá de los Gazules: Libro de actas nº 2. Sesión del 8 de abril de 1868. Folio 90
[2] Ib. Libro 5º folio 000 vuelto
[3] Ib. Libro 3º Folio 42 vuelto. Sesión del 23 de marzo de 1889
[4] Ib. Libro 3º Folio 55. Sesión del 3 de abril de 1892. La calle del Contrabandista es la actual Veredilla, Sagasta se corresponde con la calle los Pozos, Villa Abajo con Ildefonso Romero. En este época no existía el Paseo San Juan de Ribera.
[5] Archivo Municipal Alcalá de los Gazules. Legajo 409. Expedientes de Cofradías y Patronatos. Fechado el 3 de abril de 1893.
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