Artículo publicado en la Revista
de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2022
Ismael Almagro Montes de Oca
En Apuntes Históricos 2016 [1] ya di cuenta de las serias dudas que tenía acerca del adjetivo “romano” que, en la Historia local, se utilizaba, sin fundamento alguno, para referirse al antiguo puente del Prado, cuyos restos se conservan junto al actual, construido en 1815. En aquella ocasión, traté el tema someramente, por tratarse de un artículo en el que se ofrecía una visión global de nuestra localidad en la segunda mitad del siglo XVI. Ahora me propongo detallar todo el proceso de construcción de un puente sobre el río Barbate en aquella época, basándome en fuentes documentales, que apoyan mi hipótesis sobre que los restos que han llegado hasta nosotros no son precisamente de época romana, pues su construcción se produce ya en la Edad Moderna.
Durante el año de 1543 en varias actas capitulares del Cabildo alcalaíno, se menciona la necesidad de “fazer una puente en el rio d barbate q es en el termº (termino) y cerca dsta (de esta) villa por f (ser) muy nescesaria y conveniente por evitar los peligros q por no la av (haber) an subcedido y acaescido en el dho rio esplmente (especialmente) en el tpo (tiempo) de invierno” [2] Este texto es meridianamente claro: No existe ningún puente.
En abril del año siguiente, el marqués de Tarifa [3] envía al Cabildo una carta con una provisión real “pa ver cierta ynformacion en razón de la puente q esta acordado d fazer en el rio d barbate” [4] con el encargo de responder a una serie de preguntas sobre las condiciones en que se ha de construir dicho puente, dando los regidores un poder a Alonso Rodríguez Jurado para ello.
Sin embargo, casi una década más tarde aún no se ha colocado ni una sola piedra, lo que lleva al regidor Juan de Estrada a elevar una súplica al Cabildo en agosto de 1553 por la extrema necesidad que sigue teniendo la villa del puente por las muertes que se producen al cruzar el río. [5]
Continúan pasando los años sin que el proyecto tome visos de realidad y así doce años después, el 1 de enero de 1565, se vuelve a presentar en el Cabildo la necesidad de construir, esta vez no uno sino dos puentes, uno sobre el Barbate y otro sobre el Fraja, para evitar más desgracias, manifestando los regidores que el concejo “tiene buenos propios” para hacerlos y además hay muchos vecinos dispuestos a colaborar económicamente “por ser obra tan necesaria quieran ayudar pa ello” acordando recurrir al Maestro mayor de Medina para para que examine el terreno más idóneo para llevarlo a cabo y mientras tanto, se estudie la manera de hacer puentes provisionales o pontones. [6]
Desconocemos si finalmente llega este Maestro a presupuestar la obra, pues la misma vuelve a postergarse. Como hemos visto antes, el Concejo contaba con fondos suficientes para realizar la obra, por lo que deducimos que el problema radicaba en la falta de un arquitecto o mano de obra especializada en este tipo de trabajos, de tal manera que, hasta junio de 1571 no se retoma el asunto, al llegar a la villa una persona capacitada para hacer uno de madera:
“q se fagan dos puents de madera
En este cabildo se acordó y mdo q por qto (cuanto) esta en esta villa un hombre q se po (proveyó) fuece a fazer una puente de madera en el rio de barvte en el prado q es una cosa muy nesçesaria” [7]
Se comisionó al alcalde mayor para concertar las condiciones de la obra, así como para negociar también la construcción de otro puente de madera sobre el rio Fraja “por el preçio q su md le paresçiere”.
Muy pronto ambas partes llegan a un acuerdo, porque apenas pasado un mes, nos encontramos al maestro Juan de Noriega, a quien se había encargado la ejecución de la obra, con la madera cortada y preparada para trasladarla hasta el Prado:
“En este cabº se vido una peton de Juº de noriega q a de fr (hacer) las puentes en los ríos de barvte y de fraja por ql dixo q te (tiene) cortada la madera pa ellas en la sierra y q son menester quarenta honbres pa sacalla a cargadero y cinqta carretas q se le mande poveer pa q se trayga” [8]
Aunque se hable de puentes de madera, cabe pensar que la madera se utilizase para hacer los encofrados, arcos formeros y andamiajes, o bien para la plataforma superior por la que circularían carruajes, animales y personas, siendo los pilares de piedra, puesto que, en agosto, el Cabildo se ve obligado a comprar dos bueyes para el acarreo de las mismas:
“Sus mds mandaron q se conpre una yunta de bueyes q sea buena pa q traygan la piedra y otros materiales q son menester pa las puentes q se an de fazer/ y q se pague del propio del qº/ y ansy mismo q se conpre la cal y lo demas q fuere menester pa fz (hacer) las puentes”
En el mismo Cabildo, hubo de nombrarse un nuevo regidor que ejerciese como diputado de la obra, pues el que había sido nombrado anteriormente, Alonso de Pina, había desistido, sustituyéndolo Antón Luengo. Junto a éste, se nombra a Francisco de Estrada Coronado, que no pertenecía al Cabildo, siguiendo las ordenes contenidas en una provisión real “q sobresto dispone”. Asimismo, se insta a los diputados para que busquen urgentemente las carretas para acarrear la madera “por q convie (conviene) dar le prisa ants del invierno” y que negocien con el maestro y sus compañeros el precio de cortarla y apilarla. [9]
Durante todo el otoño se llevan a cabo los trabajos de construcción, pues el maestro Juan de Noriega recibe pagos tanto en especie, como ocurre en septiembre: “medio cahiz de trº (trigo) en grano pa q coman el su gente a qta de lo q a de aver pr el fazer de las puentes pr q dixo por una peton tenía dello necesidad y lo pedia”, [10] como en dinero, en el caso de noviembre, cuando se le adelanta seis ducados a cuenta de su trabajo. [11]
Sin embargo, a principios de diciembre, con la llegada del invierno, las obras se paran debido al mal tiempo, ordenando el Cabildo a Francisco de Nava y Fernando de Estrada que vendan los bueyes que se compraron para acarrear todo el material “atento q agora es invierno y no se puede trabajar con ellos pa evitar el riesgo q tienen de morirse o pederse y q otros no se aprovechen dellos cervido y q trabajen q se vendan en los xlvii dos (47 ducados) q costaron o lo q mas pudieren”. Posiblemente, los regidores no estaban muy conformes con el trabajo de Noriega, puesto que el mismo día acuerdan su despido y que llegando el verano se finiquitará lo que se le deba: “se despida de la labor y se le diga q alla pa la boca del verano se tasará la obra q a fecho y se fará qta de lo q se le a dado y si algo se deviere se le pagaría”. Asimismo, se decide entregarle a cuenta otros cuatro ducados y catorce fanegas de trigo. Del mismo modo, se despide al boyero, ya que no se le necesitaba, al venderse los bueyes. [12]
Otra de las personas que trabaja en la construcción del puente es Sebastián Crespo, a quien a principios de año nuevo se le pagan seis ducados de los propios del Concejo por el suministro de cal que ha hecho para la obra y diversos trabajos realizados en los últimos seis meses:
“…servir bueyes e carretas e gente e yr ciertas veces fasta xautor y fazer pºveer de paja a los bueys de qº y otras cosas q a fecho”. [13]
A finales de enero, se efectúa otro pago al maestro Noriega para saldar la deuda contraída por su trabajo, entregándosele cuatro ducados en diez y seis fanegas de trigo porque estaba pasando necesidad.[14]
Entrado el año nuevo, la obra sigue parada e incluso el Cabildo se ve obligado a despedir a principios de marzo al carretero de la misma, Pedro Martín, “por ser el tpo (tiempo) de aguas y estar holgando”. [15] Sin embargo, pocos días después de este despido, se retoma la actividad, renovándose los diputados del Concejo encargados del puente, nombrando a Luis Carrillo y reeligiendo a Antón Luengo, y, si bien, en diciembre se acordó vender uno de los bueyes y sacrificar el otro, tal venta no llegó a producirse, puesto que ahora se les encarga a los nuevos diputados adquirir un nuevo buey para, con ambos, terminar de arrimar el material que falta. Asimismo, se vuelve a pagar otros ocho ducados a Noriega. [16] Aunque en diciembre se decidió despedir a este maestro, parece ser que no fue así, porque a finales de marzo, recibe otros veinte ducados a cuenta, tanto para su manutención, como para enviarlos a su tierra, por tener casi acabada la obra: “atento q la de barvate esta ya casi acabada y luego a de enpesar la de fraxa” [17]
El 28 de abril el puente se encuentra prácticamente acabado y “resta poco por fazer”, pagándose al maestro Noriega otras seis fanegas de trigo y dos ducados, decidiéndose que se tase el coste definitivo que ha tenido la construcción del puente para saldar la deuda con el maestro. Asimismo, se ordena a los diputados del mes de mayo, Francisco de Mendoza y Melchor de Morales, vender en almoneda los bueyes que se compraron para traer el material porque ya no son necesarios. [18] Es sorprendente esta decisión, pues en breve va a comenzar la obra del puente de Fraja, así como que, pocos días más tarde, se finiquiten los salarios de Juan de Esquivel y Alonso Martín, alarifes o arquitectos de la obra. [19]
El 19 de mayo, el puente del Barbate se encuentra totalmente terminado, según el escrito que Noriega envía al Cabildo, satisfecho por su trabajo: “por q él acabado la de barvate y esta muy buena y apºvecho q duraría mil aºs (años)”.
Aprovecha para pedir que se le paguen a él y a los seis trabajadores que han estado en la obra los honorarios que le pertenecen: “el se a gastado mucho en fazerla/ y de ordniº (ordinario) an andado el y seis honbres en ella q se le mande pagar conforme a la bondad de la dha obra y a el mucho trabaxo y q pa ello se trayga un maestro o dos dlante q conforme la tase y se le page según su trabajo”. El Cabildo decide traer un oficial de Jerez o de Medina para que, junto con otro, tasen la obra. [20]
NOTAS
[1] “ALCALÁ DE LOS GAZULES DURANTE EL SEÑORÍO DE PER AFÁN DE RIBERA”. Revista de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2016. Págs. 52 y 53. Véase https://historiadealcaladelosgazules.blogspot.com/2016/12/alcala-de-los-gazules-durante-el.html.
[2] ARCHIVO MUNICIPAL DE ALCALA DE LOS GAZULES. Actas de las sesiones del Ayto. pleno. Legajo 1 folio 97. En las actas, se utiliza el término en femenino, que, según la RAE, era habitual en el castellano medieval y clásico.
[3] Es preciso recordar que el título de Duque de Alcalá no se otorga hasta 1557
[4] AMAG. Actas de las sesiones del Ayto. pleno. Legajo 1. Cabildo del martes 1 de abril. Folio 128.
[5] Ib. Legajo 2. Cabildo del lunes 28 de agosto. Folio 40 vto.
[6] Ib. Legajo 3 (1559-1569). Cabildo del 1 de enero de 1565. Folio 278.
[7] Ib. Legajo 4 (1569-1578). Cabildo del lunes 18 de junio de 1571. Folio 103.
[8] Ib. Cabildo del lunes 30 de julio de 1571. Folio 111. Será el maderero Felipe Gallego el encargado de inspeccionar la madera y traerla hasta el río.
[9] Ib. Cabildo del lunes 13 de agosto de 1571. Folio 113 vto. y 114. Todavía a finales de mes, la madera no se había recogido de la sierra porque se urge a los diputados Antón Luengo y Cristóbal de Ayllón para que la acerquen al río antes del invierno. (Cabildo del 27 de agosto. Folio 118 vto.)
[10] Ib. Cabildo del lunes 3 de septiembre de 1571. Folio 120 vto.
[11] Ib. Legajo 4 (1569-1578). Cabildo del lunes 12 de noviembre de 1571. Folio 131. En el mes de octubre se le entrega 56 fanegas de trigo y 2 ducados (Cabildo del lunes 5 de octubre de 1571. Folio 125.)
[12] Ib. Cabildo del lunes 5 de diciembre de 1571. Folio 136.
[13] Ib. Cabildo del lunes 14 de enero de 1572. Folio 151 vto. Al mismo Crespo, enterado el Cabildo de que uno de los bueyes que se compraron está enfermo y caído sin poder levantarse, le encargan sacrificar al animal para no perder el dinero invertido: “q lo faga desollar y traer a la pescaderia y poner el cuero en cobro pa q se benefiçie el dho buey”. Resulta curioso que la carne se lleve a la pescadería en vez de a la carnicería.
[14] Ib. Cabildo del lunes 27 de enero de 1572. Folio 156.
[15] Ib. Cabildo del lunes 4 de marzo de 1572. Folio 170. Se le había dado una fanega de trigo a cuenta de su trabajo.
[16] Ib. Cabildo del 10 de marzo de 1572. Folio 172. Noriega hace la petición para pagar a un mozo que se quiere ir de la villa.
[17] Ib. Cabildo del 30 de marzo de 1572. Folio 177 vto. A mediados de abril, se le pagan a Cristóbal González 4 cahices de cal que suministró a Sebastián Crespo para la obra del puente (Cabildo del 14 de abril de 1572. Folio 178 vto.)
[18] Ib. Cabildo del 28 de abril de 1572. Folio 182. Una almoneda es una subasta pública de bienes
[19] Ib. Cabildo del 5 de mayo de 1572. Folio 183. En el mismo Cabildo Juan de Noriega pidió 2 ducados y 2 fanegas de trigo, pagándosele solo 1 y 1 fanega.
[20] Ib. Legajo 4 (1569-1578). Cabildo del 19 de mayo de 1572. Folio 185. En el mismo Cabildo se ordena el pago de 12 reales por 2 cahices de cal a Vicente Díaz Calero.
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