Artículo publicado en la Revista
de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2022
Mar Jiménez Cumbre
Dentro del gran número de alcalaínos que han pertenecido al estamento eclesiástico, ha habido algunos que, por sus virtudes, han sobresalido sobre el resto. Quizás sea Diego de Viera el más conocido por todos, pero hubo otros que llegaron a alcanzar gran fama en su época. Tal es el caso del Doctor Sebastián López Becerra, que fue un colaborador importante de Viera en la fundación y consolidación de su Obra, nombrándole su sucesor como capellán y Administrador.
Fernando Toscano, en su libro sobre el Beaterio, dejó algunas pinceladas sobre este Beneficiado y gracias a nueva documentación que hemos localizado, podemos conocer mejor la carrera sacerdotal de nuestro paisano.
Su padre, D. José López Becerra Eslava y Ponce de León, hijodalgo, natural de Sevilla, llegó a Alcalá en fecha indeterminada. Contrajo matrimonio con la alcalaína doña Ana Muñoz García Cano en la Parroquia de San Jorge el 18 de mayo de 1755 [1]. Aquí ejerció como alguacil, secretario de diligencias de la Inquisición y también como sochantre. [2]
Según una relación antigua sobre la fundación del Beaterio, [3] el matrimonio tuvo cuatro hijos, dos hembras y dos varones, todos los cuales encaminaron sus pasos hacia la vida religiosa: Teresa, que fue una de las fundadoras de la obra vierana, siendo la primera Hermana Mayor de la Institución. Josefa, que tomó los hábitos en el convento de Santa Clara como Sor Josefa María del Santísimo Sacramento. Sobre el otro varón, Fernando Toscano, siguiendo la citada relación, dice que fue fraile dominico, aunque ignoraba su nombre y apuntó la posibilidad de que se tratase de Fr. Manuel López Becerra, Lector del Convento de Sanlúcar, que escribió unos apuntes históricos sobre su convento en 1790. Sin embargo, podemos asegurar que su hermano se llamaba Francisco y nació en Alcalá en 1760. Fue clérigo subdiácono. Ingresó como colegial en el Colegio del Sacro Monte de Granada, donde fue opositor a Cátedras en su Universidad, alcanzando los grados de Bachiller en Filosofía y Doctor en Sagrada Teología. Falleció en nuestra localidad el 2 de octubre de 1782 a la edad de 22 años. [4]
El personaje que nos ocupa, Sebastián, nace en Alcalá el 24 de enero de 1763. Vivirá su infancia imbuido del ambiente religioso imperante en su época, tan presente en su familia. No sería extraño verle asistir a las misas en la parroquia cuando su padre dirigía el coro. Nada sabemos de su infancia, pero posiblemente recibiera las primeras letras en el convento de Santo Domingo, como hicieron muchos alcalaínos.
Con 17 años ingresa como colegial en el Colegio Seminario de San Bartolomé de Cádiz, donde viste la Beca el 2 de diciembre de 1780, [5] con la aprobación del Obispo Fr. Juan Bautista Cervera, tras superar las informaciones de vita, moribus et genere. [6]
Allí coincide con otro alcalaíno, Juan Delgado Fernández, otro colaborador de Viera en la fundación del Beaterio, pues fue el encargado de redactar sus Constituciones y tres de sus hermanas serían las monjas fundadoras, junto a la de López Becerra. Ambos fueron además compañeros de estudiantes que posteriormente fueron destacados personajes en su época, como es el caso del chiclanero Antonio Cabrera Corro, más conocido como Magistral Cabrera, que llegó a ser catedrático de Filosofía en dicho Seminario, canónigo magistral de la Catedral de Cádiz y eminente botánico, que pasaba temporadas en nuestro pueblo estudiando la Sierra del Aljibe y el sanroqueño Vicente Terrero y Monesterio, Diputado por la provincia en las Cortes de Cádiz, Examinador Sinodal del Arzobispado de Sevilla y del Obispado de Málaga y Ceuta.
En el Seminario gaditano prosigue sus estudios durante dos años, hasta que el 16 de mayo de 1782, el rector del mismo, Pedro Juan Cervera, arcediano de Medina y de la Catedral, presenta en la Universidad de Sevilla una certificación de estudios realizados por nuestro protagonista [7], quien el día 24 de mayo solicita examinarse [8], obteniendo el título de Bachiller en Filosofía al día siguiente, siendo aprobado por unanimidad. Juntó a él, se examinan Juan Delgado y Vicente Terrero. [9]
Continúa sus estudios en el Seminario y el año siguiente, con motivo de la llegada del nuevo Obispo de Cádiz, José Escalzo y Miguel, se le encomienda dar la bienvenida al nuevo prelado, para lo cual compone una Oración Latina en su honor. Este mismo año, al igual que hizo su compañero Juan Delgado el año anterior, se presenta para cubrir una vacante del cuerpo de Beneficiados de la Parroquia de San Jorge en Alcalá, y si bien Delgado consiguió la plaza, López Becerra fracasa en su intento.
Muestra de que era una persona con una formación exquisita es que suplió varias veces a los Catedráticos en el Seminario, destacando especialmente en Teología y Filosofía, materia en la que defiende el 25 de agosto de 1785 Conclusiones pro Collegio en presencia del Obispo de Cádiz, el Dean y el Cabildo de la Catedral, de quienes mereció especial aplauso, é intra claustra predica tres Sermones con exactitud[10] finalizando así su etapa en el mismo.
Poco antes, vuelve a opositar para obtener uno de los Beneficios en Alcalá, junto a otros nueve aspirantes, siendo nombrado Beneficiado el 13 de agosto por el Obispo Escalzo, tomando posesión el 28 del mismo mes. Precisamente en 1785, es López Becerra uno de los eclesiásticos que firma una Representación para instalar en nuestra localidad una Sociedad Patriótica para favorecer las artes y la industria, que no se pondría en marcha hasta 1788.
Al año siguiente, 1786, se gradúa como Licenciado y Doctor en Teología por la Universidad de Osuna, aprobando los ejercicios nemine discrepante. [11]
En 1787 es ordenado Presbítero, concediéndosele licencia para poder confesar a personas de ambos sexos, celebrar y predicar en los Obispados de Cádiz, Málaga y en el Arzobispado de Sevilla, y, además se le autoriza para confesar religiosas en el de Cádiz.
En los años siguientes continúa ampliando su carrera eclesiástica y así, en 1793 y 1795 oposita a las Canonjías Magistrales de las Catedrales de Guadix y Málaga, aprobando por sus respectivos Cabildos nemine discrepante, mereciendo un general aplauso de los presentes. Tras obtener la Canonjía de Málaga, el Obispo Manuel Ferrer y Figueredo le nombra Examinador Sinodal del Obispado de Málaga el 5 de junio.
En el año de 1796 hace oposición a la Canonjía Magistral de la Iglesia Catedral de Cádiz, aprobando nuevamente por unanimidad y, al igual que ocurriera en Málaga, el Obispo D. Antonio de la Plaza le nombra Examinador Sinodal del Obispado de Cádiz el 2 de diciembre. [12]
En el año de 1798, oposita a la Canonjía Magistral de la Colegial de Jerez de la Frontera.
A finales de octubre de 1800, tras la muerte del Beneficiado Diego de Viera, se hace cargo de la Administración del Beaterio y al año siguiente se presenta nuevamente para obtener una Canonjía Magistral de la Catedral de Cádiz.
En 1808, tras iniciarse la Guerra de la Independencia contra Napoleón, de entre todos los clérigos seculares y regulares que conforman el amplio estamento eclesiástico alcalaíno, es el elegido para predicar el día 8 de junio en el Santuario de Nuestra Señora de los Santos el Sermón con motivo de la procesión de penitencia que organizaron los cabildos civil y religioso para rogar por la victoria de las tropas españolas. Este Sermón es el primero sobre esta temática pronunciado en España y en él demuestra sus extensos conocimientos en oratoria, Historia de España y la Biblia. [13] No es ésta la única muestra del fervor patriota de nuestro personaje, pues en junio de 1810, cuando el ayuntamiento alcalaíno llevaba seis meses sin poder celebrar reunión en las Casas Capitulares por las circunstancias de la guerra, ofrece su casa para que los regidores retomasen la actividad municipal, hecho que tuvo lugar el 19 de junio. [14]
Con posterioridad al 7 de mayo de 1818, fecha de la toma de posesión de Salvador Jiménez de Enciso y Cobos Padilla como Obispo de Popayán (Colombia), éste nombra a nuestro paisano como Examinador Sinodal de dicho Obispado. La relación entre ambos debió surgir durante su etapa como Examinador Sinodal del Obispado de Málaga, pues el nuevo Obispo era canónigo de aquella Catedral.
El Doctor Sebastián López Becerra fallece en Alcalá el 15 de septiembre de 1824 a la edad de 61 años, siendo enterrado en el pequeño cementerio del Beaterio [15], al frente del cual pasó los últimos años de su vida. Legó sus bienes al Beaterio tras su muerte.
Según consta en su acta de defunción, fue propuesto por sus méritos para varias Mitras, aspecto éste que puede ser indirectamente refrendado por su Relación de Méritos, pues, aunque el documento está fechado en Madrid el 2 de febrero de 1797, se trata de una copia del documento original, que consta se guardaba en la Secretaría de la Cámara de Castilla, que era el organismo encargado de nombrar a los Obispos.
NOTAS
[1] Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro Matrimonial 12 f. 6 y vto.
[2] Toscano de Puelles, Fernando; “Historia de la Congregación-Beaterio de Jesús, María y José”. Págs. 148 y 149
[3] Óp. Cit. Pág. 154.
[4] Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro 6º Defunciones 1759-1782. Folio 293. Fue enterrado el día 3 en el Panteón de los eclesiásticos de la Parroquia, en la bóveda debajo del Altar Mayor.
[5] “Relación de los títulos, méritos, grados y exercicios literarios del doctor López Becerra, beneficiado de la iglesia parroquial de la villa de Alcalá de los Gazules”. Museo Unicaja de Artes y Costumbres Populares.
[6] Informaciones sobre sus costumbres y modo de vida.
[7] ARCHIVO HISTÓRICO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA. Libro 770. Certificaciones de estudios.1767-1782. f.727 y vto.
[8] AHUS. Libro 751. Peticiones, pruebas de cursos, incorporaciones y pruebas de pobreza 1778-1783. Folio 244 y vto.
[9] Ib. Juan Delgado Fernández justifica haber estudiado Filosofía durante dos años en el Convento gaditano de Santo Domingo y otro en el Colegio Seminario de San Bartolomé, donde ha sido colegial (folio 245 y vto.). Vicente Terrero, por su parte, alega haber estudiado dos años en el Seminario (folio 246 y vto.)
[10] Leyó tres veces con termino de veinte y cuatro horas en Filosofía, las dos por espacio de una hora, y otra por media; y otras dos veces en Teología por el tiempo de media hora, todo con unánime aprobación de sus Superiores y Maestros.
[11] Sin oposición alguna
[12] El 6 de mayo del mismo año, el Obispo de Cádiz D. Antonio de la Plaza, dio testimonio de que el Beneficiado de la Iglesia Parroquial de la Villa de Alcalá de los Gazules, era de buena vida y costumbres, que no se hallaba excomulgado, suspenso, irregular, ni con algún otro impedimento canónico por cuyas circunstancias le consideraba hábil y acreedor para la obtención de cualquiera Beneficio Eclesiástico.
[13] Fue impreso en Cádiz en la imprenta y Librería de Marina de la calle San Francisco por D. Manuel Bosch y Compañía el 22 de agosto de 1808, conservándose una copia en la Biblioteca del Senado.
[14] ARCHIVO MUNICIPAL ALCALÁ DE LOS GAZULES. Actas Cabildo 1803 -1813 Legajo 28. Folio 1
[15] Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Defunciones 9º. Folios 293 y vto.
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