Allá que va la familia Palma de Mesa con todos sus criados. Para muchos debe tratarse de un viaje hacia lo desconocido, máxime cuando seguramente nunca habían visto antes el mar. Imaginemos la angustia que debieron sentir cuando perdieron de vista la línea de la costa gaditana y se adentraron en la inmensidad del océano Atlántico en dirección a las Islas Canarias, primera parada del largo viaje que habían iniciado y a las que llegarían una semana y media más tarde. Desde allí, continúan el viaje rumbo a las Antillas, para finalmente alcanzar su destino, el Puerto de Veracruz. Un viaje por mar que duraría entre dos meses y medio y tres meses.
Pero no terminará aquí la odisea, porque aún les queda la segunda parte del viaje. Desde Veracruz, deberán cruzar gran parte del Virreinato de Nueva España. Desconocemos el itinerario, pero seguramente eligieron el camino más directo, pasando por algunas de las ciudades más importantes de Nueva España, como Puebla, México y Mechoacán (actual Morelia), para llegar a su destino final: Guadalajara. Tuvieron que recorrer por tierra más de 800 kilómetros, una distancia equivalente a viajar desde Cádiz hasta Barcelona. Fue un viaje difícil, complicado y costoso y seguramente no todos conseguirían concluirlo, tal como le sucedió al que será compañero de oficio del doctor Palma en la Real Audiencia, el licenciado Juan Páez de Vallecillo, que llegará a Guadalajara pocos meses después que nuestro paisano y que se quejaba del gasto que le había supuesto el viaje desde España, tanto en dinero como en vidas humanas:
“…gastó mucha hazienda en su jornada que hizo desde La española y llegado aquí se le an muerto sus esclavos y queda con necesidad” [55]
Ruta de los Galeones (Mapa de José Antonio Crespo-Francés) |
A finales de septiembre llega el doctor Bartolomé de Palma a Guadalajara, tomando posesión de su cargo el día 1 de octubre. [56]
Sin embargo, cuando el doctor Palma llega a Guadalajara, no se encuentra una gran urbe, sino una pequeña ciudad poco poblada, en el que apenas residían 200 familias españolas, [57] la mayoría de ellas relacionadas con oficios de la propia Audiencia. El alguacil mayor y regidor perpetuo de dicha ciudad, Jerónimo Conde, describió perfectamente la ciudad que acogerá a nuestro paisano y familia:
“… Esta ciudad de Guadalajara es un pueblo de ciento y sesenta vecinos y en esta vecindad entra el presidente y oidores de la Real Audiencia obispo, cabildo de la iglesia y de la ciudad, oficiales de la Real Hacienda, secretarios, escribanos y todos los demás ministros que para todos estos tribunales son menester que en todo esto se ocupan y se cuentan ciento y veinte vecinos antes más que menos de manera que quitados éstos quedan cuarenta vecinos que no tienen mando ninguno.” [58]
La ciudad, fundada en 1542, fue sede de la Audiencia y Cancillería Real del mismo nombre desde 1560, convirtiéndose en el núcleo administrativo, político y judicial abarcando vastísimos territorios, como Nueva Vizcaya, Nuevo León, Nuevo Santander, Sonora y Sinaloa, Nuevo México, California y Texas.
El doctor Palma de Mesa se va a encontrar una administración bastante compleja, ya que la Real audiencia de Guadalajara estaba, en teoría, subordinada a la de México, pero su presidente, tenía amplias facultades que sobrepasaban el ámbito estrictamente judicial, como el reparto de tierras, promulgar ordenanzas o nombrar funcionarios, lo que en la práctica provocaba una lucha de poder con el virrey. [59]
Dirigía la Audiencia el doctor Santiago de Vera, que tenía un amplio bagaje de servicio a la Corona, pues había sido oidor de esta Audiencia, alcalde de corte de la de México, y primer presidente de la Real Audiencia de Filipinas y fue nombrado Presidente de la Audiencia por Felipe II en 1593. [60] Fray Antonio Tello, en su obra Crónica Miscelánea decía del mismo: “gobernó con rectitud y prudencia, dando los oficios á vencimientos, honrando á los nobles, respetando y venerando las religiones; puso gran cuidado en que las justicias seglares en todo se conformasen con los guardianes y curas de la gobernación , con que en su tiempo floreció mucho todo este reino.” Sin embargo, hay que aclarar que el referido fraile franciscano no llegó a conocer a Vera, pues arribó a tierras americanas en 1616, diez años después del fallecimiento del presidente, por lo que esta visión se antoja un tanto edulcorada y tendenciosa. Existe, por el contrario, un Memorial escrito al Rey por Gerónimo Conde, alguacil mayor y regidor de la ciudad de Guadalajara, en el que denuncia el nido de corrupción en que había convertido Santiago de Vera aquellas tierras. Conviene igualmente precisar que la transcripción de este Memorial (no hemos podido localizar el documento original) lleva la fecha de 1607, pero creemos que este dato es erróneo y que el documento es anterior a esa fecha por dos motivos: primero, porque no tiene sentido enviar un escrito de acusación contra una persona cuando ésta ya había fallecido el año anterior. Y segundo, porque en dicho escrito se habla en presente del doctor Palma, y si esa fecha fuese la correcta, ya llevaba varios años fallecido.
Se trata de un documento coetáneo al doctor Palma en Guadalajara, que nos ofrece una visión muy aproximada de la vida en aquella ciudad y en él, Gerónimo Conde denuncia el trato de favor que reciben los familiares y parientes del presidente de la Audiencia:
“en esta ciudad tan corta y tan miserable tiene el dicho presidente treinta y siete deudos y parientes suyos y de sus hijos y sobrinos y demás de éstos, otros nueve hijos, yernos y nietos sin otros deudos de deudos y amigos y criados españoles que tienen los unos y los otros que es grande la cantidad y con él y en su casa de una puerta adentro están los dichos sus hijos, yernos y nietos y sobrinos, todos casados lo que tienen edad para ello y todos comen y cenan a una mesa que todo esto es contra razón por las muchas molestias y daños que reciben los vecinos y las obligaciones y respeto y reverencia que a todos se les ha de tener como a hijos y deudos de un presidente y gobernador que los gobierna…” [61]
Se queja además de las ínfulas de poder, no solo del presidente, sino de los oidores y otros cargos y sus familiares:
“tiene en esta Real Audiencia con cuatro oidores y un fiscal sin el presidente y todos son casados y con hijos que a todos ellos se les ha de hacer la misma reverencia que al propio presidente y sus deudos y todos quieren ser servidos y adorados…”
Hace también una relación de los casos de nepotismo en que ha incurrido el presidente Santiago de Vera, dando cargos a familiares en toda su jurisdicción:
“proveyó el dicho presidente a Tomás Pérez su hijo, según es publica voz y fama y por tal es tenido, por alcalde mayor del Partido de Teocoaltiche, donde en tratos y granjerías y cosas atroces que hizo, sacó de ganancia de la dicha alcaldía más de doce mil pesos de que quedó destruido todo el partido de Teocoaltiche.
…el dicho presidente proveyó a don diego de Padilla, casado con una sobrina del dicho presidente, por alcalde mayor de la provincia de Culiacán, donde sacó ganado más de diez mil pesos.
…proveyó a Diego de Pones, casado con una deuda y parienta del dicho presidente, por parte de Gaspar de Mota, cuñado del dicho presidente, casado con su sobrina por alcalde mayor del partido de Sombrerete…
…proveyó a Gaspar de Mota, regidor de esta ciudad, casado con doña Mariana de Vera, sobrina del dicho presidente, por alcalde mayor del partido de Tlajomulco…”
La lista continua, casi interminable, relatando los cargos otorgados a hijos, sobrinos, parientes, familiares y criados.
Denuncia el abuso de poder que ejercen los oidores y familiares con el resto de vecinos:
“si acaso por manos de pecados alguno cae en algún hierro y desgracia por pequeña que fuese hasta dejarlo del mundo y destruirlo a él y a su mujer e hijos para siempre no paran como lo han hecho con muchos vecinos de esta ciudad que por cosas muy livianas los ponen en las cárceles y los tienen presos un año y dos y al cabo los echan de la tierra y los destierran por cuatro y seis años…o porque tuvieron alguna pendencia o diferencia con algún criado suyo o porque los mercaderes de sus tiendas no les dieran la mercadería más barata o porque no la quisieron fiar… y así en la menor ocasión que se les ofrece se lo pagan de contado teniéndolos en prisión y destruyéndolos.”
Pero, del mismo modo que acusa a los oidores, advierte que el único que se salva es nuestro paisano, por ser una persona recta y de principios, del cual dice:
“quiero sacar saco y escalso: un oidor de los que Vuestra Magestad tiene proveídos en esta Real Audiencia que es el doctor Palma de Mesa que a éste no le toca ni atañe ninguna cosa de lo que a vos tengo dicho porque es padre y amparo de esta república y reino y no de los principales hombres y jueces cristiano que Vuestra Magestad tiene proveídos en todos sus reinos porque si por el dicho oidor no fuera, estuviera este reino perdido más de lo que está cuanto él solo lo sustenta en favor y justicia, paz y quietud de los vasallos de Vuestra Magestad y el dicho oidor los defiende con justicia de los demás sus compañeros y esto sin que ello le mueva ningún interés a mas de buen celo y animo varonil y cristiano que tiene de hacer bien a los dichos vasallos y servir a Vuestra Magestad y así es el más pobre hombre de hacienda que hay en el mundo porque no se mete en más negocios que cobrar su salario y con el come y pasa su vida tratándose muy llana y cristianamente y sin ningún trato ni contrato haciendo bien a todos, procurando aumentar a los vecinos deteniéndolos no desamparen la ciudad ni se vayan de ella animándolos a todos de las molestias y vejaciones que reciben del presidente y sus hijos y parientes y de los demás, por lo cual el dicho presidente y oidores no le pueden ver ni el fiscal, porque a todos ellos les va a la mano de muchas cosas que hacen con pasión, rencor y mala voluntad y así le procuran todos ellos que dicho presidente en particular hacer todo mal y daño en cuanto él puede, que si Dios Nuestro Señor fuese servido de conservarlo en salud en esta tierra estaríamos muy contentos porque es persona que puede gobernar un mundo y si Vuestra Magestad quiere saber en particular y general quién es el dicho doctor Palma de Mesa y de su cristiandad y partes, mande informes de todos los que van a esa corte que hayan estado en las Indias que aun los que lo hayan visto en su vida dirán bien de él respecto de la gran fama uy cristiandad que en todas las Indias tiene y todos estamos con temor que por ser tan bueno y de nuestro gusto se ha de morir o nos lo han de mudar a otra parte, más Dios Nuestro Señor y Vuestra Magestad se acordarán de nosotros en hacernos merced.” [62]
Tiene, además, palabras contra los oidores Francisco de Pareja y Juan Páez de Vallecillo, a quienes acusa de ser simples lacayos de Vera, volviendo a hacer defensa del doctor alcalaíno:
“…porque el otro oidor que es el doctor Palma de Mesa es de por sí, porque jamás lo ha podido encabestrar el dicho presidente a que le consienta hacer cosa ninguna de las dichas, ni otra cosa mala, porque el dicho presidente y a los demás les va a la mano grandemente y como es solo y el dicho presidente tiene a los demás, como dicho tengo, sujeto vive en la ley que quiere y hace lo que le parece por cuanto a los dichos oidores no se les da nada que no presenten sino llevar su salario y lo demás de donde diere más que se pierda que bien ven y no ignorando los daños y males que hace el dicho presidente y fiscal y pasan por ello, porque en siendo cosa que toque al dicho presidente o su gusto se van con él a todo lo que quieren, en todo, y para que sepa Vuestra Majestad por qué hacen esto los dichos oidores, es por la mayor miseria y desventura que se puede contar y por una miseria de favor que tienen en el dicho presidente de esta manera que el dicho presidente prevee encargos de justicia y otros aprovechamientos a los deudos y criados de los dichos oidores y escuderos de sus mujeres …
… y así, el dicho presidente tiene a estos dos oidores a su voluntad y mandado para hacer como hace cuanto quiere y así el otro oidor que es el dicho doctor Palma de Mesa no le pueden ver el dicho presidente ni los demás porque no tiene escudero para su mujer ni le pide cargos para él ni para nadie y les dice con libertad lo mal que todos ellos lo hacen y así viven con la mayor libertad, quietud y cristiandad que se puede imaginar como hombre cristianísimo y buen juez y letrado como lo es famosísimo.”
Plaza Mayor de Guadalajara ( en el siglo XVIII) |
NOTAS
[55] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,6,R.22,N.126. Carta del Doctor Santiago de Vera
[56] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,6,R.22,N.120. Carta de la Audiencia de Guadalajara.
[57] BERTHE, Jean-Pierre. El licenciado Gaspar de la Fuente y su visita tierra adentro, 1608-1609 In: Sociedades en construcción, la Nueva Galicia según las visitas de oidores, (1606-1616) [en línea]. México: Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, 2008 (generado el 05 julio 2022). Disponible en Internet: <http://books.openedition.org/cemca/1595>. ISBN: 9782821828070. DOI: https://doi.org/10.4000/books.cemca.1595.
[58] Iguiniz, Juan B. “Acusación Contra El Doctor Don Santiago De Vera, Presidente De La Real Audiencia De Guadalajara, Enviada Al Rey Don Felipe II Por Jerónimo Conde, Alguacil Mayor Y Regidor Perpetuo De Guadalajara"." Estudios De Historia Novohispana 4.4 (1971).
[59] CALVO, Thomas. Op. Cit.
[60] TELLO, Antonio Fray; Libro segundo de la crónica miscelánea en que se trata de la conquista espiritual y temporal de la santa provincia de Jalisco… Capítulo 232
[61] Iguiniz, Juan B. Op. Cit.
[62] No hay duda de que Bartolomé de Palma estaba vivo cuando se escribió este Memorial, por lo cual, no puede ser de 1607, pues en esa fecha ya había fallecido.
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