sábado, 8 de abril de 2023

Alcalá de los Gazules en la Encuesta del Ateneo (I)




Ismael Almagro Montes de Oca


    En 1901, la sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid puso en marcha un cuestionario sobre las costumbres en torno a tres episodios del ciclo vital del ser humano: el nacimiento, el matrimonio y la muerte, enviándolo a multitud de pueblos de toda España. Se recibieron 289 contestaciones, contenidas en más de 17000 fichas siendo las de Alcalá de los Gazules unas de las más completas, gracias a la información facilitada por los alcalaínos Manuel y José María Puelles Centeno. Manuel fue médico militar y ejerció su profesión en nuestra localidad y en Paterna.

    Estas respuestas constituyen un verdadero tesoro etnográfico, pues son un testimonio directo sobre las costumbres, rituales y creencias existentes en la sociedad alcalaína de principios del siglo XX, descubriéndonos aspectos hoy desconocidos, como la existencia de “cobijadas” al estilo de las vejeriegas o creencias tales como que, en la costumbre de acompañar las mujeres a una viuda tras el entierro del marido, la primera que debía abandonar la sala debía ser también viuda, pues de lo contrario, el marido de la que saliera, sería el siguiente en fallecer.

    La encuesta está repartida en tres bloques: nacimiento, matrimonio y defunción, con un número de preguntas variables en cada uno de ellos.

    Reproducimos íntegramente a continuación  las preguntas, las cuales dejamos con el orden con que aparecen (aunque a veces no siguen un criterio lógico, pasando de orden alfabético a orden numérico).  Las respuestas de la encuesta las transcribimos en cursiva, tal cual aparecen en las fichas:



NACIMIENTO


A) CONCEPCIÓN

a) Creencias y supersticiones relativas a los medios de conseguir la fecundidad

    Desde el punto de vista religioso consideran como primeros abogados á San Ramón Nonnato y a Santa Lutgarda; también á la patrona del pueblo Nuestra Señora de los Santos, que se venera en un santuario distante unos cuatro kilometros de la ciudad, en sitio agreste y pintoresco, frecuentado constantemente por romeros, cazadores, touristas.


b) Prácticas más usuales con este objeto

    El vulgo no concibe que pueda haber concepción si no hay sensación de placer por ambas partes. Cuando no resulta a la fecundación, lo atribuyen muchas personas á repugnancia instintiva por parte de alguno de los conyuges ó á frialdad de temperamento

c) Prácticas más usuales con este objeto

    Practicas religiosas: Novenas á S. Ramon, á Sta. Lutgarda y á la patrona del pueblo Nª Señora de los Santos, en el Santuario que tiene á cuatro kilómetros de la población: otras devociones á los mismos santos.

Medios terapéuticos: cafe, espirituosos y baños (de que se usa y abusa)

Remedios populares: 

    La verdadera panacea que corre como misteriosa confidencia entre los interesados, es, en primer lugar, es una yerba, que denominan altamisa (tal vez quieren decir artemisa real, que es emenagoga y desobstruyente), la cual se cria en una fuente que se llama del Sol, situada en el monte Picacho, de este término municipal, lindante con los de Jerez y Cortes de la Frontera y que forma parte de una de las estribaciones de la renombrada Serranía de Ronda en unión con la de Gazules. Existe, según los inteligentes, dos clases de altamisa: una fina y otra basta, siendo la primera la que tiene tal virtud; empleandose á modo de infusión para tomar todas las mañanas una jícara ó taza hasta conseguir el resultado. En segundo lugar se recurre á la corteza del ballón, árbol que crece en la Sierra de las Cabras, también de este término; el ballon que tiene esta virtud es hembra y [no] hay que confundirle con otro árbol parecido que también se cria en aquella tierra, llamado por el vulgo ciballón; el cual es macho y carece de dicha virtud; del primero cortan un pedazo de corteza para hacer una cuchara y sirviéndose de ella sobreviene el periodo en la mujer, de menstruación difícil ó nula y como consecuencia la fecundidad. También se usa el leño de ballon en infusión; pero si la fecundidad aparece y se sigue utilizando, entonces produce el aborto. Por el contrario si alguna una mujer quiere conseguir el aborto ó quiere hacerse esteril creen conseguirlo usando otros medios, criadillas de puerco asadas y pulverizadas concienzudamente con una infusión aromática; así tambien como el peregil asado con aguardiente y otras disparatadas prácticas, que ponen en peligro á veces la salud y la vida.

B) GESTACIÓN

1) Ofrendas religiosas

    Por todas las mujeres cualquiera que sea la clase á que pertenezcan hacen desde luego ofrendas y votos religiosos á los santos de su particular devoción.

    Al acercarse la época del alumbramiento, acostumbran las más, á cumplir sus preceptos religiosos, confesando y comulgando y encendiendo luces á los Santos, que creen han de favorecerlas en el fatal trance de la expulsión del feto.

    Las mujeres de las clases acomodadas, durante el periodo de la gestación son muy cuidadas y mimadas por los suyos, al revés que las de las clases pobres, que ayudan á sus maridos á sostener las cargas de la casa, con su trabajo, aunque tengan como dicen graficamente, la barriga en la boca; á pesar de lo que, los hijos generalmente nacen sanos y robustos; quizá debido á lo que las madres dicen “Dios hace la casta”

2 a) Prácticas familiares

    Las prácticas familiares son infinitas; se aconseja á la embarazada que pasee con frecuencia, lo que tiene su razón científica, entendiendo que el parto es más fácil, originando el ejercicio la presentación de cabeza; se procura que la embarazada no ande descalza, no porque pueda producir malos resultados en la salud de la madre, sino porque nacen los niños quebrados:

    Como á los cinco meses del embarazo y para que los pechos no se echen á perder, se restregan estos, todos los días con una rueda de limón con sal; también beben todas las mañanas en ayunas un vaso de agua fría, para facilitar en su tiempo, la expulsión de la placenta. Otras, ocultan el embarazo todo el tiempo posible, verificando grandes comprensiones en sus vientres, perjudicándose ellas y el producto de la concepción por la preocupación vulgar, de que así nacen los niños, más bonitos.

2 b) Antojos de embarazada: creencias referentes á su satisfacción y á cómo pueden influir en el que nazca

    Todo lo más extravagante que invente la imaginación más calenturienta, es pálido, ante los absurdos, caprichos y antojos de las embarazadas; por lo regular detestan todo lo que constituye el régimen fundamental de la alimentación, diciéndo que les produce vómitos é indigestiones; en cambio toman ensaladas caprichosas de diferentes yerbajos, condimentadas con mucha pimienta y mucha mostaza; mucho vinagre, sopas de legia, tierra, flores, cal, café en pipa; otras acreditadas por su temperancia, buen juicio y buena educación, se hacen bebedoras de aguardiente en gran cantidad, usando frases mal sonantes; queriendo ahora con frenesí lo que aborrecen luego con apasionamiento; á aquella se le antoja, por ejemplo, un clavel, y si no lo tiene cuando lo desea, y se toca á cualquier parte del cuerpo, el niño ha de salir indefectiblemente marcado en aquél sitio con el clavel; y así, sucesivamente en todo lo demás que se vaya antojando; de aqui la situación dificil del marido, cuando el antojo traspasa los linderos de lo honesto ó de su bolsillo, como suele suceder en algún caso. Digalo sinó el citado por un catedrático eminente de Obstetricia de la Facultad de Medicina de Cádiz, ocurrido en dicha localidad, de una honrada é ilustradísima Señora que suplicaba á su marido, que a su presencia, la dejase tirar un bocado en el morillo de un fraile franciscano, muy obeso, que pasaba todos los dias frente al balcon de su casa.

c) Vaticinios respecto del sexo y cómo se hacen: creencias acerca de la influencia del año, mes, día, hora y fase de la luna en que ocurra el nacimiento

    Innumerables son los vaticinios que entre el vulgo se hacen, respecto á las condiciones en que ocurre el nacimiento, como igualmente los que le han precedido. Se considera como verdad inconcusa que, en matrimonio en que la mujer es de más edad ó más robusta que el marido, abundan las hembras; que en matrimonios entre parientes pesa una especie de maldición; si la madre acostumbra a andar adelantando el pié derecho ha de tener varón, si el izquierdo hembra.

    Tambien se hace el siguiente experimento; se echa una moneda de diez céntimos por el cuello da la embarazada, si al caer al suelo, sale de cara es varón, si queda de cruz hembra. En cuanto al año que ocurre el nacimiento, si es bisiesto, tiene el chico gracia para curar ciertas enfermedades; si es año de calamidades y de guerra y por añadidura nace en martes y trece, es el rigor de las desdichas; si nace en Mayo el niño padecerá de venereo; si en Febrero el chiquillo será alegre, loco y aturdido; si en Noviembre, de carácter tétrico y sombrio. Pero lo que constituye una observación aforística y de una verdad incontravertible  para ciertas personas, es la influencia de la luna; de tal suerte, que de nacer un niño en menguante, el que le ha de seguir ha de ser como antes ó semejante y si fuese en creciente entonces será diferente; Verdad es que la observación no resulta muchas veces exacta; pero á esto se objeta, que entre los dos partos ha podido haber algún aborto de poco tiempo, que haya, hasta podido pasar desapercibido para la madre, el cual hipotético aborto hace perder el dato esencial de la observación y por lo tanto, vuelta á empezar el estadio de las fases de la luna y del venidero parto. Tambien se vaticina la mayor ó menor fecundidad de la primeriza, por el número mayor ó menor de nudos que tenga el cordón umbilical.

C) ALUMBRAMIENTO

a) Si la asistencia se hace por personas profesionales, y, en este caso, sexo de las mismas

    Presentado el alumbramiento, cuya época equivocan casi siempre las interesadas, se avisa á la comadrona.

    La asistencia á las parturientas de todas las clases sociales en esta localidad, no se hace por persona facultativa, si no por mujeres prácticas en estas lides, las cuales no solo asisten como parteras, sino que arreglan la casa, guisan y á veces anticipan el dinero para la compra, siendo retribuidas con la cantidad de tres pesetas, teniendo además que vestir al niño, seis ó siete dias hasta que se le caiga el muñon del cordon umbilical. En casos apurados se llama al médico. Las mujeres muy pobres se despachan como Dios les dá á entender, con las vecinas y hasta solas.

1) Presencia de imágenes. Reliquias. Luces

    Se encienden luces á S. Ramon, Santa Lutgarda, S. Cayetano y S. Expedito, se reza y dicen oraciones a los santos de mayor predilección; si el parto se retrasa se utiliza el delantal de la Virgen del Rosario, ó rosarios milagrosos que posee alguna vecina, ó medallas de la Virgen de Lourdes, estampas de Nuestra Señora de los Santos, patrona del pueblo y lignum crucis traducido por las vecinas con el nombre de "Niño en Cruz"

    Cuando llega el momento del alumbramiento, comienzan todos los parientes á á [sic] invocar á la Virgen de los Santos y á la Virgen de la Luz á la que le dirigen parturienta y parientes las siguientes frases -¡Madre mia, de la Luz! ¡Dadle luz…. Tambien invocan al Cristo del mayor dolor, y se cuenta de una gitana que se hallaba en tan apurado trance, y como tardase en parir, acordose que tenia en la habitación inmediata un cuadro de S. Cayetano y mandó á una parienta que se lo trajera. La habitación donde el cuadro estaba, estaba á oscuras y la parienta echo mano del primero que encontró. Y como coincidiera el alumbramiento, la mujer colocó el cuadro en un rincon y acudió á prestar auxilio á la gitana. Terminado el acto; con el mayor fervor se arrodillaron para dar gracias y al volver el cuadro, vieron con asombro y estupefacción (más de notar por el carácter ponderativo de esta raza); siendo digno de verse los gestos aspavientos y exclamaciones que hacían, que el S. Cayetano del portentoso milagro era ni más, ni menos que el propio Guerrita en una de sus más interesantes actitudes ante la arrogante fiera que se lidia en los circos taurinos.”

(Exvoto a Ntra. Sra. de Tulantongo, Colección María y Gonzalo Méndez Zapata, México D.F)

2) Objetos en los que se suponga alguna virtud; cuáles son y empleo de los mismos

    En las clases acomodadas se tiene á prevención desde algunos días antes del alumbramiento, una primorosa caja que contiene los siguientes objetos; un bolsito cerrado con hojas de rosas, romero y alhucemas, que tiene por objeto el echarlo en el agua templada con que se ha de lavar el recién nacido, un tarrito de miel, para hacer el paladar del niño, otro con belladona para la dilatación del cuello uterino; unto sin sal ó sea manteca de puerco lavada en agua para que se despoje de la sal marina, la que sirve para los reconocimientos tactiles de la comadre ó del cirujano; otro tarro con aceite de oliva ó de almendras dulces para el ombligo; una caja con polvos de rosa para la curación de éste; dos cordones, ya porque el parto puede ser de gemelos, ó bien por extravio ó inutilidad de alguno de ellos; unas tijeras, una toalla, un cernadero de cañamazo para recibir la criatura, una faja para ceñir las caderas de la parturienta y unos cuantos trapos de hilo.

    En cuanto á las pobres, estas se avian como pueden, y á veces falta todo y tienen que ir proveyéndose de prestado con arreglo á las indicaciones del caso.

    Una practica muy especial y en la que tienen gran fé las mujeres; consiste en la dilatación de la rosa de Jericó que es, al parecer, viznaga ó sombrilla silvestre, que se cria en este término y sus ramitas sirven de escarba dientes; la cual viznaga al secarse se cierra formando una especie de ovoide ó doble cono; pues bien, echando esa mal llamada rosa de Jericó en agua, á medida que se impregna, comienza á abrirse y llega á dilatarse de manera que adquiere la forma que tuvo cuando estaba verde y unida al tallo; y como tarda no pocas horas en adquirir esta forma y se vá dilatando paulatinamente, el vulgo ha querido encontrar el paralelismo con la dilatación del cuello uterino y en vez de ver una mera relación de coincidencia, han hallado otra de causalidad.

    Tambien suponen que tienen virtud, los anillos de oro y esmeraldas, para evitar los entuertos; ponerse un zapato nuevo de hombre de campo, al tener el primer hijo y por veinticuatro horas, para evitar los entuertos en aquel parto y en los sucesivos, etc, etc.

c) Vaticinios respecto del recién nacido en atención á las circunstancias que hayan concurrido en el nacimiento

    En cuanto á vaticinios respecto á las circunstancias que concurren en el nacimiento, desde luego, los sietemesinos tienen gracia para curar determinadas enfermedades; y si ha llorado en el vientre de su madre (?) y reune la circunstancia especial de haber nacido en Jueves Santo, entonces es casi un taumaturgo y su sola presencia basta para calmar toda clase dolores, muy especialmente el llamado mal del padrejón que viene á ser la inflamación con dolor de vientre bajo, el que se cura con solo aplicar la mano, el que tiene gracia, que á falta del nacido en las condiciones antes dichas, lo puede cumplir un mellizo ó un Juan, que son los sustitutos por derecho propio. Nacer de pié es signo de felicidad. Si el parto es laborioso es signo de que el chiquillo ha de ser travieso y de larga vida; si es orejudo será rico; si tiene el pecho ancho y llora mucho gran cantante y si el ombligo prominente afortunado.

d) Supersticiones respecto del mal de ojo; quiénes pueden hacerlo y sus consecuencias. Protección contra éste y otros maleficios

    Nadie puede demostrar, á los que tales creencias tienen, que no existe el mal de ojo; que los niños, en quienes se aposenta el encanijamiento ó raquitismo, la tabes mesentéricas a los que el pueblo llama estar tabiro ó la anemia, es dependiente de vicio hereditario, mala alimentación, ó falta de leche. E l niño anémico y consunto está asi, porque le han hecho mal de ojo, personas de mala intención, por lo general, jitanas ó mujeres de dudosa conducta; y si alguien desconocido de la familia, coje el niño entre sus abrazos y lo acaricia, ya no hay duda de que ejercitó en la inocente criatura, su maléfica influencia y el niño está condenado á muerte irremisiblemente. Solo puede salvarlo, la misma persona, que lo ha castigado, pues aunque se empleen medallas, lignum crucis, novenas, no se tiene confianza en el resultado, pues se hace el mal de ojo con fuerza tan destructora, que instantaneamente al niño se le revienta la bolsa de la hiel.

    Cuando llega á conocimiento de sus padres, lo mejor que deben hacer es pesar al infante con torvisca, que es una planta silvestre que se cría en cualquier sitio de esta comarca, y en igual cantidad que pesa el niño; una vez pesado, se echa la torvisca al tejado de la casa y si se seca, el niño muere; pero en cambio se salva si permanece fresca.

    Tambien existen le supersticiones de que el niño ha de ser vestido por una sola persona pues si se hace por varias muere, y no mecer la cuna antes de acostar al niño porque también muere; guardar el muñon del cordon umbilical para que el niño no salga callejero. Existe asimismo la creencia que la primera que dá de mamar al niño es la que le hace las entrañas, de tal suerte se debe evitar dé el pecho mujer de dudosa conducta ó mala reputación.

    El remedio para curar la hernia del recien nacido, creen que consiste en coger al niño quebrado entre una María virgen y un Juan soltero, el dia de S. Juan bautista al dar la primera campanada de las doce de la noche y pasar lo por una vareta de mimbre abierta, diciendo el Juan =: "María, te entrego el niño quebrado, entrégamelo sano" = Esta á su vez, repite la misma operación y las mismas frases dirigiéndose á Juan; y asi sucesivamente hasta que termina la última campanada.

    Tambien el Juan y la Maria, pueden llevar al infante á un sitio no distante del pueblo camino de Jimena, el cual sitio se llama Las asomadillas y pasandolo por el lado de un laurel que alli hay, diferentes veces, lo creen curado.

e) Tratamiento posterior de la parida. Régimen, alimentación, cuarentena, purificación

    Las clases acomodadas se sujetan al regimen facultativo; pero la clase pobre, la media y alguna señora de la calle, se dedican desde luego á sus faenas habituales, como si tal cosa hubiese ocurrido. Vulgarmente, y como tratamiento posterior al parto, suelen tomar las paridas mucha canela, chocolate á pasto, el puchero con frecuencia, que ha de ser hecho con gallina.

    Si la placenta tarda en expulsarse toman un vaso de agua fresca y soplan con todas sus fuerzas en una aceitera de lata llamada en este país alcuza y ya está la expulsión hecha. Si tienen poca leche comen sardinas, especialmente arenques, que son muy lecheras (sin duda por el mucho agua que hay que beber después de comidas). La zalea de la cama de la parida, es preciso que sea de oveja, nunca de carnero, porque ésta última produce entuertos, como no se coloque debajo de la cama por espacio de veinticuatro horas una vasija con agua fresca. Para que acuda pronto la leche, se usa una cuenta, que se llama cuenta de leche: tambien se usa una hierba que se llama hierba de toro. Para evitar los entuertos toman alhucena cocida y bayas de mirtileno ó murta que es el fruto de los mirtos ó arrayanes, que si alguna virtud tiene es astringente.

f 1) Justificación de la personalidad: si existe la covada ó costumbre de permanecer el padre durante cierto tiempo en el mismo lecho que ocupan la presentación pública del recien nacido hecha porel padre, etc

    El padre presenta al recien nacido á las personas que se hallan próximas diciendo "Ya tienen VV. un servidor ó servidora más á quien mandar"

    Generalmente respeta las leyes higiénicas de la cuarentena y aun más; aunque se dán casos de no ser así.

f 2) Costumbres dignas de mención

    El padre en el momento de nacer el niño apunta la hora del nacimiento, el Santo del dia, los nombres de los padrinos y los que le van á poner al recien nacido.



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