sábado, 11 de julio de 2020

Las calles de Alcalá y sus nombres. Evolución Histórica (VII)



SÁNCHEZ DE LA LINDE

       La calle Sánchez de la Linde llevó siempre el nombre de calle Barranco, por el terreno sobre el que se asentaba, pasando a llevar el nombre actual a partir del 10 de agosto de 1907.[111] Se publicó en su día que este personaje era un médico residente en Alcalá a fines de siglo XVIII y comienzos del XIX[112] aunque en realidad fue vecino nuestro  en la segunda mitad del siglo XIX, puesto que en 1865 José María Sánchez de la Linde aparece firmando un manifiesto contra el Reino de Italia.[113]
A pesar de la nueva rotulación, en muchísimos documentos oficiales de la primera mitad del siglo XX sigue apareciendo denominada como Barranco.


 SÁNCHEZ DÍAZ

     La calle Sánchez Díaz siempre se denominó como calle Nueva, hasta que el 17 de junio de 1899, tras fallecer el que fuera concejal y alcalde Francisco Sánchez Díaz, se acordó modificar el nombre en su memoria: 

“el Sor Benítez del Rio manifestó a la Corporación que se estaba en el caso de honrar la memoria de tan distinguido Compañero y dar testimonio público del aprecio a que se había hecho acreedor por su buen comportamiento en el Municipio y por las bellas cualidades que le adornaban; no encontraba medida mejor para ello que designar una de las calles de la población con el nombre de Sánchez Díaz y lo proponía así el ilustre Ayuntamiento. Este después de breve discusión y de conformidad en un todo con la proposición hecha, acordó por unanimidad: variar el nombre de la calle Nueva por el de Sánchez Díaz y que designe así en lo sucesivo”[114]

       Francisco Sánchez Díaz fue elegido concejal el 1 de julio de 1897, dimitiendo al día siguiente por tener que ausentarse frecuentemente.[115] Elegido nuevamente concejal el 4 de agosto de 1897, sin embargo, no toma posesión hasta el 5 de noviembre[116] y justo tras su toma, dimite el alcalde Pedro Montes de Oca, siendo elegido Sánchez Diaz como alcalde. Apenas medio año más tarde, el 27 de junio de 1898 presenta su dimisión por sus muchas ocupaciones.[117]

      Que se tomara la decisión de rotular con su nombre una calle, posiblemente se debiese más a motivos de humanidad que a su labor política, que fue mínima, pues falleció el 24 de mayo de 1899 a la edad de 35 años de Gripe.[118]


SÁNCHEZ FLORES

      La Calle Sánchez Flores  lleva su nombre en honor de Miguel Sánchez Flores, del que se dijo que era alcalaíno y de profesión maestro de obra.[119]

      Sin embargo, hay que precisar que este personaje nació en Cuevas de Vera (Almería) en 1833 y llegó a Alcalá en 1871.[120] En 1885 pidió varios solares para construir en el cortinal de la vereda ancha, extramuros de la localidad, que serán el origen de la calle que lleva su nombre. Desconocemos su profesión, pero sabemos que fue uno de los mayores contribuyentes de nuestra localidad.[121] Fue concejal, que sepamos, en 1876 y entre el 1 de julio de 1883 y el 10 de julio de 1884, fecha en que presentó la dimisión: 

“Por el Concejal D. Miguel Sánchez flores se pidió al Municipio se le admitiera dimisión de su cargo por achaques de su edad, que le impedían dedicarse a toda clase de asuntos, por lo que no asistía, cual fuera su deseo, a la mayor parte de las sesiones que se celebraban: el Ayuntamiento estando en la certeza de lo manifestado, le admitió la dimisión.” [122] 

     Asimismo, fue alcalde de barrio del 2º distrito a partir del 12 de octubre de 1882.[123]



      Pasados varios años, en octubre de 1890, la Corporación alcalaína decide rotular y numerar las diversas calles que conformaban el conocido como “Barrio de Flores”[124] aunque parece ser que hasta 1901 no se rotulará la calle con su nombre.[125]

     Con todo, un dato desconocido hasta ahora es que toda la zona conocida como Patio Campanas fue dividida en varias calles, renombradas por acuerdo del Ayuntamiento el 21 de agosto de 1905, sin que en época posterior[126] haya constancia de cambio de nombre, por lo que podríamos decir que siguen vigentes: 

“La primera o sea la paralela a la calle Duque Almodóvar del Rio (actual calle Real) <<Cervantes>>. La segunda o sea la que baja por la estrema derecha de la primera <<Colón>>. La tercera que baja por la estrema izquierda de la primera <<Zorrilla>> (es la que linda con el huerto del Convento de Santo Domingo) La cuarta o sea la paralela con la primera <<Larios>>”[127]

      En 1916 aún encontramos estos nombres en el callejero. [128]

Anotación manuscrita en la pasta de un libro de 1919
conservado en el Archivo municipal en el que pueden leerse
 los nombres de las calles del Barrio de Sánchez Flores


NOTAS

[111] AMAG. Libro de actas de sesiones del Ayto. Pleno. Libro 14 folio 19. 

[112] GUERRA MARTINEZ Jaime; Apuntes par un nomenclátor de las calles de Alcalá de los Gazules. Revista de Apuntes Históricos 1982, pág. 24. 

[113] Edición del sábado 19 de agosto de 1865 del periódico El Pensamiento. Año VI nº 1730 pág. 1 

[114] AMAG. Libro de actas de sesiones del Ayto. Pleno. Libro 7 folio 66 y vto. 

[115] Ib. Libro 4 folio 43 vto. y 47 vto. 

[116] Ib. Libro 6 folio 137 vto. 

[117] Ib. Libro No catalogado folio 64 vto. 

[118] Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 10 folio 566 

[119] GUERRA MARTINEZ Jaime; Apuntes par un nomenclátor de las calles de Alcalá de los Gazules. Revista de Apuntes Históricos 1982, pág. 27. 

[120] AMAG. Legajo 182.Padrón habitantes 1888. 

[121] AMAG. Libro de actas de sesiones del Ayto. Pleno. Libro no catalogado 1893-1894. Folio 6 derecha. Sesión del 12 de enero de 1893. Aparece entre los contribuyentes de 1ª Categoría 

[122] AMAG. Libro de actas de sesiones del Ayto. Pleno. 1884-1885 Legajo 42 Libro 3 folio 4 vto. 

[123] Ib. Legajo 42 Libro 2 folio 23 vto. 

[124] Ib. Libro 3 folio 121 vto. Sesión del jueves 2 de octubre de 1890. 

[125] En la sesión del 11 de marzo de 1901 se consignan 30,60 ptas. Por la rotulación de la calle de Sánchez Flores. AMAG. Libro de actas de sesiones del Ayto. Pleno. Libro 8 folio 189. 

[126] Al menos hasta mediados de la década de los años 40 del siglo XX, que hemos estudiado en profundidad. 

[127] AMAG. Libro de actas de sesiones del Ayto. Pleno. 1905-1906 Libro 12 folio 69 vto. 

[128] Ib. Libro 20 folios 84 y 85. Sesión del 15 de enero de 1916. 



sábado, 4 de julio de 2020

Santo domingo (y II)



EL EDIFICIO HOY

       El templo actual consta de una sola nave central y ocho capillas laterales, de las cuales tres, y parte de una cuarta, están ocupadas por viviendas particulares (Ver plano). Esto es parte de lo que el templo debió ser en un principio, pues nos consta que en un momento indeterminado, entre 1750 y 1860, y por causas todavía desconocidas, se produjo el derrumbe de las bóvedas del crucero y de la cabecera del templo, reduciendo este a su estado actual, con una sola nave,- de unas dimensiones de 20,60 metros por 8 metros de ancho-, el edificio se cubre por cubierta, que incluye las capillas laterales, de teja sobre vigas de madera y tabla a dos aguas. Bajo ésta, dejándola oculta, una falsa bóveda de cañón con insinuación de arcos fajones y lunetos, de construcción muy posterior a su origen. A los pies de la nave central existió un coro sobre artesonado de cedro, apoyado sobre dos columnas de orden toscano, -que siguen en la Iglesia como única muestra visible de la existencia del coro-. 

      En su cabecera, el edificio se cierra con un muro construido, con posterioridad al derrumbe de las bóvedas del crucero y de la primitiva cabecera, con restos de los materiales del derrumbe, -piedras trabajadas: tambores de columnas, molduras de impostas y restos de las nervaduras de las bóvedas-, y en el que todavía es posible observar baquetones y molduras góticas del arranque del arco toral que ocupaba este lugar y que hoy están cegados por dicho muro. 

      A ambos lados de la nave central existen en la actualidad una serie de capillas, las cuales están intercomunicadas entre sí por pequeños pasillos, calados en los muros que las separan, y a las que se acceden desde la nave central mediante arcos apuntados, en las capillas números 1,2, 5 y 6, y por arcos de medio punto, en las capillas números 3,4, 7 y 8. 

La intervención arqueológica

      Al objeto de conocer la planta original del convento, así como de recabar la mayor información posible referente a su fábrica y a su evolución histórica, durante los meses de Noviembre y Diciembre de 1993 y Enero de 1994, se realizó en el edificio una excavación arqueológica con 3 puntos de intervención: 

1.- Zona interior del convento o zona del crucero y cabecera o presbiterio. En donde se realizan hasta siete cortes diferentes que nos permitirán la localización de los elementos estructurales que conformarían la planta del edificio: columnas, muro de cierre, altar mayor, etc. 

2.- Cortes en el exterior del edificio, son dos y ambos se localizan junto al muro derecho del edificio, al objeto de verificar la consistencia del terreno sobre el que fue construido el convento. 

3.- Cortes en la zona en que presumiblemente se ubicaba el claustro del convento. 



     Veamos que depuró cada una de las zonas: 

      La zona 1 o interior del convento, aunque hoy esté fuera de la iglesia, y sea un huerto, lo primero que deparó fue que tras levantar la capa vegetal que la cubría (de aproximadamente 0,35 metros de espesor, aunque varía según las zonas) nos encontramos con los escombros procedentes del derrumbe y profundizando hasta 1,25 metros, encontramos el suelo de la Iglesia, conservando éste la capa de mortero sobre la que iría el pavimento de ladrillos, los cuales han desaparecido en su inmensa mayoría, existiendo sólo un par de ellos que coinciden plenamente en medidas y características con los del interior de la Iglesia. En el primer corte, (A), realizado encontramos, en perfecto estado de conservación, la basa de la columna exenta del Arco toral de la Cabecera. Esta, es de forma poligonal (siete caras), de 0,50 mts. de altura, sobre ella existen dos molduras horizontales, encima de las cuales arrancan cuatro nervios o baquetones verticales que a su vez tienen distintas molduras. Sobre todo esto descansa la media columna adosada a la pilastra. Se observa que la basa estuvo encalada en los momentos de uso previos al hundimiento de las bóvedas. 

      El segundo corte, (B), en esta zona tenía como objeto localizar la basa de la otra columna sobre la que apoyaría el referido arco toral, pero sólo se conserva la planta de la referida basa (que denuncian que ésta tenía la misma forma que su simétrica encontrada en el primer corte), y adosada a ésta, un murete de ladrillos que se dirige perpendicularmente hacia el muro de cierre exterior del edificio. En este corte segundo, que es de grandes proporciones -5x2 metros- encontramos pavimento intacto, consistiendo éste en un suelo de ladrillos dispuestos a sardinel. Pero es que, además, en este corte pudo comprobarse la existencia de un escalón o rellano que de alguna manera preludia el salto de nivel entre el crucero de la Iglesia y el presbiterio, lo que dio lugar a efectuar un tercer corte, que tenía como objeto aclarar la estructura de la zona del presbiterio, sobre la que se carecía de cualquier tipo de información. 

      El tercer corte, (C), inicialmente de 3x1 metros, terminó por ocupar toda la zona de la cabecera, en un gran cuadro, en el que tras ir retirando la capa de tierra, de unos 0,40 metros, comenzaron a aflorar los restos del pavimento, de ladrillos dispuestos en sardinel, así como pudo observarse la existencia de una pequeña elevación de pavimento, probablemente de forma poligonal, sobre la que habría estado colocado el altar, del cual no se conserva prácticamente nada. Únicamente se puede ver la impronta o huella de donde hubo de estar. En torno a la huella del altar, desaparece el pavimento de ladrillos, siendo sustituido éste, por otro de azulejos vidriados de cuenco y aristas, si bien sólo se conservan dos de estos azulejos in situ, el resto ha debido de ser saqueado, quedando marcadas así mismos las improntas de éstos sobre la base de argamasa. 

      El cuarto corte, (D), viene planteado por el anterior, por cuanto que al encontrarse el presbiterio a una cota, lógicamente superior al resto del pavimento del crucero, en algún punto debía producirse el salto entre ambos. Encontrar esta posible escalera era el objetivo de este cuarto corte, situado aproximadamente en el centro del edificio y en sentido longitudinal. En este corte y tras quitar 0,40 metros de tierra oscura vegetal empezamos a encontrar los habituales materiales de derrumbe del crucero y de la cabecera, pero nuestra sorpresa vendría en una de las esquinas de la zanja donde apareció, con una de sus esquinas casi en la superficie, un gran bloque de mármol negro con vetas blancas (¿Pétrea Serena?) con una de sus caras trabajada con motivos geométricos en relieve. Los huecos triangulares de las esquinas tenían incrustadas piezas de mármol rojo, también con veteado blanco, (¿Rosso antico?). El motivo central, en forma de rombo, debió de tener igualmente la pieza de mármol rojo, pero en este caso la había perdido. Se trata de la basa de una de las dos columnas que debieron de flanquear el presbiterio, o bien el retablo mayor del altar. Su origen y factura bien podrían pertenecer al barroco italiano. Aún más, cuando nos encontrábamos retirando todas las piezas trabajadas (para su numeración y catalogación) apareció interna en el perfil izquierdo de la zanja y apoyando sobre el suelo del crucero, una nueva basa de mármol negro, la compañera de la anterior.

Basa, en mármol, 
de las columnas que flanqueaban el Presbiterio

      Dentro de las piezas observadas en este corte cuarto existen bastantes piedras trabajadas, de la nervadura de la crucería, pero entre ellas destaca una piedra clave, en careado, para engarzar tres nervios. 

      En el extremo opuesto de la zanja, apareció por fin el objeto de nuestra búsqueda en este corte omito, en una profundidad de 0,50 metros, en su punto superior y de 1,50 metros en su cota más baja, apareció la rampa de la escalera que debía comunicar el nivel del presbiterio con el del crucero, a la cual le faltaban todos los escalones. 

      Después de excavar este corte número cuatro se puede afirmar que los materiales de derrumbe no están in situ, tal y como debieron quedar tras el desplome, sino que parecen haber sido colocados en esta zona de la iglesia, posiblemente durante las faenas de desescombre y recrecimiento del actual muro de cabecera del edificio. Ello lo avala el hecho de que la basa de mármol negro aparezca sobre el resto de las piezas de la crucería, en un orden de caída improbable tras el derrumbe. 

      El quinto corte, (E), se ubicaba en la esquina que forma el muro de cabecera actual y el muro izquierdo del edificio y tenía como objeto encontrar la columna izquierda del primer arco toral, sin embargo todo fue inútil, rebajamos hasta la capa madre de tierra vegetal sin encontrar nada, lo que nos hace pensar que la basa de la columna debió ser retirada a la hora de construcción del muro de cabecera. 

      El sexto corte, (F), tenía como objeto encontrar la basa de la columna derecha del primer arco toral, por lo que se encuentra en la esquina opuesta al corte anterior, una basa que apareció en bastante buen estado de conservación y se trata de media columna adosada a una pilastra. El vano entre esta columna y el muro de cierre, que comunicaría con la capilla número 1, da la impresión que pudiera haber estado cegado durante la época de uso del convento, pues se observa cierta uniformidad en la fábrica, sobre todo en su zona inferior. En el extremo opuesto de la zanja apareció parte del muro de cierre de la Iglesia por su parte derecha, el cual se encuentra bastante deteriorado, levantándose sólo unos 0,30 metros por encima del pavimento, y con una anchura de 1,20 metros. 

      El último corte en el interior del edificio, (H), tenía como objeto comprobar la existencia de una posible puerta de acceso en el muro de cierre, tal y como sugieren los arquitectos D. Tomás Carranza y D. José M. Morales, autores del proyecto de restauración del edificio. Este corte de 4 metros de largo por 1 de ancho, aunque luego se amplió en anchura, permitió observar la posibilidad de la existencia de la puerta de acceso, pues, aunque el tramo mural se conserva en muy mal estado, se observa como la fábrica del muro cambia en una zona determinada, pasando de ser de piedras irregulares a ser obra de ladrillos, comprobándose, además, diferencias de nivel y rebajes distintos. Aunque el dato más revelador es la existencia de un escalón que pudiera indicar la existencia de la puerta de acceso. 

Piedra clave, en careado, para engarzar los nervios de la cúpula

      La zona II o Exterior del edificio tendrá, como decíamos, dos cortes, ambos en el muro derecho, uno en la fachada y otro al final del muro, junto al actual muro de cabecera. 

      En el primer corte exterior (H), se llegó hasta una pavimentación compuesta de tres capas, una primera de arena y cal, una segunda de fragmentos de teja y barro rojizo apisonado y una tercera de cal con arena y ripio menudo, teniendo en total un grosor de 30 cms., esta pavimentación debe de ser el preparado de nivelación previa sobre el que descansaría el pavimento propiamente dicho. En el estrato, inmediatamente inferior el sigue una gruesa capa de 0,80 metros formada por tierra dura de color castaño muy compactada y con fragmentos de tejas y piedrecillas. El siguiente estrato es una greda o barro duro y compacto de color verdoso sobre el que empiezan a cimentar. 

       Sin embargo, este corte nos depararía sorpresas pues en el estrato natural, el último, aparecieron dos enterramientos, uno en la esquina S-W del cuadro y otro en la esquina N-W del mismo. No se encontró ningún dato ni material que pudiese dar una fecha segura para estos enterramientos. Únicamente, el rito utilizado parece indicar que se tratan de enterramientos de época hispanomusulmana; el uso de fosa simple, la ausencia de ajuar, la posición recostada sobre el lado derecho y sobre todo, el hecho que los cuerpos miren hacia el Estrecho de Gibraltar. Esta última, es una característica propia de las necrópolis musulmanas de España, que colocan a los cadáveres mirando hacia el lugar por donde entraron en la península, en vez de mirar hacia La Meca como sería preceptivo. 

      De ser así, podríamos encontramos ante uno de los cementerios de la ciudad medieval de Alcalá, que, por norma, se encontraban a las afueras de la ciudad, dato este, que aquí parece verificarse, ya que el convento se encuentra fuera del perímetro de las murallas medievales. 

      El segundo corte exterior del edificio (I) se realizó en la fachada principal del convento, entre la columna derecha del arco apainelado de entrada y el estribo derecho allí existente. 

      En este cuadro se observó que bajo la basa de la columna y sirviendo como cimiento de ésta aparece un gran bloque de piedra arenisca, igualmente aparece la cimentación del muro de portada, pero también aparecen restos de los cimientos de una construcción de época romana, con una franja de opus signinum, de 0,30 metros en su ancho mayor y unos 0,10 el menor. Dado el escaso tramo encontrado, no podemos aventurar a qué tipo de edificio pertenecen estos restos y naturalmente mucho menos, podemos saber las dimensiones del mismo. No obstante, entre los muchos fragmentos de cerámica que componen el opus signinum, se encontró un trozo de base de un recipiente de terra sigillata hispánica, de la forma 36 de la clasificación de Mezquiriz, y que tiene una cronología del siglo 1 después de Cristo, cronología pues, que sería válida para dicha construcción romana. 

      La zona III o claustro tendrá otros dos cortes. El claustro del convento debió de estar situado tras el muro de cierre del edificio que aún queda en pie. Esto se desprende de algunos restos de arcos, capiteles y pilastras que todavía pueden verse en el lugar. 

      Con el objeto de determinar la existencia de éste, se procedió a la realización de los dos cortes citados. 

       El primero de los cortes (J), se realizó junto a los restos de una pilastra adosada al muro, en la cual aún se conservan parte de los riñones del arco que debió de existir en el lugar. El cuadro trazado, de 3,00 x 1,50 metros, tenía como fin comprobar si persistían elementos del arco bajo tierra, tales como la basa de la otra jamba y el suelo del claustro. Esta zona se encontraba cubierta toda ella de una gruesa argamasa de hormigón, al haber servido como establo de ganado en época reciente, tras romper la dicha argamasa y empezar a profundizar encontramos que el pavimento, similar al del interior de la Iglesia, había sido saqueado en gran parte y que toda la estratigrafía aparecía revuelta, bajo los niveles de revuelto estratigráfico, encontramos un muro de 1,40 metros de ancho que corría en diagonal a lo largo del cuadro. Este muro, estaba construido con piedras irregulares y ladrillos del mismo módulo que los hemos visto hasta el momento, por lo que, sin duda alguna, cronológicamente pertenece a más tardar, a fines del siglo XV o comienzos del XVI, ya que, por la documentación existente, sabemos que el convento fue construido hacia 1511. Por lo que debe pertenecer a un edificio o construcción anterior a dicha fecha. 

       El segundo corte del claustro y último de la excavación (K), se plantea como continuación del anterior, al objeto de ver si aporta información sobre el claustro, pero nos ocurrirá lo mismo que en el corte precedente, encontraremos revuelto estratigráfico pero nada que nos informe sobre la realidad del claustro. 

      Por último y para concluir este trabajo, referiremos que, durante el tiempo de la excavación, observamos que en el muro derecho del edificio, por su cara exterior, se abría una pequeña oquedad por donde entraban y salían las gallinas del vecino que aprovecha el huerto, por curiosidad y atendiendo las indicaciones de una vecina del lugar, hicimos practicable la oquedad, penetramos en su interior y pudimos constatar la presencia de un arco de medio punto cuyo intradós se encontraba ricamente ornado con relieves de estuco que representaban motivos florales, tales come rosetones y hojas de acanto. Lo más sorprendente era que a su vez, los relieves conservaban, casi en su totalidad, restos de policromía en buen estado. 

      Este arco, que se corresponde con la capilla sexta, debió de ser el de una hornacina de dicha capilla, máxime cuando los adornos de la bóveda y pechinas de esta capilla se corresponden o son similares a los de este arco. De cualquier modo, tampoco puede descartarse la idea de que se trate de una puerta que comunique la iglesia con el Claustro, aunque nos inclinamos más bien por la primera explicación. 

      Con esto, concluimos la explicación de nuestra excavación, no sin antes afirmar que quedan muchas dudas en el aire y que sería interesante una nueva fase en que se puedan verificar muchas hipótesis que tenemos planteadas acerca de lo que debió ser el gran convento de las "Sagradas Llagas y Santo Domingo". 

J.F. SIBON OLANO

sábado, 27 de junio de 2020

Crónicas del ambiente alcalaíno (X)



Crónica publicada en el periódico local EL CASTILLO DE ALCALA  el 22 de abril de 1918. Año II nº 13.

(Se incluye también la sección SUBSISTENCIAS, donde se denuncia el abuso que sufren los vecinos por los subidos precios de los artículos de primera necesidad)


Viajeros.- Para visitar a su señora madre, que se halla enferma, marchó a Puerto Real nuestro querido amigo el virtuoso sacerdote D. José Gámez Coto, acompañado de su señora hermana doña Francisca Gámez, viuda de Roldán y de su sobrinita Carmen. 

- Regresó de Cádiz el Sr. Alcalde de esta ciudad, D. Antonio Galán Fernández. 

- Se encuentra en esta ciudad, pasando temporada, nuestro querido amigo el virtuoso Canónigo Lectoral de la Santa Iglesia Catedral de Ceuta, don Antonio Romero Barea. 

- Ha pasado en ésta unos días nuestro muy amigo y paisano el distinguido compositor musical don José Periáñez Diaz. 

Defunciones.- Ha dejado de existir en esta ciudad la (ilegible) Ana Mora (ilegible) 

Como se recordará, en nuestro primer numero dedicamos unas letras hablando de las virtudes de la (ilegible) hoy fallecida. 

A Dios pedimos haya concedido su gloria al alma de la que fue espejo donde se retrataron las virtudes de una raza. 

Ha dejado de existir en Ubrique la señora viuda Isabel Romero Gil, madre de nuestro querido amigo D. Cristóbal Alberto. A éste, como a los demás (ilegible) de la extinta, enviamos nuestro más sentido pésame. 

Nuevo coadjutor.- Ha sido nombrado teniente cura de ésta y se ha posesionado de su cargo el ejemplar y joven sacerdote D. Juan Ángel Abel Guerrero. 



De Subsistencias (1)

      ¿Qué les parece a mis lectores la cartita? No se si estos recordarán que en el número 11 y en <<Vox Populi>> hacíamos referencia a otra carta que con las iniciales M. B. S. recibimos con fecha 13 de marzo. 

      En esa carta se nos decía, que habiendo comprado en la calle Amiga una telera de pan de dos libras por 45 céntimos, le faltaba dos onzas; que fueron a quejarse a las autoridades y que le contestaron <<Hija, si está falto, cómpralo donde esté completo>>. La verdad: no creímos esa denuncia. Sería una enormidad que las autoridades se sacudieran de ese modo a los vecinos que denuncian ilegalidades. 

     Demasiado sufridos somos, ya en todas partes nos saquean en peso y precio. Bueno; pues a pesar de la carta de una Madre de familia, no puedo dejar de pasar sin protesta que la telera de dos libras (cuando las tiene) cueste hoy cincuenta céntimos. 

     ¿Es que no tenemos trigos en esta ciudad? Sí, señores, que hay más trigo que lo que han jurado poseer los acaparadores a agricultores. A un señor concejal se le ha oído decir; y ese señor es bastante entendido en el asunto. 

     La cosecha se presenta muy buena hasta hoy, y un pueblo como este que vive de la agricultura, debe fijar los precios del trigo sobre la faz que presente la cosecha. 

     Hoy no se observa esa regla porque todos es desbarajuste en nuestra patria, puesto que se vive de imprevisiones y se deja que los vampiros acaparadores, que son los únicos que están enriqueciendo con la sangre de los demás, efectúen sus especulizaciones inhumanas. 

      Otro día publicaré la cuenta que me manda un peón de albañil, por ser demasiado larga la crónica de hoy. 

Juan J. Sandoval Moreno 
VOCAL OBRERO DE LA J. S. 
Alcalá de los Gazules 16 Abril 1918

NOTAS

(1) En el número citado viene reproducida la carta, pero resulta prácticamente ilegible por estar deteriorado el papel, motivo por el que no la reproducimos aquí.

viernes, 19 de junio de 2020

Vida y andanzas de los Palma de Mesa (I)


Ismael Almagro Montes de Oca


PROLOGO

      Tanto el doctor Bartolomé Palma de Mesa como su hijo Bartolomé son personajes prácticamente anónimos, de los cuales se conocen muy pocos datos sobre sus vidas, resumidas en la historiografía local en apenas un par de líneas. Sólo en el libro “Alcalá en el fondo documental Sánchez del Arco” [1] se amplía brevemente la información, recogiéndose en las notas un par de párrafos con investigaciones modernas que arrojan algo de luz sobre estos dos alcalaínos ilustres, que reproducimos a continuación, pues nos servirán como preámbulo, advirtiendo que contienen, como veremos, algunos errores que iremos corrigiendo a lo largo de esta investigación. 

      "Del Doctor Palma de Mesa se dice que fue Oidor de la Nueva Galicia en la Nueva España y que investigaciones sobre Pasajeros a Indias, realizadas por el vejeriego Francisco Basallote, nos han aportado nuevos datos sobre el personaje, cuales son que tenía el grado de Doctor y que ejerció su magistratura en la mejicana Guadalajara, a la que se trasladó desde Alcalá en Junio de 1597, acompañado de su esposa, María de Ortega Monsalve, 6 hijos y 7 criados. Murió en la citada ciudad de Nueva Galicia en Junio de 1604. Nos consta, igualmente, que no todos sus hijos fueron con él, pues en Alcalá quedó su hijo Alonso, quién años más tarde (1607) se embarcó para Perú con su esposa y dos hijos. 

      Bartolomé de Mesa y Palma, según Sánchez del Arco fue Teniente General, el dato lo toma de Fray Gerónimo de la Concepción quién en 1690 publicó su "Cádiz, emporio del Orbe", y lo cita entre los hijos ilustres de Alcalá. Sin embargo, no recoge otros datos aportados por el fraile cuales son, que fue "Sargento Mayor en Nueva Galicia, México. Este dato y los recientes estudios de Basallote en el Archivo de Indias, nos permiten afirmar que es uno de los hijos de Bartolomé de Palma, que fue con su padre a México, y que para diferenciarse de su padre, de igual nombre, aparece consignado como Bartolomé de Mesa hijo de Palma de Mesa y María Ortega.” 

      Reconstruir parte de la vida del Doctor Palma ha sido una tarea complicada pues son muy pocas las noticias halladas sobre el mismo y ha sido difícil seguirle el rastro. No sucede lo mismo con su hijo, Bartolomé de Mesa, del que hemos podido reconstruir gran parte de su carrera profesional.

     En este mismo medio publicamos las primeras líneas de esta Historia de los Palma de Mesa, en la que dimos a conocer la fecha de nacimiento de Bartolomé de Palma, que tuvo lugar poco antes de junio de 1538, así como algunas notas sobre su linaje familiar en Alcalá.
     

CAPITULO PRIMERO
BARTOLOME PALMA DE MESA


   Nada sabemos sobre la infancia y juventud de Bartolomé Palma de Mesa en la villa de Alcalá, pero es fácil imaginárselo siendo niño atravesar, por ejemplo, el postigo de la Puerta nueva, para jugar por los cortinales del Parral junto a la torre del Rey y la ermita de San Vicente, o bajar desde la Puerta del Sol por el carril abajo hasta la calle de los Mesones, hoy calle Real y juguetear en las cercanías del Convento de Santo Domingo. 

      Muy probablemente, recibe las primeras enseñanzas del preceptor de gramática que el Concejo alcalaíno costea junto con el Obispo para enseñar a los mozos de la villa. Es preocupación constante de los regidores que los niños se instruyan y aprendan, tanto que, cada vez que el pueblo se queda sin preceptor, escriben al provisor del obispado para que ponga solución. Fiel reflejo de esta preocupación es la solicitud que realizan en 1561: “la falta q en esta vª ay de un precetor q lea gramatica y d como d esta cabsa los hijos de vos (vecinos) andan viciosos y aun estúpidos…”[2]

      Pronto debe apuntar maneras en los estudios, y llegado el momento, abandona Alcalá para iniciar sus estudios de Derecho, seguramente en la universidad de Sevilla, obteniendo el grado de bachiller con anterioridad a 1565. Poco antes de esta fecha, tiene lugar uno de los acontecimientos importantes en su vida, su matrimonio con Isabel Martín de Toledo. 

      Según un expediente de Bartolomé de Mesa, la mujer de Bartolomé de Palma, Isabel de Toledo, que así se la denomina en el mismo, es hija de Alonso Martínez y de Catalina de Aragón, vecinos que fueron de la villa de Tarifa, donde nacieron. Esta información se ve refrendada por el testimonio de varios testigos, que aseguran haberlo oído decir a personas naturales de dicha ciudad. 

      En el Archivo Parroquial de Alcalá no hemos encontrado la correspondiente acta matrimonial. Tal vez el enlace pudo producirse en Tarifa, aunque hay que ser prudentes en este sentido, pues las actas de aquella época están desordenadas y se han perdido muchas, conservándose apenas un par de ellas de algunos años. Cabe añadir que en 1585 localizamos a un Juan Martín de Toledo como regidor en Alcalá. 

       Lo mismo sucede con el primogénito del matrimonio, Baltasar. Según la información contenida en el expediente del doctor Palma para pasar a Indias fechado en 1597[3] tiene entonces 33 años, lo que significa que nació en 1564 y aunque se asegura que es natural de Alcalá, en el Archivo Parroquial tampoco hemos hallado su partida de bautismo. 

      Sí nace aquí su segundogénito, el que también será hijo ilustre de Alcalá, Bartolomé de Mesa, de quien se dice en el mismo expediente para pasar a Indias, que tiene 28 años, debiendo nacer por tanto en 1569.


     Sin embargo, esta información es errónea, pues es bautizado en 1565, año probable de su nacimiento: 

“En Jueves Veinte y ocho de Diciembre de este sobredho año de mil y quinientos y sesenta y cinco, Yo Fco de Mesa Clerigo Pro (Presbítero) y Cura de esta villa de Alcala, batise a Bartolome, hijo de Bartolome de Palma Ver. (Bachiller) y de Dª Ysabel Martin de Toledo, su legitima mujer. Fue su padrino el Bdo. Franco de Cazalla, en fe de lo ql firme esta de mi Nombre Francisco de Mesa[4]

Partida de bautismo de Bartolomé de Mesa

       Esta partida de bautismo nos viene a confirmar dos cosas. Por un lado, que Bartolomé de Mesa tuvo que nacer efectivamente en 1565 y por otro, que en dicho año Bartolomé de Palma ya había obtenido el título de bachiller, pues como tal se le menciona. 

      Precisamente 1565 es el año en que, según el mismo documento, nace otro de los vástagos de Bartolomé de Palma, su hija Juana, fecha también errónea, pues nos consta que fue bautizada en Alcalá en 1567: 

“Martes nueve de Sete. de mil quinientos sesenta y siete as = En este dho dia, mes e año susodicho, Yo Juan Sanchez Cazalla, Cura, baptise a Juana, hija de Bartolome de Palma Ver y de Ysabel Martinez, su lígitima mujer: Fue su Padrino El Ver. Alonso Garcia de Cardenas, Clerigo: Y por que es Verdad, lo firme de mi nre = Juº Sanchez Cassalla”[5]


     Que al menos, 2 de sus 3 hijos, nacieran en Alcalá, nos lleva a pensar que Bartolomé de Palma estaba asentado de manera estable en nuestra localidad, pero de lo que no cabe duda es que aquí se encuentra en diciembre de 1567, cuando los regidores del ayuntamiento acuerdan hablar con el licenciado, aprovechando que va a Sevilla, para que trate con un “enpremidor” para imprimir doscientas copias de una ejecutoria de los privilegios que tienen los vecinos de Alcalá.[6] Posiblemente este viaje guardara relación con sus estudios. 

      Dos años más tarde, el entonces Bachiller ve aumentada su descendencia con el nacimiento de su hija María, bautizada en la Parroquia en septiembre de 1569: 

“Miercoles quinze de Sete. de mil quinientos sesenta y nueve as. = En este dho dia, mes e año susodichos, Yo Juan Sanchez Cazalla, Cura, baptise a Maria, hija del Ber Bartolome de Palma y de Ysabel Martinez, su legitima mujer: fue su Padrino el Bdo. Juan de Mesa, y porque es Verdad lo firme de mi Nre.= Juan Sanchez Cazalla.”[7]

      En octubre de 1571 se producen los primeros pasos conocidos de nuestro protagonista en el mundo laboral, que tienen lugar precisamente en nuestra localidad, cuando el licenciado Juan de Chaves, que hasta entonces venía ejerciendo de maestro de gramática abandona Alcalá y varios vecinos, junto con algunos estudiantes piden al cabildo que le sustituya Bartolomé de Palma, acordando los regidores que se le haga una prueba pública donde demuestre sus aptitudes para ejercer dicha profesión: 

“…el dho be de palma es abil pa tener estudio entienden ser aprovechados de su enseñar pr tanto q se le de el salario q se dava al dho chaves y respondiose ql dho be de palma lea una leçion en pº (público) y q leyda este cabildo proveerá lo q convenga”[8]

       Sin embargo, parece ser que las pretensiones económicas de Bartolomé son consideradas excesivas por parte de ciertos estudiantes, que rechazan su elección alegando que no está capacitado y que no es respetado por todos.[9]

      De todas formas, el bachiller cuenta con el apoyo de los padres de los estudiantes y pasa la antedicha prueba pública, asignándosele un salario anual de 6000 maravedíes: 

“…porq en la dha lecion q el dho be de plma leyó y declaro por esa tener baste (bastante) suficiencia pa enseñar y leer gramatica q se le de den seis mil mrs (maravedíes) de salario cada un año qs lo q este cabº (cabildo) acostumbra dar a los precetores y q los gane desde oy por el tpo q fuere la voluntad deste cabº y no mas y se le paguen del propio del qº …”[10]


NOTAS

[1] Pág. 210. Editado por el Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules con introducción, edición y notas de Gabriel Almagro Montes de Oca.

[2] AMAG. Legajo 3 Folio 110. Cabildo del 24 de diciembre de 1561. 

[3] Archivo General de Indias. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.1. Expediente de información y licencia de pasajero a indias del doctor Palma de Mesa, oidor de la Audiencia de Guadalajara en el Nuevo Reino de Galicia, con su mujer María de Ortega Monsalve, y sus hijos el bachiller Palma de Mesa, Bartolomé de Mesa, Melchor Palma de Mesa, Juana de Mesa, María de Mesa e Isabel de Mesa, todos naturales de Alcalá de los Gazules (Cádiz), a Nueva España.

[4]  Archivo Parroquial Alcalá de los Gazules. Libro 2º bautismos, folio 87 

[5] Ib. Libro 2º bautismos, f. 113 vto. 

[6] AMAG. Legajo 3 f. 425. Cabildo del 9 de diciembre 

[7] Archivo Parroquial Alcalá de los Gazules. Libro 2º bautismos, folio 130 vto. 

[8] AMAG. Legajo 4 f. 125 vuelto. Cabildo del 5 de octubre de 1571 

[9] Ib. Legajo 4 f. 127. Cabildo del 22 de octubre. 

[10] Ib. Legajo 4 f. 128 vto. Cabildo del 29 de octubre. 


viernes, 12 de junio de 2020

Puntualizaciones al artículo “Las elecciones de Febrero de 1936 en Alcalá de los Gazules y el nuevo Ayuntamiento Frentepopulista”




Ismael Almagro Montes de Oca 

      En la Revista de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2019 aparecía publicado el artículo “Las elecciones de Febrero de 1936 en Alcalá de los Gazules y el nuevo Ayuntamiento Frentepopulista”, escrito por Juan Pedro Romero Benítez, en el cual se ofrece, desde mi punto de vista, una visión sesgada de los acontecimientos, cargándose las tintas sobre el Corporación del Frente Popular, y en especial sobre su alcalde, Antonio Gallego Visglerio, al que se le atribuyen decisiones controvertidas que, sin embargo, se deben a órdenes superiores. Si se analizan una serie de hechos sin relacionarlos con las circunstancias en que se producen y que lo rodean, corremos el riesgo de interpretarlos erróneamente. A la luz de los documentos estudiados, creo necesario hacer una revisión del mismo para aclarar ciertos aspectos, en aras de ofrecer un conocimiento más exacto de cómo se desarrollaron los acontecimientos en los estertores de la 2ª República en nuestra localidad. 

      En primer lugar, se habla de depuración de los cargos públicos anteriores a la Corporación del Frente Popular. Es cierto que se produjo depuración de cargos, pero si esta depuración la vemos como un hecho aislado, tal como sucede en el artículo, podríamos pensar que efectivamente dicho Ayuntamiento actuó por venganza, pero debemos tener presente que esta práctica fue norma habitual desde antiguo, no sólo en los cambios de Régimen político, sino también en los cambios en la alcaldía, y así, tras la llegada de un nuevo alcalde al Ayuntamiento, todos los cargos interinos solían ser cesados y reemplazados. Las actas del cabildo alcalaíno desde mediados del siglo XIX así lo corroboran, y con cada cambio de alcaldía eran reemplazados generalmente guardias municipales y de campo, el administrador del Hospital de la Misericordia y los escribientes temporeros. Incluso en la actualidad, cuando se produce un relevo en un organismo público, todos los cargos de confianza suelen ser destituidos. 

      El 29 de febrero de 1936, sólo varios días después de hacerse cargo del Ayuntamiento alcalaíno, los miembros del Frente Popular acuerdan reponer en sus cargos a los cesados por la anterior Corporación por entender que se había cometido una ilegalidad y que dichos despidos y no se ajustaban a derecho, ya que “la Comisión Gestora violando los preceptos de la Constitución y el Decreto de Gobernación de Abril de 1934, había destituido de sus cargos sin previa formación de expediente a determinados empleados interinos, llevando el que menos más de seis meses de interinidad…” [1]

      En definitiva, el Ayuntamiento del Frente Popular no hizo más que reponer en sus cargos a los que fueron nombrados por el primer ayuntamiento republicano en 1931 y que fueron cesados al constituirse el ayuntamiento conservador en 1934, al entender que dichos despidos no se ajustaban a la ley vigente. 

       Del mismo modo, tampoco se puede achacar a la Corporación de izquierdas las detenciones de los hermanos Pedro, Mariano y Julio Toscano Delgado de Mendoza,[2] que sin lugar a dudas guardan relación con el expediente iniciado por el Instituto de Reforma Agraria para expropiarles sus fincas Pagana, Nieto, Poyales, para establecer una colectividad de campesinos, ya que, aunque fueron detenidos el 15 de marzo por la guardia municipal, el primero de ellos fue puesto en libertad al día siguiente por orden del Delegado del Gobernador y los otros dos fueron conducidos por la Guardia civil a Medina por orden del mismo Delegado el día 18 de marzo. [3]


      En el mismo artículo se insinúa que la Corporación municipal frentepopulista inició una represión contra la Falange, encarcelando a algunos de sus dirigentes, pero nada más lejos de la realidad, pues no existió tal persecución, ya que las detenciones, además de ser un hecho puntual pues no consta la detención de más falangistas, no fueron ordenadas por el alcalde. El jefe local de la Falange, Miguel Blanco Sánchez, y el afiliado Francisco Casas Mansilla fueron detenidos el 17 de abril, ingresando en el depósito municipal a las 2 de la tarde, seguramente por reunión ilícita. Recordemos que Falange había sido declarada ilegal el 14 de marzo. Estas detenciones no pueden achacarse a la Corporación ya que no fueron apresados por la guardia municipal sino por la Guardia civil, que los pone a disposición del gobernador y es precisamente el alcalde accidental, Andrés Jobacho, quien los saca del calabozo al día siguiente para entregárselos de nuevo a la Guardia civil. 


      Sostiene también Romero Benítez que las destituciones de los guardias municipales se debieron a motivos ideológicos, pero debemos tener en cuenta lo expuesto anteriormente sobre la depuración de cargos, puesto que algunos de ellos eran interinos y no tenían plaza fija. Baste recordar que el 9 de octubre de 1934 era cesado el Ayuntamiento y nombrada una gestora en su lugar, formada por integrantes de partidos conservadores, siendo nombrado alcalde Pedro Díaz Montes de Oca y tan solo cuatro días más tarde, el nuevo alcalde destituye al cabo interino Cristóbal Piña Ramos y al guardia municipal, también interino, Pedro Fernández Camacho, nombrándose en su lugar a Pedro Camacho Jiménez y Francisco Reyes Quirós. [4]

       En cuanto a los casos de los guardias Juan Sánchez Mañé y Manuel Fernández Benítez, según el mismo autor, dimitieron porque el alcalde, Antonio Gallego, les obligó y si bien es cierto que hubo cierta oposición entre los concejales a la destitución de ambos, tal como ser menciona en el artículo, también lo es que esa oposición fue debida a que ambos empleados eran “republicanos de abolengo”. Y tanto que lo eran, pues que sepamos, al menos Juan Sánchez Mañé debe ser el mismo viejo militante socialista alcalaíno que llegó a ser presidente del Partido Socialista en Alcalá en 1908. [5]

      Lo cierto es que ambos guardias presentaron su dimisión por motivos económicos, firmando un escrito contra el Ayuntamiento para que se les abonase el dinero que se les adeudaba. El alcalde, al que evidentemente no debió agradar que unos empleados se rebelaran contra él, aprovechó la ocasión y haciendo suyo el refrán “a enemigo que huye, puente de plata”, aceptó gustosamente las dimisiones, por muy republicanos que éstos fueran. 

      Pero veamos la secuencia completa de acontecimientos donde queda meridianamente claro el motivo de las dimisiones. 

      En la sesión del 16 de mayo de 1936, el alcalde expuso lo siguiente: 

“El Sr. Alcalde da cuenta al Ayuntamiento de las dimisiones presentadas por D. Juan Sánchez Mañé según oficio que a él le dirige como Presidente de la Corporación y de D. Manuel Fernández Benítez que verbalmente así lo hizo dejando de prestar servicios voluntariamente y entregando su uniforme, como prueba de ello, de los cargos que desempeñaban de Guardia Municipal. El Sr. Sandoval hace constar, que no está de acuerdo con las dimisiones presentadas por los señores Sánchez Mañé y Fernández Benítez, suponiendo esto una represalia de la Presidencia-Alcaldía, por haber firmado los referidos un escrito dirigido al Delegado de Hacienda solicitando se les abonara los haberes que el Ayuntamiento les adeuda haciendo constar también que estos dos empleados son republicanos de abolengo como en diferentes ocasiones lo han demostrado y solicitando de la Alcaldía-Presidencia que cuanto ha manifestado, así conste en acta. 

El Sr. Jobacho dice, que cree es facultad de la Alcaldía el nombramiento y separación de los Guardias municipales (se ausenta de Sala) 

El Sr. Ortega de la Corte hace constar que tampoco está de acuerdo con las dimisiones presentadas por los mencionados Sánchez y Fernández y dice también que se han hecho nombramientos a favor de individuos que no se lo merecen. 

      El Sr. Presidente contesta al Sr. Sandoval diciéndole que de ninguna manera se trata de represalia personal ya que el Sr. Sánchez Mañé le presentó la dimisión del cargo que ocupaba por escrito y el Sr. Fernández Benítez verbalmente, demostrándose esto último, ya que entregó su uniforme y no se presentó, como estaba obligado, a prestar el servicio propio de su cargo.” [7]

      Por tanto, en ambos casos, no se puede hablar de destitución sino de dimisión, descartándose los motivos ideológicos, como se pretende hacer pensar. 

      Es más, el propio Sánchez Mañé, posteriormente reconoce su dimisión y solicita la reposición en su cargo y que se deje “sin efecto el escrito de renuncia firmado por el exponente con fecha 30 de abril pasado” [7]

     Si parece ser cierta la afirmación hecha en el artículo referido de que a los guardias se les obligó a firmar las dimisiones, pero no por el alcalde sino por otra persona, como deja claro el concejal Jobacho: “se han prestado a la voluntad de persona empleada de este Ayuntamiento, contraria a todas las Corporaciones de izquierdas, aquí constituidas, sin previa súplica ni aviso” 

      ¿A quien se refiere Jobacho? Posiblemente al jefe de los municipales, José Tizón Jiménez, que es otro del que se dice en el artículo, que junto con el cabo Miguel Soto Tizón, fueron destituidos por motivos ideológicos por el Frente Popular. 

       Es cierto que existió una confrontación desde el inicio de la 2ª República entre los dirigentes de izquierdas  y ambos, principalmente con José Tizón, puesto que habían hecho manifestaciones contrarias al nuevo Régimen en repetidas ocasiones, e incluso el jefe de la guardia municipal ya fue apartado de su cargo el 14 de abril de 1932, por un decreto del alcalde José Sandoval Moreno [8] aunque tras entablar un pleito contencioso-administrativo, fue repuesto a mediados de 1933 por despido improcedente. 

      Miguel Soto Tizón entró como guardia municipal el 1 de abril de 1923[9] pasando a ejercer el cargo de Cabo de forma interina el 29 de octubre de 1934, al ser nombrado por el ayuntamiento de derechas que había tomado posesión días antes, tras destituir al que lo era hasta entonces, Cristóbal Piña Ramos,[10] mientras que José Tizón Jiménez entró de jefe de la guardia municipal el 28 de agosto de 1919.[11]

       Sin embargo, no podemos hablar de destitución de ambos municipales en 1936 porque realmente no fueron destituidos sino suspendidos de empleo y sueldo, por decreto del alcalde Antonio Gallego fechado el 13 de abril: 

“Se da cuenta por la Alcaldía de haber decretado la suspensión de empleo y sueldo de D. José Tizón Jimenez y D. Miguel Soto Tizon, empleados municipales, en virtud de denuncias formuladas contra ellos y de haber ordenado la instrucción del oportuno expediente, quedando enterada la Corporación municipal, haciendo suyo en todas sus partes el decreto de la Alcaldía Presidencia, y designándose Juez Instructor del mismo al Sr. Concejal D. Domingo Ortega de la Corte, cuyo expediente una vez concluso, someterá con su propuesta a la deliberación de este Ayuntamiento.”[12]


      Tres días después de ser suspendido, José Tizón es detenido junto a los dos falangistas más arriba mencionados y al día el día 19 siguiente lo es Miguel Soto Tizón, siendo ambos entregados el día 18 a la Guardia civil. 

      Efectivamente se inicia un expediente contra ambos empleados municipales en virtud a las denuncias presentadas. 

      Pasado un mes desde la suspensión, al acabar el plazo legal para que tuviera validez dicha suspensión, José Tizón solicitó el cese de la suspensión de su cargo, llegando a decir el concejal Domingo Ortega de la Corte, que había sido nombrado Juez instructor, renunciando a dicho cargo por sus ocupaciones “que si se accede por el Ayuntamiento a su reposición, él dimite el cargo de Concejal.”[13]

      Según Romero Benítez, en esta sesión del 30 de mayo se presenta un escrito donde 130 vecinos piden que se acuerde la reposición de los empleados públicos, pero resulta que es todo lo contrario, los vecinos piden que NO se repongan. En favor de Romero hay que aclarar, que el texto del acta resulta ambiguo y puede inducir a error: 

“Se ordena por la Presidencia, se dé lectura por mi a escrito que le han entregado y que presenta, firmado por unos ciento treinta vecinos, en el que protestan se acuerde por la Corporación Municipal la reposición de los empleados de orden público que hoy están suspensos de empleo y sueldo por las razones que expresan.” 

       Por suerte, se conserva en el Archivo Municipal el escrito íntegro, con las firmas de 126 vecinos contrarios a la reposición de estos municipales: 

“Protesta que los becinos de Alcalá de los Gazules, Presentaron A las autoridades y al Frente Popular de la Provincia Contra el Acuerdo de este Ayuntamiento de reponer en sus puestos A los empleados de Orden Publico, que en la actualidad se hallan suspensos de Empleo y sueldo por reconocer en dichos empleados ser Elementos Facistas y hacer manifestaciones en contra del régimen y sus representantes. Alcalá de los Gazules a veintinueve de Mayo de_ _ _ _ _ _ _ 1936 



Miguel Gómez
María Sevilla
Josefa Jiménez
Antonio Gómez
Juan Castilla
Antonia Grasia
Josefa Castilla
Gabriel Cañamaque
Ana Sevilla
Sebastián Armario
Antonia Prieto
Antonio Coronado
Juan Ortega
Manuela Fernández
Josefa Sánchez
Juan Rio
Francisca Ramos
Antonia Andrades
Pepa Ríos
Luisa Camacho
María Camacho
Rosalía Camacho
José Camacho
Rafaela Muñoz
Ramón Camacho
Diego Camacho
María Torre
María Sánchez
Ana Sánchez
Juan Mariscal
Miguel Fernández
Juana Richarte
Ángeles Salcedo
Francisco Salcedo
Teresa Vallecillo
Antonio Gallego
Rafaela Nieto
José Salcedo
Juan Sánchez
María Huerta
Catalina Rubio
Fernando Monroy
Francisco Gallego
Catalina Cordón
María Cabeza
Antonia Rodríguez
Alfonso Monroy
Consuelo Salcedo Gil
Juan M. Salcedo
Manuel Fernández
Andrés Prieto
Antonio Mancera
Franco Pereira
José Collante
Victorio Coronado
Catalina Mota
Antonio Domínguez
Rafael Salcedo Carrasco
Rafael Vera
Juan (ilegible)
Cristobalina Nava
Jorge Fernández
Ildefonso Moreno
Trinidad Hidalgo
Antonio Marchante
Juan Valle
Francisco Puerta
Manuel Rio
Francisco López
José Salado
Juan Pizarro
Antonio Sánchez Puerta
Andrés Sevilla
Juan Vallecillo
Pedro Rodríguez
Roque Alconchel
Juan Fernández
Gabriel Almagro
Antonio Molina
Francisco Reyes
José Manzano
Diego Mensian
Juan García
Antonio Montes de Oca
Cristóbal Galán
Cristóbal Reyes
José Fernández
José Sánchez
Juan Sánchez
Jose Cerejido
(ilegible)
Juan García
Juan Domínguez
Franco Fernández
Alfonso Domínguez
José Herrera
Manuel Lorente
José Herrera
Leandro Domínguez
Franco Herrera
Francisco López
José Macias
Diego Mateo
Francisca (¿Lelpe?)
Franco Yuste
Salvador Sevilla
José Molero
José Martín
Juan Jiménez
Juan Vera
Diego Acedo
Manuel Vera
José García
María Vera
Antonio Tizón
Francisco Tizón
José Sánchez
José Martín
Gaspar Ramírez
Tomás García
Francisco Gómez
Maria (ilegible)
Francisca Corrales
Josefa Gómez
José Castellet
Francisca Gómez
[14]



      El 6 de junio, tras recibir oficio del Gobernador civil, la Corporación acuerda la reposición de ambos empleados en sus cargos [15] pero días más tarde se vuelve a presentar denuncia por parte de varios vecinos contra ambos empleados, por lo que nuevamente el alcalde decreta suspensión de empleo y sueldo y el inicio de un nuevo expediente, designándose juez instructor al 2º teniente de alcalde Andrés Jobacho Benítez.[16]

      En el citado expediente constan las declaraciones de las personas que presentaron la denuncia: Salvador González García (Parrita), Juan Sánchez Ramos, Antonio Sánchez Puertas, Félix Fernández Andrades, Juan López Mateo, Sebastián Poley Nieto y Manuel Crespo Gutiérrez. 

      En la sesión del 11 de julio, el juez instructor presentó los cargos contra ambos. El golpe militar evitó que se dictara resolución. Por tanto, nunca fueron despedidos por el Frente Popular.

     En el pliego de descargos, José Tizón Jiménez alegaría que las acusaciones eran falsas y que no pertenecía a ningún partido fascista y que “los denunciantes… basados en hechos que inventan, dicen que soy contrario al Régimen y a sus hombres” [17] cuando en realidad mentía, porque aparece como socio nº 42 de Falange en Alcalá ingresando en dicha organización el 24 de marzo de 1936, junto a Miguel Soto Tizón, casi un mes antes de ser detenido junto a los falangistas citados.


     Casualidades, o no, en este expediente aparecen los nombres de muchos de los que, en los días siguientes al golpe de Estado, serían asesinados o represaliados: José Sandoval, Antonio Gallego, Domingo Ortega, Andrés Jobacho, Salvador García (Parrita), Josefa Jiménez, Miguel Gómez, Fernando Monroy, Rafael Vera, etc. 

      Curiosamente, ambos empleados falangistas serían expulsados apenas un año después, por sus mismos correligionarios. Miguel Soto Tizón fue sancionado varias veces durante el año siguiente por faltas cometidas en el desempeño de sus funciones y en 1938 se le abrió un expediente para despedirlo que finalmente no se ejecutó.[18] José Tizón Jiménez, terminó siendo expulsado tras el expediente abierto a raíz de un enfrentamiento que tuvo el 4 de octubre de 1937 con el alcalde: 

“los hechos acaecidos demuestran que el suspenso es un indisciplinado, no extrañándole el que de tal manera se comporte toda vez que según los informes que tiene recogidos fue expulsado de la Guardia Civil por otro rasgo igual al que motiva la suspensión en este cargo, hecho acaecido estando el Tizón prestando sus servicios como tal Guardia en el Puesto de Tarifa y por haber desobedecido al Capitán de aquel Instituto en las ordenes que le dio y a mas de ello mostrarse ante aquella autoridad de una manera provocativa y en pugna con el respeto y disciplinas debidas; de estos antecedentes se infiere que el procederse cual lo hizo en esta ocasión no es nuevo en dicho señor sino mas bien conducta y temperamento. No es ya solo cuanto se consigna en el decreto de suspensión lo que ha motivado esta medida sino que hubo por parte del suspenso un propósito claro y decidido de agredirle cual lo demuestra la actitud provocativa que adoptó así como el hecho intemperante de atreverse a pedirle explicaciones sobre el resultado de un expediente que se le tramitaba, y ante dicha agresión injustificada y para su defensa hubo de dar repetidos golpes en la mesa de la Alcaldía llamando al propio tiempo la atención de los funcionarios que por aquel entonces se encontraban en las Oficinas Municipales para que intervinieran en el incidente toda vez que se encontró completamente y cual se dice vulgarmente acorralado.” [19]


     Para terminar, considero poco riguroso sembrar dudas sobre la persona de Antonio Gallego Visglerio, diciendo que “casualmente” estaba fuera de Alcalá cuando estalló el golpe, como si hubiera huido, nada más lejos de la realidad, puesto que estaba de viaje oficial programado con antelación. A pesar de las circunstancias, volvió a Alcalá el día 25 y fue detenido precisamente por el jefe de la Guardia municipal José Tizón Jiménez a las 7,30 de la tarde. Cuatro horas y media más tarde le darían su último viaje...

NOTAS

[1] AMAG. Actas de Sesiones del Ayto. pleno. 1935-1936. Libro 30 folio 140 vto. Y 141. Sesión del 26 de febrero de 1936. 

[2] AMAG. Libro registro detenidos depósito municipal 1936. Libro 235 

[3] Ib. 

[4] AMAG. Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. 1933-1935. Libro 29 folio 120. Sesión del 15 de octubre de 1934 

[5] En un manifiesto de adhesión a la Junta de defensa contra la ley de terrorismo, firmado por elementos liberales, democráticos y republicanos, aparece como representante de los socialistas Sánchez Mañe. Periódico El Liberal. Edición del 7 de junio. Año XXX nº 10453 pagina 1 

[6] Ib. Libro 31 folio 22 vto. y 23. Sesión. Punto 6º 

[7] Ib. Folio 29. Sesión del 23 de mayo de 1936. 

[8] AMAG. Actas de las Sesiones del Ayto. pleno. Libro 28 1932-1933. Sesión del 6 de abril de 1932. Folio 8 vto. Punto 4º 

[9] AMAG. Expedientes personales 1923-1946 - Legajo 366. Expedientes de 1925 

[10] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 29. Sesión del 29 de octubre de 1934. Folio 122 vto. 

[11] AMAG. Expedientes personales 1923-1946 - Legajo 366. Expedientes de 1925 

[12] AMAG. Actas sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 18 vto. Sesión 18 de abril de 1936 

[13] Ib. Libro 31 folio 37 vto. Sesión del 30 de mayo. 

[14] AMAG Expedientes varios de Justicia 1808-1972 Legajo 399 

[15] AMAG. Actas Sesiones Ayto. pleno. Libro 31 folio 37 vto. Sesión del 6 de junio de 1936. 

[16] Ib. folio 37 vto. Sesión del 13 de junio. 

[17] AMAG Expedientes varios de Justicia 1808-1972 Legajo 399. 

[18] AMAG. Expedientes disciplinarios y de faltas (1937-1971) Legajo 375. Expediente incoado a virtud de denuncia contra el guardia municipal Miguel Soto Tizón y dada cuenta a la Gestora se acordó instruirle el oportuno expediente por si procedía destituirlo del cargo de guardia municipal. 1938. (Por haberse embriagado y proferir en un Establecimiento público frases atentatorias contra la autoridad, así como pasear en plena vía pública en completo estado de embriaguez) 

[19] AMAG. Actas sesiones del Ayto. pleno. Libro 32 folio 131 vto. Sesión del 9 de octubre de 1937.