Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos de 1991
Fuensanta GUERRERO MARIN
La Orden Militar de Santa María de España, quizás la más desconocida de las órdenes militares, podemos decir que condensa en su breve historia todas las esperanzas, ideales y también todas las frustraciones de su fundador, el Rey Sabio.
Todo en ella, desde su nombre -en el que se unen bajo la misma invocación los tan venerados por el sabio monarca de «Santa María» y de «España» - hasta su finalidad primigenia, «el fecho del mar», (que junto con la consecución del Imperio, constituye una de las quimeras motrices de toda la política exterior alfonsí), nos hablan del enorme cariño -tan visible en tantas muestras de protección como le prodigó - que Alfonso X dedicó a esta obra.
Sigamos los acontecimientos de esta Obra, que se crea el 16 de Noviembre de 1272, como decíamos, bajo la advocación de «Santa María de España», como fiel exponente de la fe mariana del Rey Sabio y de su idea supracastellana del «fecho del Imperio» (1). Aunque hay autores (2) que piensan que el título no se debe a ello sino a que el fundador quiso diferenciarla de otra orden extranjera que también llevaba ese título piadoso.
Sea como fuera, la idea que impulsó a crear esta nueva orden militar era la de los «fechos de la mar» e impulsar en ella el estímulo y los ideales de la caballería de la guerra contra el infiel en el mar. Idea esta que tampoco podemos desligar del ya citado «fecho del Imperio», proyecto ambicioso que responde también a la posición hegemónica de Castilla en la Península Ibérica. Aunque ya sabemos que años más adelante, a tenor de las circunstancias históricas por las que atraviesa Castilla, se pensará en utilizar su fuerza militar para la defensa de la frontera castellana contra Granada (3).
La Orden de Santa María de España, instituida al modo de la Orden de Calatrava, estaba integrada por clérigos, caballeros y otros freires laicos. Con 4 conventos principales, verdaderas capitanías generales de departamentos marítimos: Cartagena, San Sebastián, La Coruña y Puerto de Santa María abarcaba la totalidad del litoral castellano y unificaba las fuerzas navales bajo la jefatura de un sólo almirante, (que sería el infante Don Sancho, 2° hijo del monarca), todo ello nos da una prueba más de la importancia que se quería dar al proyecto.
Sin embargo el Rey Sabio quería aún más, por ello solicitó la incorporación de «Santa María de España» en la Orden del Cister ante el capítulo general, de dicha orden celebrado en Enero de 1273 al que compareció el Maestre Gaufrido de Everle, Capellán del Rey castellano, presentando los Estatutos de Santa María de España y suplicando la incorporación de sus monasterios y de sus religiosos a la orden cisterciense. La súplica abarcaba además que el Monasterio de Cartagena quedase sujeto a la abadía de la gran selva de Francia, como filial suya y que a los caballeros y demás freires laicos de Santa María de España se les otorgasen las gracias que la orden del Cister había concedido a los de Calatrava (4).
Una de las manifestaciones externas de esto fue la confección del sello de la orden con la imagen de Santa María sosteniendo el niño en su brazo izquierdo y un ramo en la mano derecha, dentro de una estrella de 8 puntos y en la orla la leyenda: CAPITULI; ORDIS; MILICE; SCE; MARIE; DE; CARTAGENIA;
Sello de la Orden de Santa Mª de España |
El sello del maestre también con la estrella como blasón constaba de un círculo cuartelado con castillos y leones contrapuestos: castillos de 3 torres y leones rampantes sin corona; en su orla la leyenda: MAGISTRI; ORDINIS; SCE; MARTE; HISPANIE;
Sello del Maestre de la Orden |
Hemos hablado de la existencia de una estrella en el sello de la orden y ello será algo a tener muy en cuenta como veremos después, pero no podemos obviar el simbolismo que Alfonso X daba a la estrella y que él mismo nos expresa en su cantiga CCCXXV;
Con dereit a Virgen Santa
a nome Strela do día;
ca ssi pelo mar grande
como pela tierra guía.
Así, cuando el Rey Sabio concede el Castillo de Medina Sidonia a la Orden de Santa María, cambia su nombre y hace constar en la donación «que nos ponemos nombre Estrella», causa también por la que la orden de Santa María fuera conocida por orden de la Estrella. Respecto al Castillo citado, decir que se mantiene impasible al paso de los siglos, en el Cerro de Torre Estrella, a 7,3 Km. al este de Medina Sidonia. Constituyendo una auténtica joya de la arquitectura militar medieval española, como tuvimos ocasión de comprobar con motivo del estudio que realizamos sobre el mismo y del que proceden las ideas que reproducimos en este artículo.
Pero retomemos el hilo de nuestra historia y veamos otros medios empleados por D. Alfonso para consolidar la orden, tales como la concesión de privilegios y mercedes para su mejor gobierno y organización, a la par que percepciones económicas suficientes para facilitar su desenvolvimiento. Así la Orden de Santa María alcanzaba mayor independencia y se le otorgaba una más alta jerarquía religiosa. En el aspecto económico tendrían aún mejores logros, los monjes de la Orden se convirtieron en intermediarios para alcanzar la gracia real con lo que ello suponia, es decir la obtención de frecuentes donativos a la Orden por parte de los interesados en obtener el favor de su soberano. Pero, además se les concedió el tercio de las penas judiciales que pertenecían al soberano, con la indicación precisa del empleo, lo que nos permite apreciar como continuaba todavía imperando el motivo fundacional de la Orden de Santa María «para fechos del mar» (5)
Sin embargo, Juan Menéndez Pidal opina que esto no es motivo para deducir que el objeto único de la Orden de Santa María era el «fecho del mar», ya que con igual fundamento puede decirse que su misión se limitaba a guardar la frontera del reino de Sevilla, porque en otro documento aparece que a este fin donó el rey a la Orden algunas fortalezas (6).
La muerte de Don Fernando de la Cerda en 1275 y la autoproclamación de don Sancho como infante heredero de Castilla supuso un cambio en la jefatura de la Orden, (hasta entonces ostentada por Don Sancho), con la particularidad de que el sucesor de éste no iba a mantener los mismos títulos de Alférez y Almirante que había ostentado el infante, sino el de Maestre, al igual que en las demás Ordenes de Caballería. Es posible que en ello influyera el nuevo maestre don Pedro Núñez. En esta nueva etapa de la Orden puede apreciarse como se mantuvo el desarrollo iniciado en los años anteriores, y de ello nos quedan documentos que atestiguan la continuidad protectora del rey sabio (7).
Caballeros de la Orden, con hábito negro y capa roja |
Es en este momento cuando entronca la historia de esta zona de la Janda con la de la Orden de Santa María de España, pues en el último año de vigencia de la Orden, concretamente el 10 de Diciembre de 1279, Alfonso X concede a su Orden las villas y Castillos de Medina Sidonia y Alcalá, que a la sazón había reconquistado en 1264, pocos años atrás.Veamos el documento:
“CHRISTUS (Monograma). Sepan quantos este priuilegio vieren e oyeren como nos don Alfonso por la gracia de Dios Rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Seuilla, de Cordoua, de Murcia, de Jahen e del Algarue, en uno con la Reyna donna Yolant, mi mugier, e con nuestros fijos el lnffante don Sancho fijo mayor e heredero, e con Don Pedro e don Johan e don jaymes. Por gran savor que auemos de fazer e merced a lo Orden de Sancto María despanna que nos estableciemos a seruicio de Dios e a loor de la uirgen sanctas María su madre damos e otorgamos por nos e por nuestros herederos poro siempre a don Pedro Nunnez Maestre Bella e a los otros Maestres que seron despues del, e al Conuento dessa misma Orden, la villa e el Castiello de Medina Sidonia a que nos ponemos nombre Estrella, en que tengan el Conuento Mayor que esta orden ha de tener en esta frontera del Regno de Seuillo. E otrossi le damos la villa e el Castiello de Alcalá. E amos estos logares les otorgamos que los ayon libres e quilos poro siempre con todos sus terminos, con montes, con fluentes, con ríos, con pastos, con entradas e con salidas e con todas sus pertenencias e con todos los derechos que nos y auemos e deuemos auer, para fazer dellos e con ellos assi como Maestre e orden deuen fazer delas cosas de su orden. E con esta donocion les fazemos en tal manera que los terminos destos Castiellos sobredichos que sean por aquellos logares que fueron en tiempos de moms. E si después el Rey don Ferrando, nuestro padre o nos los mandamos partir, que sean por o entonçe fueron partidos. E otrossi que el Maestre e el conuento sobredicho que guarden los fueros e las franquezas e los privilegios que nos diemos a los pobladores de amos estos dos logares sobredichos. (...)
E deffendemos que ninguno nos sea osado de yr contra este priuilegio, pora quebrantar lo nin pora minguar lo en ninguna cosa. Ca queal quier que los fiziesse aurie nuestra yra a pechar nos ye en coto diez mili. mr. de la moneda nueva, e al Maestre de la Orden sobredicha e aquí su voz touiesse, todo el danno dobaldo. E por que esto sea firme e estable mandamos seelar este priuilegio, con nuestro seello de plomo. Fecho el priuilegio en Sevilla, Domingo diez dios andados del mes de Deziembre en Era de mil e trezientos e diez e siete annos (...)
Yo Johan Perez fijo de Millan Perez lo fz escriuir por mandato de! Rey en veynt e ocho annos que el Rey sobre dicho regnó.
Johan peres.” (I).
Esta donación sería redondeada días después con la donación de la alquería de Faraya, en el término de Alcalá, con el firme propósito de asentar esta Orden en la Comarca:
“CHRISTUS (Monograma). Sepan quantos este privilegio vieren e oyeren como nos don Alfonso por la gracia de Dios Rey de (...) Por gran sabor que auemos de fazer bien e merced a la Orden de Sancta María despanna que nos estableciemos en serui4io de Dios e a loor de la virgen Sancta María su madre, damos e otorgamos por nos e por nuestros herederos pora siempre a don Pedro Nunnez Maestra dello, e a los otros Maestres que serán después dél,e al Conuento dessa misma Orden, el Alcaria que ha nombre ffaraia que es en termino deAlcala Sidona que nos ouieremos dada a Nunno Fferrandez de Val de Nebro, e despues desto diola el a nos E esta Alcaria sobredicha les damos e les otorgamos que la ayan libre e quita poro siempre con todos sus terminos, con montes, con (fuentes, con ríos, con pastos, con entradas, e con salidas, e con todas sus pertenencias e con todos los derechos que nos y ouemos e deuemos auer, pora fazer della e con ella assi como Maestre e Conuento deuen fazer de las cosas de su Orden, en tal manera que la non puedan uender nin dar nin enagenar a otra Orden nin a Eglesia nin a Omme de fuerza de nuestro sennorio nin que contra nos sea, sin nuestro plazer e de nuestros herederos (...)
Ffecho el privilegio en Sevilla, Domingo postrimero dio del mes de Deziembre, en Era de mil e trezientos e diez e siete annos. E nos el sobre dicho Rey deon Alfonso, (...) (II).
Decíamos que estas concesiones pretendían establecer firmemente la Orden en la Comarca, pero no podemos obviar el contexto en el que las donaciones se produjeron, un contexto en el que prácticamente todas las Ordenes Militares españolas recibieron donaciones en Andalucía y que viene a demostrarnos un claro propósito guerrero en el monarca que quiere prestar especial atención al frente de Granada, pero que para nosotros tiene un significado especial, ya que supone el cambio de orientación de la Orden de Santa María de España. El desastre de Algeciras y la pérdida de casi la totalidad de la flota castellana hacía imposible continuar pensando en una Orden militar dedicada exclusivamente a los hechos del mar.
Así se entienden estas donaciones en lugares de «tierra adentro», así como la afirmación alfonsina en el texto de la donación: “que Pagan dellos pura siempre guerra e paz por nuestro mandado” así como el que tuvieran en Medina Sidonia (Castillo de Torre Estrella) “el convento mayor que esta Orden ha de tener en esta frontera del Regno de Seuilla”
Castillo de Torre Estrella (foto:analajanda.org) |
Desconocemos si este mandato llegó a cumplirse, aunque en el caso de que así fuera, no sería a costa del hipotéticamente establecido ya en el Puerto de Santa María (8).
De cualquier modo, el desastre de Algeciras (Febrero-Marzo de ese mismo año de 1279) en el que fue destrozada por Abu Yusuf la gran flota castellana, hizo pensar al Rey que entonces, más que nunca, era preciso guarnecer permanentemente los puntos estratégicos de la frontera del Reino de Sevilla (Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules). De este modo la Orden alfonsina la vemos más centrada en tierra que en mar, pero aún otro acontecimiento vendría a empeorar aún las cosas para el gran proyecto del Rey sabio: la sangrienta batalla de Moclín, el 21 de Junio de 1280,y en la que por una imprudencia de Don Gonzalo Ruiz Girón, maestre de Santiago, los castellanos sufrieron una nueva y cruenta derrota a manos de los granadinos, de modo que la Orden de Santiago quedó sin hombres y casi extinguida, lo que obligó al Rey, en un acto que debió suponer un duro sacrificio personal, extinguir la Orden de Santa María, que ya no tenía razón de ser pues no había flota, y a reforzar la Orden de Santiago de tan gloriosa tradición guerrera y adecuada organización militar y económica. Así, su maestre, don Pedro Núñez, pasó a serlo de la Orden de Santiago y los caballeros de Santa María de España pasaron a cubrir las bajas sufridas por los santiaguistas en Moclín. El 24 de Abril de 1281 ya se había efectuado la transmisión (II)
Aunque este sea el final de la Orden de Santa María de España, sigamos un poco más los acontecimientos de la época, para ver como el ya Maestre de Santiago, D. Pedro Núñez, olvida los muchos beneficios que el Rey le hiciera y se alía con el hijo rebelde del Rey, con Sancho, en la sublevación contra su Padre, lo que lleva a Don Alfonso X a afirmar:
“...porque la Orden nos debien servir, con quanto en el muno oviese, e nos deservieron errando contra Nos, como agora fixieron el Maestre don Pedro Núñez, a quien Nos ficiemos tantas mercedes y bienes, que los non podriemos poner en carta; e los Freyres de este Orden, que se acordaron con él, alzandosenos con nuestra tierra, y ficieron al nuestro Iinage que se alzase contra Nos, para tolliernos nuestro poder, a nuestro Sennorio, no quesimos que lo nuestro fincase en ellos mas que se tornase a Nos”. (III).
De modo que una vez se apaciguaron las cosas, Don Alfonso en respuesta, dispuso de los bienes que había donado a Santa María de España y de los que la de Santiago era legítima heredera.
En 1282 el rey sabio hizo merced del Castillo y de la Villa de Alcalá Sidonia a don Alfonso Pérez de Guzmán, mostrándole su gratitud por varios hechos en su favor. Es así como Alcalá pasa a ser tierra de señorío, aunque por poco tiempo (en este primer paso), ya que Pérez de Guzmán estaba descontento con estos terrenos por “estar frontera de moros y aparejada para se perder” por lo que obtuvo autorización del rey para la permuta por unos olivares de Monteagudo, lo cual hizo que Alcalá volviera, de nuevo, a ser real, aunque por poco tiempo, ya que años más tarde pasará a manos de los Ribera-Enriquez, en el proceso de «señorización» que se produce en España con Juan II y Enrique IV.
Con Medina Sidonia y Torre Estrella debió ocurrir otro tanto de los mismo, ya que existe un privilegio, otorgado por Alfonso X, en Sevilla, el propio año de 1282 a los pobladores y moradores del castillo de Medina Sidonia y de ese privilegio se desprende que ni la Orden de Santiago, ni otra alguna, tenían ya dominio en aquel territorio.
Y de este modo se perdió la vinculación de esta zona con las Ordenes Militares y tan tristemente acabó Santa María de España, el sueño dorado, el gran infortunio, del sabio rey que conquistó Alcalá.
NOTAS
(1) Sánchez Saus, R., «Las órdenes militares en la provincia de Cádiz» Actas de las Jornadas conmemorativas del VII Centenario de la muerte de Alfonso X, el Sabio. Cádiz, 1983, p. 56.
(2) Menéndez Pidal, J., «Noticias acerca de la Orden militar de Santa Mara de España», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, n° 8 y 9, Madrid 1907, p. 163.
(3) Torres Fontes, J., «La Orden de Santa María de España», Miscelánea medieval murciana, V. 113, Murcia 1977, p. 80.
(4) Menéndez Pidal J. op. cit. p. 163
(5) Torres Fontes, J. op. cit. p. 802805
(6) Menéndez Pidal J. op. cit. p. 166
(7) Torres Fontes, J. op cit. p.805-806
(8) Sánchez Saus R. op. cit. p. 60
(9) Torres Fontes, J. op. cit. p. 805
(10) Menéndez Pidal J. op. cit p. 168-170 (1 1) Torres Fontes, J. op. cit. p . 808-809
(I) ARCHIVO HISTORICO NACIONAL: Orden militar de Santiago. Priorato de Uclés. Medina Sidonia. Cax. 222, núm. 4
(II) ARCHIVO HISTORICO NACIONAL: Orden de Santiago. Priorato de lides. Alcalá-Sidonia. Cax 58, núm 2,
(III) Ortiz de Zúñiga. Anales eclesiásticos y seculares de la Ciudad de Sevilla. Nota: (I), (II) y (III), se recogen en: Menéndez Pidal, J. op cit. pp. 177-180 y 171.
La Orden Militar de Santa María de España fue restaurada en 2008 por el Estado Español y la Iglesia Católica. Actualmente sólo el Capítulo General de Cartagena está activo, permaneciendo yacentes las demás encomiendas históricas.
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