La fachada de la Iglesia de la Victoria
Ismael Almagro Montes de Oca
Seguro que todo el que ha pasado por delante de la puerta de entrada de la Iglesia de la Victoria de Alcalá en la Alameda de la Cruz, se ha fijado alguna vez en que la casa adyacente se “come” parcialmente parte del atrio de entrada y ocupa una porción de la fachada hasta llegar a la misma puerta.
Esta “anomalía” me hizo bucear en la Historia intentando descubrir cuándo y cómo se llegó a esta situación y pronto nos topamos con un documento esclarecedor sobre el origen del asunto. Se trata de un mandato que el obispo Jaime Catalá y Albosa ordena el 22 de noviembre de 1880 en su visita pastoral:
“Habiendonos enterado de que el comprador del terreno inmediato a la Yglesia de nuestra Señora de la Victoria no ha cumplido el contrato, avanzando la pared mas de lo que le era permitido, lo cual afea la portada del templo y abriendo ventanas en el Patio desde las cuales hemos sabido que se tira basura a los que van a la Yglesia, en vez de abrir unas pequeñas lumbreras que es lo único que se le había permitido, y que la habitación construida se convierte unas veces en taberna y otras en tienda, donde se reúnen gentes forasteras o poco respetuosas, contra lo pactado por el Rdo. Arcipreste y el comprador con grave escandalo de los fieles de la feligresia, ordenamos al Rdo. Arcipreste que sin escusa ni dilación alguna obligue al comprador a desbaratar la pared, construyéndola en la forma y lugar convenidos, rescindiendo en caso contrato el contrato celebrado de palabra, y le prevenimos que en caso de que llegue a formalizarse el contrato con escritura publica se ponga una clausula expresa y terminante por la cual se obligue el comprador a no tener jamas taberna o tienda análoga en el local adquirido.” (1)
Queda claro, por tanto, que ya en 1880 el local contiguo a la Victoria había usurpado parte de su fachada. Sin embargo, en el documento no se recoge ni la fecha de la venta ni si lo vendido era solar o dependencia, pero gracias a una noticia aparecida en la prensa de la época podemos conocer más detalles sobre el local en cuestión.
El domingo 16 de abril de 1882, el periódico satírico “El motín” recogía lo siguiente:
“MANOJO DE FLORES MISITCAS.
Ya que estoy en Alcalá de los Gazules, diré que hace poco tiempo se construyeron con limosnas de los fieles, dos habitaciones dentro del atrio de la iglesia de la Victoria, destinándolas a sacristía, y que los curas han vendido una, y alquilado la otra para taberna y confitería” (2)
En el libro sobre la cofradía del Nazareno (3) ya documentamos unas obras llevadas a cabo en 1866 en la fachada de la Victoria, basándonos en unas cuentas recogidas en un libro del Archivo parroquial de Alcalá con el título “Cuentas de Fabrica de 1827-1909” e intuíamos que la usurpación de la fachada guardaba relación con dichas obras. Las citadas cuentas llevan por cabecera el siguiente texto:
“Cuenta documentada de los ingresos y gastos ocurridos en la portada y cuartos colaterales de la Yglesia Auxiliar de la Victoria en la puerta nueva y principal de la misma, cuya obra dio principio en 26 de Setiembre de 1866 y terminó en 24 de Noviembre del mismo año=”.
En su día, no supimos relacionar lo de “cuartos colaterales” con ninguna parte en concreto y dimos por hecho de que se trataría de la reparación de alguna celda del antiguo convento en mal estado. Hoy, con la nueva documentación, podemos asegurar que en 1866 se llevan a cabo la construcción de una sacristía en el solar junto al atrio de entrada de la Iglesia, hoy ocupado por la tienda de Irene y durante muchos años conocido como la ferretería de Pedro Puerto. Esta sacristía se vendería posiblemente entre 1879, fecha en que se inicia el obispado de Jaime Catalá y 1880, cuando ordena al Arcipreste que obligue al comprador, que había cogido parte del atrio para hacer unas escaleras a una planta superior, a retranquear la pared a su lugar original. A la vista está que el comprador hizo caso omiso (seguramente amparándose en que la venta se hizo de palabra, sin papeles ningunos, tal como reconoce el propio obispo) y la pared continúa en la actualidad en el mismo sitio.
Sobre la obra primigenia de 1866, podemos decir que costaron la cantidad de 4458,66 reales, y aunque el periódico antes mencionado habla de que se costeó con la limosna de los fieles, tan sólo se recogió por este concepto la cantidad de 433 reales, por lo que hubo un déficit de 4025, 66 reales que tuvo que suplir la Parroquia.
Los gastos ocasionados en la construcción de la sacristía fueron los siguientes:
“por los jornales de dos maestros y tres peones, raspa de ladrillos, atenores, arena, barro, escombros y cal de encalar qe. esplica el recibo n 1º.....................................................................................1234,08
Jornales de la obra de carpintería del maestro D. Antonio Sanchez de la Campa, natural de San Fernando y su oficial Franco. Aguilera, efectos de ferretería, pinturas, cristales recibo nº 2.....................................................................................................................................................1547
Madera y clavason tomadas a Rafael Torrejon recibo nº 3...............................................................611
Por un crucero, escuadras y clavos de Juan Perez recibo nº 4..........................................................118
Otros efectos de la herreria de Jose Ramos contigua a la Victa. que esplica el recibo nº 5.............. 81
Por dos escalones de mármol recibo nº 6...........................................................................................75
Por cal y yeso de Franco. Domínguez Barriche qe. por no saber firmar lo hace a su nombre el maestro de la Parroqa. recibo nº7.................................................................................................372,33
Por tres millares de ladrillos, tomados a Juan Medina el Alfarero a ciento veinte reales el millar recibo nº 8.........................................................................................................................................360
Porte de los mismos a dos reales ciento recbo. Nº 9..........................................................................60”
Posiblemente en estas obras también se incluyese la transformación de otro cuarto en el otro lado opuesto del atrio, es decir, el local bajo la espadaña del ex convento y que durante muchos años fue conocido como el bar de Corrales, ya que se habla de “cuartos colaterales”, o sea, más de uno, y que en la noticia de “El Motín” se recoge que una de las habitaciones fue alquilada para taberna y confitería. Muchos años después, en 1919, aún esta dependencia continuaba siendo destinada para el mismo fin, puesto que un documento redactado por el Arcipreste Pedro Martínez Machado el 15 de febrero, conocido como de “los 7 elencos”, al describir la Iglesia de la victoria, recoge: “tiene casas adosadas a la Iglesia; y entre ellas, las que más perjudican son dos establecimientos de bebidas, que tienen ventanas al patio del exconvento, contiguo a la repetida iglesia, a donde llegan las voces y gritos de los borrachos…”
NOTAS
(1) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro 3º de Visitas.
(2) EL MOTÍN. PERIÓDICO SATÍRICO SEMANAL. Año II nº 16 pág. 1. Edición del domingo 16 de abril de 1882.
(3) Gabriel e Ismael ALMAGRO MONTES DE OCA, Jaime GUERRA MARTINEZ. La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Cuatro siglos de Historia. 2006. Pp. 42-44.
Muy interesante el artículo.
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