sábado, 15 de mayo de 2021

Cronología taurina de Alcalá (IX)




       Retomamos nuevamente el repaso de las corridas de toros celebradas a lo largo de la Historia en nuestra localidad y lo hacemos en el mismo año en que lo dejamos, 1913, pues a las ya conocidas de junio y de la feria de septiembre, reseñamos ahora las celebradas en la feria de mayo, organizadas por D. Diego Centeno del Manzano, Hermano Mayor de la Cofradía del Nazareno, quien al ver el éxito obtenido en esta feria, organizó en junio otra corrida para recaudar fondos para dicha cofradía.

      Gracias a la crónica de un anónimo corresponsal, pues la firma con una X, publicada en el periódico “El Reformista. Órgano en la provincia del Partido Republicano de su nombre”[1] conocemos los detalles de estas corridas y unas breves pinceladas de la feria de mayo:

DESDE ALCALÁ DE LOS GAZULES

LA FERIA DE MAYO

      En los días 9, 10 y 11 del que cursa se ha celebrado la tradicional feria de ganados que tanta fama dio en otros tiempos a esta hermosa ciudad, pero que por una ironía del Destino ha venido a convertirse en una Velada local con festejos variados, careciendo el mercado, en absoluto, de importancia.

     Organizadas por nuestro particular amigo D. Diego Centeno del Manzano, y con la cooperación de los jóvenes de la localidad y de la popular «Murga Jerezana», se celebraron tres novilladas con ganado de los Sres. Sánchez Belmaño y Moreno.

      En la del primer día de feria, que fue en la que tomaron parte los jóvenes de Alcalá, se distinguieron todos los lidiadores, excepción hecha de «El Dandi», el cual, al becerro que le tocó matar (en atención a lo que anunciaba el programa), lo maltrató, aporreó y, por consiguiente, mechó, llevándose por parte del público la silba más fenomenal que registran los anales del toreo, y al sacarlo en hombros de la plaza (la apoteosis de la burla), un espectador, entusiasmado, estrechó la coleta de «El Dandi», llevándosela entre los dedos.

      Cristóbal González (Colón), (no el que descubrió la América) fué muy aplaudido con la capa en todos los novillos, pero sobre todo en el quinto con la muleta y señalando para matar.

     En el sexto puso un par de banderillas que le valió una ovación estruendosa.

      También merece especial mención Juan Salcedo, el que se distinguió de manera notable con la capa y dando una estocada valiente al cornúpeto que «El Dandi» no pudo matar porque se lo impidió el pánico.

     Las dos corridas a cargo de la «Murga Jerezana» merecen punto y aparte.

     La componen el director Pablo, Pedro, Juan y Ventura.

     Los que llevan el peso de la corrida son Pablo y Pedro (los espadas), de ayudantes Juan y Ventura, el ganso o payaso de la comparsa. Tienen condiciones para el toreo, valentía y arte, y se conoce que llevan luengos años con el capote al brazo.

     Los novillos que le tocaron fueron grandes y con las agujas largas y afiladas (sobre todo, los de la ganadería de D. José Moreno) y no obstante, el valor de los murguistas no faltó un momento durante la lidia en las dos tardes.

     El público que llenaba la plaza aplaudió con frenesí y tuvo risa en abundancia.

     De los dos espadas Pablo y Pedro, éste es más artista que aquél y el primero más valiente que el segundo. Pablo es positivista; quiere matar, sea como sea, con tal de causar la muerte del enemigo. Pedro, pretende seguir las reglas del arte y señala las estocadas en su sitio, pero le falta arrojo para empujar el estoque.

     Con la capa estuvieron muy lucidos y con las banderillas la segunda tarde mejor que la primera.

      El público ha quedado satisfecho y con ganas de volver a la plaza cuando se repitan las corridas.

     El lleno en las tres tardes ha sido completo, por lo que felicitamos al señor Centeno del Manzano y demás organizadores de la fiesta.

      Durante las tres tardes ocupó la presidencia el ilustrado concejal de este Ayuntamiento D. Antonio Pastor Alba, el que ha sido muy felicitado por la buena dirección que supo dar al espectáculo, sin que ocurrieran incidentes ni desgracias.

     En los palcos, dando realce y esplendor a la fiesta con los atractivos de hermosura, vimos a las señoritas María Ahumada, Mercedes Sánchez, Rosalía Montes de Oca, Isabel Cid, la bellísima y hermosa Ana Gallego y sus hermanas Antonia y Adela; Josefa Lozano, y otras no menos bellas que sentimos no recordar.

     En las tres tardes de corrida, cosechó abundantes aplausos pidiendo la llave del toril, el simpático joven don Antonio Díaz Montes de Oca, que montaba un brioso corcel, el que después de varios trabajos de equitación, se inclinaba respetuoso ante la presidencia, a tiempo que el ginete se descubría para pedir la llave.

    Por las noches, una iluminación extraordinaria inundaba de luz las calles de Alcalá.

    Las músicas de la Murga y del circo ecuestre recorrían las calles, repartiendo la animación y el entusiasmo.

     Todas las noches, en la plaza de toros función por la compañía ecuestre, gimnástica, acrobática y mímica que dirige notablemente el reputado gimnasta D. Manuel Álvarez.

     Siento no ser más extenso y detallado en la descripción de los festejos, pero asuntos de capital importancia me alejan de ello.”




NOTAS

[1] Edición del 20 de mayo de 1913, págs. 2 y 3.

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