Don Pedro Martínez Machado
Un Sacerdote mariano
FUNDADOR DE LA HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LOS SANTOS EN 1910
Jaime GUERRA MARTINEZ
En el año 2010 se ha conmemorado el centenario de la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos (Santus, Santus. Santus) en los términos que hoy la conocemos. Ello me ha llevado a reflexionar e indagar para sacar a la luz pública a la persona, que merece cuando menos un recuerdo y porqué no un reconocimiento.
Su nombre Pedro Martínez Machado, canónigo de la Parroquia del Mártir San Jorge de Alcalá de los Gazules.
Pedro Martínez nació en Cádiz y fue hijo de Don Ruperto Martínez Mesones y doña María del Rosario Machado de Orihuela. El que su padre y su madre fueran de Alcalá de los Gazules me hace pensar que conocería el pueblo y que aprendió a amar a la Virgen de los Santos desde pequeño.
Llega a Alcalá en los primeros años del siglo XX, y vino impregnado de la renovación pastoral que caracterizó al Obispo Don José María Rancés Villanueva, quien usó ampliamente la comunicación para la difusión de la doctrina católica y la acción benéfica y social.
Debió entender que sin una organización fuerte y sin el compromiso de los fieles la tarea eclesiástica era muy difícil de desarrollar.
En 1910, Alcalá contaba con unos 9.200 habitantes que se dedicaban casi en un 60% a la agricultura, ganadería y caza, el 20% a la construcción y la industria y el resto al comercio, la hostelería, transporte, comunicaciones, etc... Acababa de inaugurarse la luz eléctrica. En general se vivía una época de relativa prosperidad que soñaba con el ferrocarril estratégico que nunca llegó, y la conexión por carretera con Los Barrios y Algeciras que culminó en torno a 1917-20. Amparado en las ventas y censos que cobraba por los terrenos repartidos y sobre todo el fijo de sus Montes de Propios, el Ayuntamiento gozaba de solvencia económica y de álgidos momentos patrióticos.
Nuestra Señora de los Santos hacía 33 años que había sido nombrada canónicamente Patrona de Alcalá de los Gazules. La ermita se asentaba sobre una propiedad pública cedida por el Ayuntamiento. En torno al santuario habían ido surgiendo caseríos que daban asiento a una notable variedad de oficios artesanos relacionados con las necesidades agrícolas y de la amplia población asentada en las fincas colindantes. La zona se veía animada económicamente por las canteras de jaspe negro y de areniscas y sobre todo por los peregrinos que usaban sus dependencias para tomar las aguas sulfurosas en su manantial próximo. Si le sumamos limosnas, donativos, alquiler de las habitaciones se nos antoja que las razones del mal estado y abandono del Santuario estarían ligadas a la falta de una sólida estructura organizativa o a la dejadez de los responsables correspondientes. En cualquier caso algo o mucho no debía funcionar.
El Santuario contaba con un Santero que recogía los productos de los devotos del campo y un capellán para oficiar las misas y atender las necesidades espirituales.
A nivel religioso el Padre Martínez Machado informaba por entonces que "en general las cofradías y asociaciones marchan con languidez debido al cansancio y la inconstancia característica moral de este pueblo".
Manifiesta asimismo que había un gran número de niños sin bautizar a pesar de que los curas no le imponían el nombre del Patrón, y además podían elegir corno padrinos a quienes cada cual quisiese, no imponiéndosele a los padres que fueran sacristanes o acólitos. Con frecuencia los niños se bautizan con cuatro o seis años. Las comadronas son quienes en ocasiones los llevaban a bautizar.
Asimismo manifiesta que los mayores escándalos los dala política menuda con sus blasfemias. En mejorar tal estado de cosas debió esforzarse el Padre Tarín, jesuita, que misionó el pueblo en 1916. También lo intentaron los sacerdotes de Alcalá creando en 1918 una escuela gratuita de niños que llamaron "Escuela Popular" y respondía a verdadera necesidad social que día a día se intensificaba. Gracias a los religiosos pudo ampliarse el número de niños y adolescentes que encontraron puestos escolares.
Con el objetivo de integrar a un grupo de bienhechores que colaboraban económicamente con la iglesia y sus tareas, y llevado por su visión de lo que tenía que ser una organización religiosa impulsa la división de la Cofradía del Nazareno en dos, fundando en 1912 la Cofradía femenina de María Santísima de los Dolores, aunque la Virgen continuó acompañando al Nazareno durante sus salidas procesionales hasta 1915, seguramente cuando fueron aprobados la Cofradía y los Estatutos (24 de marzo de 1915) por la Secretaría de Cámara y Gobierno del Obispado de Cádiz. La nueva Cofradía aglutinaba a un grupo de mujeres de "buenas costumbres, sentimientos religiosos e inclinadas a la piedad". En 1919 tenía 40 cofrades, cuyas obligaciones eran rezar en la Iglesia donde radica la Corona Dolorosa los viernes, y comulgan los 3° viernes de mes. Sus cofrades portaban un escapulario negro con la Imagen de la Virgen de los Dolores.
Con fecha 5 de febrero de 1912 el Párroco fue autorizado por el Obispo Diocesano —según facultad recibida por este del R. P Vicario General de los Franciscanos de España- para exigir el Vía Crucis en el Coro del Beaterio. También reorganizó en febrero de 1918 la Conferencia de San Vicente de Paul bajó la base de Señoras, que se había encontrado establecida para hombres y que se había extinguido por falta de cumplimiento de sus deberes.
Su alto sentido social le condujo al establecimiento de "EL ROPERO ", como derivación de la Asociación Hijas de María. El Ropero estaba a cargo de las nombradas Hijas de María. Ellas compraban, cortaban y cosían las prendas de ropa de uno y otro sexo para las niñas y niños del catecismo. Tenía Junta Directiva propia.(1)
También señalar que en tiempo del Padre Martínez Machado se levantó la Gruta de Lourdes, hecho que requiere una reseña especial que haremos en otra ocasión.
En 1916 a don Pedro Martínez Machado le cupo la satisfacción de recibir la donación de la casa-capilla de la calle Nuestra Señora de los Santos de la Capilla que sustituyó al nicho en el que debía estar la Virgen, Doña Juana Ramona vivió en la Calle Real, en la misma casa, que hoy ocupa la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos, hasta su fallecimiento en 1931.
Por último llevó a cabo "LOS 7 ELENCOS ", relación de respuestas aportadas por el Párroco a las preguntas formuladas en el Boletín Oficial del Obispado de fecha 16 de enero de 1919. El documento es muy interesante para el conocimiento de todo lo referente a las Iglesias alcalaínas a principios del S. XX.
Pero las tareas que queremos destacar de forma especial son las que le vinculan a la Hermandad de la Virgen de los Santos, en concreto, la fundación de la Hermandad, los Estatutos de 1910 y el deslinde del Santuario.
NOTAS
(Las fotografías no se corresponden con el artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 2012)
(1) Asociación Hijas de María. Cuando el Padre Martínez Machado llegó a Alcalá ya estaba formada y la integraban las niñas que recibían educación en el Beaterio. Formaban la junta directiva las jóvenes que habían terminado su educación en dicho Instituto religioso. No estando conforme con la situación en la que se encontraba, el sacerdote restableció la indicada Asociación y nombró nueva Junta directiva formada por señoras de edad madura. Tenía altar propio en la Parroquia donde radicaba y su fin era honrar a la Santísima Virgen. Su distintivo era una medalla de la Purísima pendiente de una cinta celeste.
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